viernes, 27 de febrero de 2009

JORGE EDUARDO DOMINICHI

River Plate 1967/1973 - 151 partidos - 8 goles - títulos


¿Porque los jugadores símbolo siempre tienen que emparentarse con los buenos momentos?. Dominichi es una bandera de la mala época, de la racha torcida, del intento desesperado por campeonar. Y eso no invalida para nada una entrega devota por los colores que marcaron su vida deportiva. Porque nació y murió, literalmente, en el club.
Jorge Eduardo Dominichi, le decían el Gory, hizo todas las inferiores en Núñez y una tarde de junio de 1967 debutó en primera. Fue ante Banfield en el Sur, justo el partido después de la despedida del Toto Lorenzo de la dirección técnica millonaria. Llegó a primera impulsado por el liderazgo que había ejercido en el equipo Argentino que había participado –y ganado- en el Sudamericano Sub 20 de Asunción del Paraguay.
Rápidamente entró en el corazón de la gente y del equipo. Fue Ángel Labruna quién le dio mas minutos en cancha a partir de su llegada en 1968. No poseía la técnica de los más destacados pero lo compensaba con mucha personalidad, fuerza, garra y una cierta versatilidad para moverse en varios sectores de la defensa.
Jugó 151 partidos en la primera de River y convirtió 8 goles. El mas recordado de todos es el primero de ellos, aquel cabezazo ante Racing de Avellaneda en el Gasómetro de Boedo, por el desempate del Nacional de 1968. Ya afianzado en primera se convirtió en caudillo y referente de los múltiples equipos Millonarios que intentaron infructuosamente esos año cortar la racha sin campeonatos que se extendía cruelmente. Jugó en todos los puestos de la defensa. Esos buenos años lo llevaron a la Selección Nacional en el año 1971, camiseta que defendió en 13 partidos.
1972, tal vez, fue su mejor año. River armó un equipo con enorme poder ofensivo y Dominichi fue puntal de una zaga que varias veces por juego quedaba expuesta al mano a mano. River fue un lujo en ese Nacional del 72 pero fue derrotado en la final por San Lorenzo de Almagro. Esa amargura incidió decididamente en el futuro de Dominichi. Al año siguiente los dirigentes contrataron a Quique Wolff, Hugo Pena y el uruguayo Baudillo Jáuregui., tres defensas de categoría y experiencia. El Gory empezó a jugar cada vez menos y su último cotejo, el 1 de julio de 1973 ante Argentinos Juniors en el Monumental, lo hizo jugando de volante central.
A mitad de año llegó una oferta de España y se fue. En la península ibérica jugó para Córdoba y Elche. Volvió y se retiró en Gimnasia de La Plata en 1978. Luego fue entrenador y River lo tuvo en su banquillo interinamente en el año 1983, dirigiendo a veces equipos repletos de juveniles inexpertos, soportando el peor año en la vida institucional del club al que tanto quiso y por el que siempre puso el hombro.
Murió joven a los 51 años, víctima de un paro cardíaco. En ese momento se encargaba de la búsqueda de elementos juveniles para el Club. Pocos se enteraron que era para él, el minuto de silencio que se hizo en la previa de un River – Vélez, 7 días después de su partida.

