Verdugos, Bestias negras, o como quieran llamarles. Ellos nos quitaron el sueño por décadas en forma despiadada. Noches en vela, jornadas enteras descifrando el modo justo para anularlos. Técnicos y ayudantes se habrán exprimido al máximo para neutralizar sus virtudes. Generaciones de hinchas descargando rosarios de agravios para molestarlos y cancelar su poder de fuego. Silbidos en catarata, agarrones groseros, marcas zonales y persecuciones individuales. Pero en el área la fortuna siempre les sonreía a estos tipos jodidos, ensañados con nuestra camiseta. Eh aquí pues el sombrío catálogo –según la estadística oficial- de los màs importantes padres nuestros de toda la historia.
1- Carlos Bianchi: Pelado, chueco para adentro, era todo lo contrario a la imagen del futbolista. Sin embargo, Bianchi es uno de los paradigmas del olfato goleador. Fana de la banda cuando pibe, en la cancha jamás lo pareció. Es el máximo goleador anti-River con 16 tantos. Todos los hizo con la casaca de Vélez. El primero de ellos tal vez fue el más doloroso, porque un cabezazo suyo quebró el record de imbatibilidad de Carrizo en el 68. Hizo 7 hasta su partida a Francia a mediados de los 70, y cuando pegó la vuelta, siguió con su dosis puntual de vacuna hasta su retiro a finales del 83, incluido un hattrick en esa temporada.
2- Ricardo Infante: Hay una palabra que define certeramente la categoría futbolística del Beto: Crack. Héroe pincharrata de tiempos románticos, Infante se destacaba por su talento, su toque distintivo, la delicadeza de sus movimientos y una efectividad admirable en el remate. El 27 de agosto del 44 le anotó por partida doble a Héctor Grissetti sus dos primeros goles a River. En total fueron 13. El último de ellos a Amadeo en 1961, el año de su retiro. También goleó a la banda con la casaca de Huracán, equipo por el que jugó la campaña del 54. Poco hay que agregar sobre la categoría de un tipo que fue capaz de hacer un gol de rabona de afuera del área. Chapeau, pese a los disgustos.
3- José Sanfilippo: Quienes vimos jugar a Romario quizá podamos adivinar cepas del talento del nene en el baixinho carioca. Explotó en goles con la casaca de San Lorenzo en 1957. Desde allí y hasta 1963 (año en el que pasó a Boca), le convirtió religiosamente a River en todas las temporadas. Tenía una amplia gama de recursos para sacar ventaja en el área. Chiquito, veloz, movedizo, astuto. Sanfilippo era un tanito pedante y jetón, y se le recuerdan tantos bardos como festejos. Jugó mucho en el exterior, y cuando retorno para retirarse en 1972, para variar, le anotó a Perico Pérez su 12ª tanto a River. Uno de los cuatro goles con que el Ciclón provocó la salida del banco de millonario del brasileño Didí.
4- Arsenio Erico: River lo tuvo en la palma de su mano, pero la presencia de Bernabé en el equipo hizo que este paraguayo genial eligiera Independiente al llegar al país. No era ni alto ni fuerte, pero se trataba de un verdadero fenómeno del gol. Sus números son estratosféricos. Saltaba sobre el salto, era un malabarista de equilibrio perfecto. El 8 de septiembre de 1935 le hizo el primero de sus 12 goles a River. Sebastián Sirni, Juan Besuzzo, Gregorio Blasco, Eduardo Letieri y Eusebio Soriano fueron sus víctimas. Tuvo un breve paso por Huracán antes de irse definitivamente a su tierra. Dejó un recuerdo perdurable en forma de 293 goles. Ni uno mas ni uno menos que Labruna.