miércoles, 25 de febrero de 2009

EL ÚLTIMO GOLAZO

River Plate 2 - 1 Colón (Santa Fe)
Torneo Apertura 1997 - 18º fecha - 14/12/97


Ocurrió a los 5 minutos del partido. Fue luego de un centro chanfleado de Santiago Solari desde la banda izquierda. Enzo, plantado en el punto penal, se elevó solo, como un bailarín clásico ejecutando su rutina, golpeó el esférico con el parietal derecho y la pelota fue a la red de la Figueroa Alcorta, bajita y lejana de las manos de Leo Díaz. Ultimo gol, último estallido, último “¡uruguayo, uruguayo!”.
Habían pasado 14 años de su primer tanto con la casaca de River, una noche en Caballito ante Ferro. Ninguno de los 50.000 presentes en el Monumental esa tarde nublada de diciembre sabía lo que acababa de ocurrir. Habían presenciado un momento histórico. El gol número 133 de Francescoli con la banda roja. El último de su memorable carrera.
Enzo venía roto en lo físico y el anuncio de su retiro era un secreto a voces. Ese Apertura de 1997 casi no lo jugó. Entre un molesto desgarro, ocurrido en un partido ante Newell’s y el objetivo de lograr la Supercopa, Francescoli cuidaba sus minutos en cancha como si fueran los últimos. Y en efecto lo eran.
Pero ese partido ante Colón de Santa Fe fue mucho mas que el escenario del último tanto de Enzo. Fue, tal vez, el partido bisagra para lograr el famoso tri campeonato de la era Ramón Díaz. Era la anteúltima fecha, River tenía tres puntos de ventaja sobre Boca, que a la misma hora visitaba a Gimnasia y Tiro en Salta. Dicen que Colón jugó incentivado hasta las muelas. Cristian Castillo no hizo mucho para disimularlo, festejando el tanto del empate que enmudeció el estadio, golpeando su puño contra la palma de su mano, en el universal gesto de “poniendo estaba la gansa”.
Tres días mas tarde, River jugaba la revancha de la final de la Supercopa ante San Pablo de Brasil. Por eso, Ramón puso varios reservas para el choque ante el Sabalero. Bonano; Hernán Díaz, Ayala, Berizzo y Sorín; Monserrat, Gancedo, Escudero y Solari; Francescoli y Cardetti salieron a la cancha. Burgos, Gallardo, Astrada, Berti y Salas, afuera. Colón llegó a Núñez con Orlando Medina como DT interino. Tenían un equipo interesante con Leo Díaz, el negro Ibarra, Diego Castaño Suarez, Raúl Gordillo, Cristian Castillo y el uruguayo Marcelo Saralegui. Ese mismo equipo había cacheteado fiero a River unos meses antes en el Cementerio, con un lapidario 5-1.
Y ocurrió algo digno de una historia de cine. Ya por los 30 del complemento y con los juegos (en Núñez y Salta) empatados. Boca logra el 1-0 ante con un tanto de Pablo Islas, poniéndose a un punto de River a falta de una fecha. Pero 30 segundo mas tarde, el destino, la suerte y la razón le regalan un guiño a la banda. Con 10 jugadores por la expulsión de Gancedo, El Matador Salas pescó un rebote en el área chica luego de un remate de Berizzo y decretó el 2-1 final. Corrió por el estadio una electricidad que aun hoy se recuerda.
Salas había suplantado a un ovacionado Enzo Francescoli que pisaba por anteúltima vez el Monumental. 3 días mas tarde levantaría la Supercopa, y al domingo siguiente, alzaría el trofeo del Apertura 1997. Se retiraba como solo se retiran los grandes. Con copas en la mano.

lunes, 23 de febrero de 2009

MIRÁ SI JUGARA BIEN

River Plate 2 - 0 Banfield
Torneo Clausura 2009 - 3ª fecha.
Estadio Monumental - 22/02/09.


RIVER PLATE: Ojeda (7); Ferrari (4), Gerlo (4), Sánchez (5) y Villagra (5); A. Fernández (5), Ahumada (6), Abelairas (6) y Buonanotte (5); Rosales (4) y R.F. García (6). Posteriormente Fabbiani (6), Galmarini (6) y Archubi. DT: Néstor Gorosito.
BANFIELD: Lucchetti; Galarza, López, Devaca y Broggi; Pío, Bustos, Erviti y Bertolo; S. Fernández y Ferreyra. Posteriormente Barrales, C. García y Raymonda. DT: Jorge Burruchaga.
GOLES: Matías Abelairas (RP) -tiro libre- 36 pt. Radamel Falcao García (RP) 39 st.
ARBITRO: Juan Pablo Pompei (mal)
ROJAS: López (BAN).
RESULTADO MORAL: River Plate 1 - Banfield 1

Minuto 36 del primer tiempo. Punto de inflexión. Bisagra de la tarde. Rebote en el área visitante. Ahumada viene como una locomotora para sacudir desde afuera. Lo mismo que Mencho Bustos, pero para trabar. El choque es inevitable. Bustos va peligrosamente al suelo. Es falta. Es amarilla. ¿Es indirecto?. Para Pompei primero si, pero después no. Lucchetti se queda con la primera impresión y no hace nada para contener el buen tiro libre de Abelairas. Es gol. 1-0. Ya no hay rumores que perturben al Pitu. Si hay un estallido de 35.000 personas. Lucchetti y todo Banfield protestan. Ya es demasiado tarde.
Banfield fue mas que River. Está claro. Bertolo se hizo una festín por izquierda. Tocaron mejor la pelota, generaron mas peligro. Merecieron en empate. Todo lo que quieras, pero el que ganó fue River. ¿Cual fue el principal mérito del cuadro de Gorosito?. Cuesta encontrarlo. El arquero, sin dudas. También la contundencia para golpear cuando el rival dio chances, y un cierto orden para aguantar el resultado sin perder la compostura. No es mucho. Pero River en estos tiempos no tiene la solvencia del ricachón que tira manteca al techo.
El termómetro de la tendencia del juego marco Banfield en los primeros 30 y parejo el resto de la etapa. Y Banfield en los primeros 20 y parejo el resto del complemento. Pesaron las variantes de Pipo. La de Galmarini para aportar mas sacrificio y lucha, y la de Fabbiani, al que con dos jugadas de alta calidad (un pase de espaldas a Buonanotte y la asistencia a Falcao) le bastaron para estar entre las figuras del equipo.
Hace algunos días atrás River hubiera empatado o perdido este tipo de partidos. ¿Que cambió para que eso no pase?. Algo de actitud, algo de mentalidad, algo de juego, algo de suerte. Son tres victorias seguidas y la punta compartida. ¿Hubo un click en el plantel?. Solo el tiempo es capaz de responderlo.
Y mientras tanto la masa fiel se fue de Núñez ilusionada con que algo bueno puede estar gestándose. Con la certeza de saber que no hay un sustento lógico que valide esta esperanza. Pero segura de haberse ganado, al menos por una semana, el derecho a soñar que este River, pronto, pueda a volver a ser el River de siempre.

miércoles, 18 de febrero de 2009

CARLOS TIMOTEO GRIGUOL


Ya han pasado mas de 20 años de la llegada de Griguol a River Plate y todavía sigo preguntándome como un entrenador como Timoteo pudo alguna vez ser entrenador del Millonarios.
Ojo, no piensen mal. Griguol representa una idea de conducción fantástica, una forma docente y paternal de imponer sus ideas. Una persona íntegra, chapada a la antigua, con códigos, con valores humanos, algo así como el Alex Ferguson de estas tierras. Pero el mundo River siempre fue una carnicería exitista, atestada de espesas nubes de tormenta triunfalista que debe ser satisfecha urgentemente. Desde siempre el trabajo de Griguol necesitó tiempo para imponerse por la natural “bondad” de su propuesta. Y en River, si hay algo que no existe, es paciencia.
Secundado por sus fieles escuderos Carlos Aimar y Luis Bonini, Griguol llegó a River a mitad del año 1987. Era una época complicada, no por la malaria sino por la abundancia. Heredó un plantel ganador de todo y con sus respectivos egos por las nubes. Pumpido, Nelson Gutiérrez, Ruggeri, Alzamendi, Negro Enrique, Funes, Da Silva. Manejar ese vestuario requería del tacto de un domador de leones, no de un maestro de escuelas. Tal vez por esto, su River nunca jugó bien, a pesar que arrancó con una vuelta olímpica por la obtención de la Copa Interamericana, a expensas del ignoto Liga Deportiva Alajuelense de Costa Rica.
Retener la Libertadores era el objetivo y este se truncó de inmediato en la segunda fase a manos de Peñarol de Montevideo. En realidad la Copa se va en Avellaneda ante Independiente. Esa noche, ganando 1-0, Funes erró un gol con el arco libre. La flamante Supercopa pasó a ser la prioridad, pero Racing aguó la fiesta en semifinales con un gol agónico de Néstor Fabbri en el Monumental. Para cuando esto ocurrió, Newell’s Old Boys de Rosario ya se había escapado lo suficiente en el torneo Local, como para ilusionarse con un título. Jaqueado y ya sin puertas por golpear. Timoteo comprendió que su ciclo se había terminado. Tal vez, haya pensado que nunca debió comenzar.
Igual, su año en Núñez no fue todo lo oscuro que este post puede suponer. La Copa Interamericana, el afianzamiento de Claudio Caniggia y Pedro Troglio como jugadores titulares, y sobre todo, el inolvidable 3-2 a Boca, luego de estar 2-0 abajo en el segundo tiempo.
Construyó gloriosos equipos como el Ferro de los 80 y Gimnasia de los 90. Es una lástima que su nombre esté en la hilera de los entrenadores que no dejaron mucho en la historia riverplatense. Sus pergaminos no lo merecían.