5- Delfín Benítez Cáceres: Le decían el “machetero”, en honor a los soldados de las primeras líneas guaraníes en la Guerra del Chaco que, a falta de balas y fusiles, defendían los embates bolivianos a machetazo limpio. Así de corajudo era Benítez Cáceres, una sorpresa que irrumpió a mediados del 32 y se quedó hasta el cierre de sus días como futbolista. Su tarde estelar ante River fue la del 14 de Abril del 40 cuando, jugando para Racing, se despacho con 4 de los 11 goles que le convirtió en total. Ya era un verdugo conocido luego de su paso inicial por Boca, en donde se anotó 6 veces en el superclásico. Cerró su campaña en Ferro, donde volvió a castigar a la banda con un tanto que sirvió para ganarle 2-1 a La Máquina en 1942.
.
.
6- Manuel Pelegrina: El 11 de mayo de 1938, River goleó a Estudiantes de La Plata 8-1. En ese marco humillante, el Payo Pelegrina, cordobés de San Vicente, le convertía el primero de sus 11 goles a River. Con su compadre Ricardo Infante, compartieron muchas cosas en sus carreras. La idolatría en el pincharrata, el traspaso a Huracán en 1954, y la costumbre de meterle goles a la banda roja. Peregrina no era muy dúctil, pero remataba con potencia y era difícil de contener por su físico poderoso. Anotó en total 221 goles y es máximo goleador histórico del León, y el cuarto en la historia del Fútbol Argentino.
7- Martín Palermo: La pesadilla moderna. Quedará para fanáticos y detractores analizar las bondades y torpezas de su estilo. Solo algo está claro: Los goles no se discuten. Y Martín de eso sabe. Eximio cabeceador, tocado por la varita mágica e inflado por la prensa amiga. Palermo hizo de su vida una película y en ella River es un capítulo clave. Un viernes por la noche del 97, jugando para Estudiantes, saltó a la fama con dos goles espectaculares y un festejo onda yoga. Los tantos al millonario fueron el trampolín para su idolatría en la Ribera. Los quetejedi todavía se desarman de placer con su grito postrero en el imborrable 0-3 de la Libertadores del 2000, a pesar que fue ese –seguro- el gol menos decisivo que nos convirtió. Van 11, y ojala ya haya cerrado su cuenta.
8- Diego Maradona: Metáfora del destino. El diez nos hizo 10. Una particularidad le da más mérito aún: Diego no era delantero y señaló todos sus goles en apenas 4 años. Explicar que Maradona se inspiraba contra River es erróneo, porque en realidad, Diego jugó inspirado toda su carrera. Pero se recuerdan fabulosas actuaciones suyas ante el millo vistiendo las casacas de Argentinos y Boca, además de duelos memorables con el Pato Fillol, al que le convirtió 7 de sus tantos (los otros 3 los sufrió Landaburu). Pudo haber estirado la cuenta a 12, pero el extraterrestre era, al fin de cuentas, un humano más, y falló dos penales en 1980 y 1996.
9- Roque Avallay: Notable la evolución un tipo que pasó de caerse al foso en la cancha de Independiente a convertir verdaderos golazos en el Huracán de Menotti. Rápido y potente a la vez, Avallay llegó desde Mendoza y tuvo una carrera prolífica en equipos y goles, 10 de ellos a River. El primero se lo anotó a Hugo Carballo por el Metro de 1969 jugando para Newell’s. Luego conquistaría 5 en Huracán en las temporadas del 71, 72 y 74. En Racing celebraría sus cuatro tantos restantes, todos ellos en el Nacional de 1977.
10- Paulo Valentim: Cuando llegó al país en 1960, los dirigentes de Boca solo le pidieron que se preocupara por anotarle a River y, por los que se ve, el brasileño era un hombre obediente. Fue durante 3 años la pesadilla de Carrizo, pese a que el gran Amadeo le contuvo dos penales. Fino y certero para la definición, Valentím se erigió en el máximo goleador boquense en la historia del superclásico con 10 gritos. Su gran tarde fue la del 12 de noviembre del 61 cuando anotó un hattrick en La Bombonera. Como Maradona, su vendaval goleador se extinguió rápido, pero dejó una huella dolorosa. Murió poble y olvidado en Buenos Aires en 1984, lejos de la gloria que supo conseguir merced a nuestras redes. A pesar de todo, no lo merecía.