lunes, 16 de febrero de 2009

CONTAGIAME QUE ME GUSTA

Rosario Central 1 - 2 River Plate
Torneo Clausura 2009 - 2ª fecha
Gigante de Arroyito (Rosario) - 15/02/09


ROSARIO CENTRAL: Broun; Álvarez, Ribonetto, Braghieri y Lima; Moreno y Fabbianesi, Méndez, González y Choy; Franzoia y Caraglio. Posteriormente Zelaya, Núñez y Escobar. DT: Gustavo Alfaro.
RIVER PLATE: Ojeda (5); Ferrari (5), Cabral (5), Sánchez (6) y Villagra (5); Galmarini (6), Ahumada (6), Abelairas (6) y Buonanotte (4); Rosales (4) y García (5). Luego Fabbiani (8), Ríos (5) y Barrado. DT: Néstor Gorosito.
GOLES: Milton Caraglio (RC) 15 pt. Martín Galmarini (RP) 17 st. Cristian Fabbiani (RP) 22 st.
ARBITRO: Héctor Baldassi (bien)
RESULTADO MORAL: Rosario Central 2 - River Plate 2

Algo tiene que lo hace distinto a los demás. Lo ves calentado y está mas transpirado que los que desde hace rato están jugando. La camiseta afuera que no disimula su famosa busarda. Lo insultan desde los 4 costados y el tipo se ríe. Parece un camionero de Moyano que pasó por la peluquería de Giordano. Entra faltando media hora. En la tercer pelota que toca le dan un metro y los vacuna para toda la tarde. Zapatazo seco de 25 metros que estremece la red. Lo festeja de cara a sus victimas. Es el momento de la revancha.
Eso que tiene Fabbiani se llama carisma, y no se compra en el minimercado de la esquina. El carismático es un tipo poderoso. Subleva, motiva, convence, ilusiona. Creer o reventar, pero con el Ogro en cancha, River pasó de ser un canto a la timidez y la inexpresividad, a ser un cuadro combativo y con la sangre hirviendo. Y no solo que mejoró a los suyos sino que cegó a los adversarios que entraron en la guerra de nervios propuesta, en algo que -desde Guillermo Barros Schelotto y Chilavert, no se veía por nuestras canchas.
La victoria de River en Rosario se explica por un solo nombre: Fabbiani. Y eso es tan bueno como malo. River no jugó bien y, tal vez, no haya merecido los tres puntos. En el primer tiempo Central fue mas claro y mas incisivo. Complicó con el empuje de Caraglio y la marca pegajosa de Méndez sobre Buonanotte. El complemento había arrancado con el mismo panorama. Hasta que Fabbiani pisó el campo. A partir de allí, River, Central, y el partido, no fueron los mismos. ¿Estamos en presencia de una nueva estrella en el cielo millonario?. No. Le falta bastante. Pero, al menos, es alguien en quién creer.

viernes, 13 de febrero de 2009

RIVER PARIÓ UNA ALEGRÍA

River Plate 1 - 0 Nacional (Paraguay)
Copa Libertadores - 1ª fecha - Grupo 3
Estadio Monumental - 12/02/09


RIVER PLATE: Ojeda (6); Ferrari (5), Cabral (6), Sánchez (6) y Villagra (5); A. Fernández (5), Ahumada (6), Abelairas (4) y Buonanotte (6); Rosales (6) y G. Fernández (4). Luego Fabbiani (6), Flores (4) y Domingo. DT: Néstor Gorosito.
NACIONAL (PARAGUAY): Don; Mazzacotte, Píris, Espínola y Arévalos; Núñez, Inca, Cáceres Román y Ruíz Peralta; Arriola. Posteriormente Escobar y Ortellado. DT: Daniel Raschle.
GOLES: Diego Buonanotte (RP) 45 st.
ARBITRO: Héber Lopes -Brasil- (muy mal)
RESULTADO MORAL: River Plate 2 - Nacional de Paraguay 0.

Así tenía que ser, así tenia que darse. Como un signo de estos tiempos en donde todo lo que se consigue cuesta sangre. Con los nervios a flor de piel, un triunfo mal parido, sucio, desprolijo, ilegal. Un triunfo sudado, medio de prepo, que alivia el ansia, que calma a las fieras.
Fue a los 90. Llegó justo para justificar una victoria que se mereció desde el primer minuto y por la que se hizo mucho -y mal- para lograrla. Pero esa insistencia, hija de un apuro ciego, redimió con el toque corto a la red de Buonanotte dos metros en off side, luego de que Fabbiani, bajando el esférico con su bíceps, comenzara a justificar tanto barullo veraniego con esa mínima jugada gestora del gol. Un gol ilícito por donde se lo mire, pero tan válido para el árbitro como para nuestra confianza.
Los paraguayos vinieron a River con una receta sencilla y efectiva. 4-4-2 con orden y aguante. Solo eso bastó para que las buenas intenciones del cuadro de Gorosito choquen con el correr de los minutos contra el adversario mas implacable que posee hoy el millonario. Sus propias necesidades. Igual, Juan Ignacio Don ahogó varias veces (a Cabral, a Tortuga Fernández, a Fabbiani, a Buonanotte, a Ahumada) lo que era un seguro grito de la banda.
Es clave en la Copa asegurar los puntos en casa. Pero mas importante es ganar confianza y generar buena onda con el equipo. Por eso vale tanto este festejo menor en estos tiempos de malaria. Es una victoria, que no es poco.