1- Carlos Bianchi: Pelado, chueco para adentro, era todo lo contrario a la imagen del futbolista. Sin embargo, Bianchi es uno de los paradigmas del olfato goleador. Fana de la banda cuando pibe, en la cancha jamás lo pareció. Es el máximo goleador anti-River con 16 tantos. Todos los hizo con la casaca de Vélez. El primero de ellos tal vez fue el más doloroso, porque un cabezazo suyo quebró el record de imbatibilidad de Carrizo en el 68. Hizo 7 hasta su partida a Francia a mediados de los 70, y cuando pegó la vuelta, siguió con su dosis puntual de vacuna hasta su retiro a finales del 83, incluido un hattrick en esa temporada.
2- Ricardo Infante: Hay una palabra que define certeramente la categoría futbolística del Beto: Crack. Héroe pincharrata de tiempos románticos, Infante se destacaba por su talento, su toque distintivo, la delicadeza de sus movimientos y una efectividad admirable en el remate. El 27 de agosto del 44 le anotó por partida doble a Héctor Grissetti sus dos primeros goles a River. En total fueron 13. El último de ellos a Amadeo en 1961, el año de su retiro. También goleó a la banda con la casaca de Huracán, equipo por el que jugó la campaña del 54. Poco hay que agregar sobre la categoría de un tipo que fue capaz de hacer un gol de rabona de afuera del área. Chapeau, pese a los disgustos.
3- José Sanfilippo: Quienes vimos jugar a Romario quizá podamos adivinar cepas del talento del nene en el baixinho carioca. Explotó en goles con la casaca de San Lorenzo en 1957. Desde allí y hasta 1963 (año en el que pasó a Boca), le convirtió religiosamente a River en todas las temporadas. Tenía una amplia gama de recursos para sacar ventaja en el área. Chiquito, veloz, movedizo, astuto. Sanfilippo era un tanito pedante y jetón, y se le recuerdan tantos bardos como festejos. Jugó mucho en el exterior, y cuando retorno para retirarse en 1972, para variar, le anotó a Perico Pérez su 12ª tanto a River. Uno de los cuatro goles con que el Ciclón provocó la salida del banco de millonario del brasileño Didí.
4- Arsenio Erico: River lo tuvo en la palma de su mano, pero la presencia de Bernabé en el equipo hizo que este paraguayo genial eligiera Independiente al llegar al país. No era ni alto ni fuerte, pero se trataba de un verdadero fenómeno del gol. Sus números son estratosféricos. Saltaba sobre el salto, era un malabarista de equilibrio perfecto. El 8 de septiembre de 1935 le hizo el primero de sus 12 goles a River. Sebastián Sirni, Juan Besuzzo, Gregorio Blasco, Eduardo Letieri y Eusebio Soriano fueron sus víctimas. Tuvo un breve paso por Huracán antes de irse definitivamente a su tierra. Dejó un recuerdo perdurable en forma de 293 goles. Ni uno mas ni uno menos que Labruna.
5- Delfín Benítez Cáceres: Le decían el “machetero”, en honor a los soldados de las primeras líneas guaraníes en la Guerra del Chaco que, a falta de balas y fusiles, defendían los embates bolivianos a machetazo limpio. Así de corajudo era Benítez Cáceres, una sorpresa que irrumpió a mediados del 32 y se quedó hasta el cierre de sus días como futbolista. Su tarde estelar ante River fue la del 14 de Abril del 40 cuando, jugando para Racing, se despacho con 4 de los 11 goles que le convirtió en total. Ya era un verdugo conocido luego de su paso inicial por Boca, en donde se anotó 6 veces en el superclásico. Cerró su campaña en Ferro, donde volvió a castigar a la banda con un tanto que sirvió para ganarle 2-1 a La Máquina en 1942.
.
.
6- Manuel Pelegrina: El 11 de mayo de 1938, River goleó a Estudiantes de La Plata 8-1. En ese marco humillante, el Payo Pelegrina, cordobés de San Vicente, le convertía el primero de sus 11 goles a River. Con su compadre Ricardo Infante, compartieron muchas cosas en sus carreras. La idolatría en el pincharrata, el traspaso a Huracán en 1954, y la costumbre de meterle goles a la banda roja. Peregrina no era muy dúctil, pero remataba con potencia y era difícil de contener por su físico poderoso. Anotó en total 221 goles y es máximo goleador histórico del León, y el cuarto en la historia del Fútbol Argentino.