miércoles, 11 de febrero de 2009

ESA OBSESIÓN


La Copa Libertadores de América. Vieja yegua malvada. Conquistarla para River ha sido un desvelo crónico. Juega a la seducción mostrando sus encantos, vamos por ella y la muy histérica nos rechaza. Siempre hay un pero para el no rotundo. Pero vamos otra vez, perdidos por perdidos, a torcer esa decisión y a lograr que la señora despiadada, se deje saborear al menos por un añito.
Así como en los Video Game, la Libertadores ofrece a los participantes una serie de pantallas a pasar hasta llegar al final. Este año, esas pantallas para River tiene tres nombres de movida. Nacional (de Uruguay y Paraguay) y Universidad de San Martín de Perú. Veamos.
Nacional de Montevideo es un grande de América. Muy grande. Tiene 3 Libertadores, 3 Intercontinentales, 2 Interamericanas, 1 Recopa y 41 títulos caseros, además de estar jugando el fin de semana la final del torneo 2008. Convoca e impone respeto desde una historia enorme de 110 años, que tal vez, ahora, este un poco desprestigiada por un equipo que siempre amaga y nunca concreta. Igual son fuertes de local. Juegan en el Parque Central y en los choques de gran convocatoria viajan al Centenario. Los dirige Gerardo Pelusso. Sus nombres importantes son Sergio Blanco, Alexander Medina, Diego Arizmendi, y los compatriotas, Matute Morales, Federico Domínguez y Marcos Mondaini. Hay 2 antecedentes en Libertadores con el Bolso: 2 victorias en 2004. 1-0 en Núñez (Gallardo) y 3-1 en él Estadio (Ahumada, Sand y Méndez).
Nacional de Paraguay no tiene tanta historia como su homónimo oriental, pero igual tiene algo para contar. Es una institución con una influencia notable en el Fútbol Argentino, ya que de sus filas surgió Arsenio Erico, uno de los dos goleadores históricos de nuestro país. Ha ganado 6 Ligas Paraguayas y entre los guaraníes se los conoce como “el segundo equipo de todos”. Terminó quinto en el certamen casero 2008. Llegó a la Copa por el repechaje donde pasó sin problemas a El Nacional de Quito. Aparentemente está un escalón por debajo de nuestro nivel. Su entrenador es Daniel Raschle, argentino ex jugador de Mandiyú. Dos compatriotas son titulares. El arquero Juan Ignacio Don y el goleador Heber Arriola. También Se destacan Raúl Román y Gustavo Morinigo, este último con experiencia en Selección Nacional, y el brasileño Glacinei Martins (mas conocido como Inca). Jugará de local en el estadio La Olla de Cerro Porteño.
Universidad San Martín de Porres es un experimento exitoso. Fue fundado en enero de 2004 como entidad privada, perteneciente a la prestigiosa Universidad Limeña. Tuvo un ascenso vertiginoso dentro del fútbol incaico. En su corta vida ya ha ganado dos torneos Locales (2007 y 2008) y ha participado en la Libertadores de 2008, donde incluso fue rival millonario (0-2 en Lima y 5-0 en Buenos Aires). Su participación estuvo en duda por la suspensión que pesaba sobre la Federación Peruana de Fútbol por parte de FIFA. Los dirige Víctor Rivera. Tienen un equipo experimentado con figuras como el arquero Leao Butron, el volante John Inostroza y el delantero Guillermo Salas. Su incorporación estrella es Martín Arzuaga, aquel colombiano que estuvo por firmar con River y que en Argentina actuó en Godoy Cruz y Central. El será el reemplazante de Roberto Ovelar, su goleador, que volvió a su país.
Si el asunto es por historia, River primero, y Nacional de Montevideo después, no deberían tener problemas en llegar a octavos. Pero en este último tiempo, hemos tenido tan poco respeto por la historia que convendría no fiarse. La experiencia nos ha dicho mas de mil veces que con la señora Libertadores, no se jode.

lunes, 9 de febrero de 2009

PONE UN CIRCO Y CRECEN LOS ENANOS

River Plate 2 - 2 Colón (Santa Fe)
Torneo Clausura 2009 - 1ª fecha.
Estadio Monumental - 08/02/09


RIVER PLATE: Ojeda (5); Ferrari (5), Cabral (6), Sánchez (6) y Villagra (5); Fernández (6), Ahumada (6), Abelairas (5) y Buonanotte (7); Rosales (6) y García (6). Posteriormente Villalba, Gerlo y Flores. DT: Néstor Gorosito.
COLÓN: Pozo; Aguilar, Mansilla, Ferrero y Chitzoff; Capurro, Rivarola, Torres y Garnier; Castillo y Fuertes. Posteriormente Mena, Goux y Prediger. DT: Antonio Mohamed.
GOLES: Gustavo Cabral (RP) 12 st. Radamel Falcao García (RP) 24 st. Alejandro Capurro (C) 32 st. Sebastián Prédiger (C) 47 st.
ARBITRO: Alejandro Sabino (regular)
ROJAS: Aguilar (C).
RESULTADO MORAL: River Plate 3 - Colón (Santa Fe) 0.

Las caras lo dicen todo. Hay muecas de fastidio, súbita mala onda, baldazo de agua fría. Duele perder así, aunque en realidad no se haya perdido. Está claro, a River siempre le ocurrieron cosas insólitas como esta. El tema es que la seguidilla sucesos inexplicables, vienen ocurriendo demasiado seguido para nuestro gusto. El 2-2 contra San Lorenzo, el 2-2 contra Chivas, el 1-2 contra Boca en Mardel, y ahora esto.
Desde la tribuna baja el apellido fetiche. Grito de guerra, bandera de protesta, ilusión postergada. El orteeeeega, orteeeeega del final es el aviso del fanático de que lo que está ocurriendo no nos gusta para nada, aunque para justificar lo de ayer no encontremos demasiados culpables. River ganó en todo, menos en los arcos.
Ahora. Permitámonos la sensación de ser optimistas. Ayer el equipo mostró que le quedan signos vitales. Recobró algo del brillo extraviado de Buonanotte (el caño a Aguilar, extraordinario), jugó suelto, fue punzante y directo en el segundo tiempo, se pasó la pelota como hacía meses, elaboró chances de gol, convirtió un hermoso segundo tanto y sufrió poco en su área. El empate es obra de una suerte esquiva y de la tremenda pericia de los ejecutantes santafecinos, que pusieron desde mas de treinta metros sendos balazos en los ángulos de Marcelo Ojeda.
En los últimos 6 meses, River solo ganó 2 partidos en casa y 4 en total. La última victoria fue ante Independiente en Avellaneda hace 3 meses. Los refuerzos llegaron pero no está listos. La gente está molesta, venimos de salir últimos, la impaciencia domina, encima no hay liga ni de rebote. Pareciera que está todo mal, pero, al menos por estos partidos, dejenme ser optimista. Solo por naturaleza.

jueves, 5 de febrero de 2009

EL FAMOSO OGRO FABBIANI


Fabbiani la pisa, la amasa, la mueve, mete el culo, juega con su lomo doble pechuga, se pone la vincha, de baja las medias, hace goles, hace hacer goles, es insultado y no se calla, insulta y se la banca, sobra, humilla, tiene calle, tiene barrio, tiene potrero, entra a la cancha profesional como si se metiera en patas en una canchita de papi fútbol, llega y se pone cualquier hinchada en el bolsillo, lo adorás al instante si se calza tu camiseta, pero lo odiarías con fuerza si fuese tu rival de turno. Dice "yo quiero jugar en River, es el sueño de mi vida", y lo que en todos los que llegaron a Núñez suena a verso, en él se transforma en una confesión que sale del corazón. Y le creemos.
Se mueve como un hipopótamo con nandrolona, mide 1,90, pesa 95, juega con la remera afuera para disimular la pancita que nunca pudo quitarse, a veces se ausenta del partido pero tiene la capacidad de volver con algún toque de distinción. No te duermas, porque si te descuidás te pinta. Es capaz de poner un pase de pecho en el área chica, clavarla en un ángulo, gambetear defensor y arquero y tirarla afuera con el arco libre, o pegar una piña a los 5 minutos y hacerse echar. Tomalo o dejalo.
Tiene la promoción de Van Nistelrooy e Ibrahimovic, pero no es ni Ruud ni Zlatan. Tiene carisma, tiene quilombos, si no lo encontrás en su casa lo encontrás en Sunset. Ha picoteado en el irresistible néctar de las botineras de la farándula, una de ellas, Amalia Granata, le ha dado una hija, Umma, que asegura, le cambió la vida. Ramón Cabrero, su DT en Lanús, lo definió con una frase certera como pocas. "Si se pone las pilas, entrena en Ezeiza"
Su pase fue una novela, que si vengo, que no voy, que pagame, que no te pago. Newell's pidió a Falcao y Salcedo, pero terminó conformándose con el pibe Andrés Riós. Vélez, todavía lo espera en la revisión médica. Obró con descaro y poca ética para cumplir el sueño que imaginó siempre desde las calles peladas de Ciudad Evita. Tiene 55 goles oficiales en 7 años de carrera. Lanús, Palestino de Chile, Beitar Jerusalem, Cluj de Transilvania y Newell's Old Boys fueron sus casacas anteriores. Antes de firmar ya le tiraron con munición gruesa, "puede ser el Barros Schelotto de River", "es referente del Club aún sin jugar", dijeron por ahí. Habrá que ver. Seguro, que si hace un par de goles y tira algunos caños se compra la hinchada. Pero, la verdad, por tanto revuelo veraniego, esperamos mucho mas que eso.