7- Martín Palermo: La pesadilla moderna. Quedará para fanáticos y detractores analizar las bondades y torpezas de su estilo. Solo algo está claro: Los goles no se discuten. Y Martín de eso sabe. Eximio cabeceador, tocado por la varita mágica e inflado por la prensa amiga. Palermo hizo de su vida una película y en ella River es un capítulo clave. Un viernes por la noche del 97, jugando para Estudiantes, saltó a la fama con dos goles espectaculares y un festejo onda yoga. Los tantos al millonario fueron el trampolín para su idolatría en la Ribera. Los quetejedi todavía se desarman de placer con su grito postrero en el imborrable 0-3 de la Libertadores del 2000, a pesar que fue ese –seguro- el gol menos decisivo que nos convirtió. Van 11, y ojala ya haya cerrado su cuenta.
8- Diego Maradona: Metáfora del destino. El diez nos hizo 10. Una particularidad le da más mérito aún: Diego no era delantero y señaló todos sus goles en apenas 4 años. Explicar que Maradona se inspiraba contra River es erróneo, porque en realidad, Diego jugó inspirado toda su carrera. Pero se recuerdan fabulosas actuaciones suyas ante el millo vistiendo las casacas de Argentinos y Boca, además de duelos memorables con el Pato Fillol, al que le convirtió 7 de sus tantos (los otros 3 los sufrió Landaburu). Pudo haber estirado la cuenta a 12, pero el extraterrestre era, al fin de cuentas, un humano más, y falló dos penales en 1980 y 1996.
9- Roque Avallay: Notable la evolución un tipo que pasó de caerse al foso en la cancha de Independiente a convertir verdaderos golazos en el Huracán de Menotti. Rápido y potente a la vez, Avallay llegó desde Mendoza y tuvo una carrera prolífica en equipos y goles, 10 de ellos a River. El primero se lo anotó a Hugo Carballo por el Metro de 1969 jugando para Newell’s. Luego conquistaría 5 en Huracán en las temporadas del 71, 72 y 74. En Racing celebraría sus cuatro tantos restantes, todos ellos en el Nacional de 1977.
10- Paulo Valentim: Cuando llegó al país en 1960, los dirigentes de Boca solo le pidieron que se preocupara por anotarle a River y, por los que se ve, el brasileño era un hombre obediente. Fue durante 3 años la pesadilla de Carrizo, pese a que el gran Amadeo le contuvo dos penales. Fino y certero para la definición, Valentím se erigió en el máximo goleador boquense en la historia del superclásico con 10 gritos. Su gran tarde fue la del 12 de noviembre del 61 cuando anotó un hattrick en La Bombonera. Como Maradona, su vendaval goleador se extinguió rápido, pero dejó una huella dolorosa. Murió poble y olvidado en Buenos Aires en 1984, lejos de la gloria que supo conseguir merced a nuestras redes. A pesar de todo, no lo merecía.
11 comentarios:
Un Lujo como siempre Adrian . De los nombrados he visto jugar al Diego sin palabras , A Bianchi temible goleador y a Roque Avallay alguna vez nombrado el Pelé Blanco antes de la aparición del Diego . Palermo juega a otra cosa parecida al Fútbol tipo Mete gol entra o algo parecido porque la verdad el tipo juega sólo y nos hizo goles hasta con la muletas , esperemos que pronto se apague su luz .
shapó por el post
en esa lista hay varios hinchas de River: Bianchi, el Roque y dicen que Infante tambien era hincha, pero tambien hay uno que soñaba con jugar con el manto sagrado y termino siendo idolo de Boca (al igual que el mellizo guillermo, hay una nota cuando recien debuto en la solo futbol que dice eso) y tambien siendo el mejor jugador del mundo.
gracias a Dios no esta la mentira de Comas, la gente piensa que con la de Boca nos tenia de hijos y la verdad es que nos hizo un solo gol oficial varios menos que los que nos hizo con la de velez
Comistas nos metió varios en los torneos de verano. Pateaba esos corners cerrados que eran un peligro. De esa epoca de Boca creo que el que mas nos convirtió fue Graciani.
Hay verdugos que no entraron en la estadistica pero que son igualmente inolvidables. Se me vienen a la mente 2: Diego Latorre y Beto Acosta
El brasileño Valentim siempre nos embocaba. El dia del penal fallido de Delem, Valentim le rompió el arco a Amadeo. Palermo se retira en junio, no lo va a alcanzar a Angelito. El Beto Acosta la metio bastante contra River y hasta jugo en boca, pero era hincha de River de pibe.
Muy bueno. Esto también es parte de la historia de River, aunque duela.
De todos modos, creo que el gol más doloroso nos lo metió un tipo que muy probablemente no nos haya metido ninguno más: Suñé.
Entre los que no figuran y que nos vacunó bastante está Mastrángelo. Aunque hace poco por curiosidad me fijé que le hizo más goles a Boca jugando para nosotros que viceversa. Otro que nos jodió bien fue Batistuta. Y no sé por qué recuerdo a Dertycia, en algún partido que nos hizo varios en el Monumental, atajando Cejas.
Era chico cuando Didí; fue cuando empecé a ver fútbol. Y siempre recuerdo que San Lorenzo nos ganaba siempre entonces; qué raro parece ahora. Creo que eso se rompió una noche en Racing en el cuadrangular final del Nacional '74, que les ganamos 4-3 --si no me equivoco-- en un partido eléctrico en el que Di Meola fue figura.
¿Avallay el Pelé blanco? Eso si que me sorprendió. Lo recordaba como un 9 del tipo Morete o Palermo.
Comas nos hizo goles sobre todo en Vélez. Recuerdo uno al final de un partido eliminatorio, una noche en Huracán. Debía de ser el 84. Nos dejó afuera.
Y no olvidemos entre los dolorosos a García Cambón y a Bochini.
Gracias por el post. Abrazo
Нi thеrе, I disсovеrеd yοur sitе by mеans of Googlе at thе same time as looking for a similar matter, youг ѕite gοt heгe up,
it looks gгеat. I've bookmarked it in my google bookmarks.
Hello there, just turned into alert to your weblog via Google, and found that it's tгuly infoгmativе.
ӏ'm going to be careful for brussels. I will appreciate if you continue this in future. Numerous folks will be benefited from your writing. Cheers!
my web-site www.cactusteachers.com
Hello, of course this paragraρh is really
nісe аnd І hаve learned lot of thіngs from іt
concеrning blogging. thanks.
Alsο visіt my websіte :: V2 Cigs Assuring You For Healthier Vaping
Іts like уou гeaԁ mу mind!
You seеm to gгasρ a lot appгoxіmately this, like you wrotе the
guiԁe in it or something. I feеl that уοu
simply can ԁо with a fеw
% to fоrce the messagе home a bіt, but otheг than thаt, this is exсеllent blog.
An exсеllent reаd. I'll definitely be back.
Here is my web page :: http://www.sfgate.com/business/prweb/article/V2-Cigs-Review-Authentic-Smoking-Experience-or-4075176.php
It іѕ becаuse of commеnts liκe thеse
that I сгеated thiѕ site.
It's a real pleasure simply to know that I might have helped give you as well as your mom a better quality of life.
Feel free to surf to my webpage - green smoke absolute tobacco review
Spending sеѵeral extra рoundѕ
ωith аn electronіc cigarеtte ѕystem thаt enduгes a lot longer compаrеd to one a сouplе pounds chеaρеr iѕ not going to hurt yοu аt аll in the
longer operatе and сould іn fact ѕavе you monеу.
Feel free to surf to my wеb site green smoke discount code
The created in USB presents a good connectivity with the computer
system. It just about defeats the goal of obtaining on-line.
Review my web site; secure.mainetoday.com
Publicar un comentario