miércoles, 4 de febrero de 2009

RIVER PLATE / ALTERNATIVA 1962 - 1967


El Stade Reims era una potencia del fútbol europeo a finales de la década del 50 y comienzos de los 60. Llegó a jugar incluso una final de Champions League ante Real Madrid, y tenía una enorme reputación en el viejo continente. Por aquellos años era muy usual que los cuadros poderosos de Argentina realicen sus pretemporadas jugando partidos en Europa, y de paso, abrían la vidriera para exhibir a los jugadores mas importantes con el objetivo de una transferencia.
En 1962, River hizo una gira por Europa y en uno de esos choques preparatorios fue adversario del Stade Reims. La gira de los Millonarios había sido un éxito en lo deportivo, tanto que a modo de reconocimiento, los dirigentes de la escuadra francesa ofrendaron una medalla a cada jugador y un set de camisetas para la institución argentina.
El singular obsequio quedó como parte de la indumentaria oficial, pero no fue usada asiduamente en los primeros años salvo en algún aislado cotejo amistoso.
Era una camisa abotonada, como las que River usaba por esos años, completamente roja con las mangas blancas, originalmente no llevaba el escudo bordado, cosa que posteriormente si se hizo.
Ya para 1965 la camiseta comenzó a ver mas acción oficial, por ejemplo en los partidos en los que River era local ante Platense, Gimnasia de La Plata, Huracán o Quilmes. El resto de la indumentaria (pantalones negros o blancos, medias grises o blancas con rayas rojas) oscilaba de acuerdo al atuendo utilizado esos años. Dejó de usarse a fines de la década del 60
La usaron, entre otros, Juan Carlos Lallana, Juan Carlos Guzman, Diego Bayo y José Manuel Ramos Delgado.

lunes, 2 de febrero de 2009

MUY CERCA DEL RIDÍCULO

River Plate 0 - 2 Boca Juniors
Amistoso. Copa Revancha 2009
Malvinas Argentinas (Mendoza) - 01/02/09


RIVER PLATE: Ojeda; Galmarini, Cabral, Quiroga y Ferrari; Barrado, Ahumada, Domingo y Abelairas; Rosales y García. Posteriormente Buonanotte, Sánchez y Villalba. DT: Néstor Gorosito.
BOCA JUNIORS: Abbondanzieri; Roncaglia, Sauro, Muñóz y Krupoviesa; Chávez, Forlín, Gaitán y Gracián; Mouche y Viatri. Posteriormente Fondacaro, Vidal y Palacio. DT: Carlos Ischia.
GOLES: Pablo Mouche (BJ) 43 pt. Facundo Roncaglia (BJ) 31 st.
ARBITRO: Sergio Pezzotta
RESULTADO MORAL: River Plate 0 - Boca Juniors 4

Primero lo primero. Solo se trata de un partido amistoso de verano.
Pero es muy difícil hacerse el gil, y mirar para otro lado como si nada hubiera pasado. Bancarse los 90 minutos, escuchar el ole hiriente, verte humillado. Lo de anoche ante los suplentes de Boca, no solo fue la enésima confirmación de que River es un equipo berreta, sino que volvió a desnudar la pérdida de identidad a la que nuestra camiseta ha sido sometida en los últimos meses.
Quedan varias preguntas. ¿Porque esos 11 jugadores pensando en cuidarse?. ¿Gorosito sabe que esto es River y no Argentinos?. Galmarini de 4, ¿que quiso inventar?. Ferrari de 3, ¿que quiso inventar?. Rosales arrancando de atrás ¿que quiso inventar?. Domingo y Ahumada de doble cinco todo el partido, aún perdiendo en el segundo tiempo, ¿que resultado estábamos cuidando?. ¿Porque sigue jugando en River un jugador mediocre como Cabral?. ¿Porque solo pateamos al arco una vez en todo el partido?. ¿Porque caímos tan bajo?.
Sacándose de encima el fanatismo y los pruritos folclóricos que nos distancian eternamente. Hoy por hoy, el sentimiento del hincha de River hacia Boca, no es de odio, bronca, repulsión o indiferencia. Es, sencillamente, sana envidia.