domingo, 29 de agosto de 2010

100% LUCHA

Argentinos Juniors 0 - 0 River Plate
Torneo Apertura 2010 - 4ª fecha.
Estadio D. A. Maradona - 29/08/10.



ARGENTINOS JRS: Navarro; Prósperi, Torren, Sabia y Escudero; Bogado, Mercier, Basualdo y Hernández; Romero y Blandi. Posteriormente Barrera y Escobar. DT: Pedro Troglio.
RIVER PLATE: Carrizo (6); Ferrari (5), Ferrero (6), Román (6) y Arano (5); Affranchino (4), Almeyda (6), Pereyra (4) y Ortega (5); Buonanotte (4) y Funes Mori (5). Luego Lanzini, Pavone y Rojas. DT: Ángel Cappa.
GOLES: No hubo.
ARBITRO: Pablo Lunati -bien-
MAN OF THE MATCH: Juan Mercier (Argentinos Juniors)
RESULTADO MORAL: Argentinos Juniors 1 - River Plate 1.


Es cierto que no estamos en condiciones de ponernos muy exquisitos, pero tampoco nos ha tapado tanto el agua como para festejar cualquier cosa. Cautela y un poco de sentido común. De La Paternal nos vamos con un punto y con la punta, y realmente no se cual de las dos cosas (la unidad o el liderazgo) es mas importante. No se puede pedir mucho más. River sumó en un terreno difícil. Sumó dijimos, y por todos los apremios conocidos, para eso está el millonario en esta temporada.
La orejeada del fixture impone en estos tiempos resaltar como visita peligrosa de puntos perdibles, la excursión al Diego Maradona. Mas ancha que larga, resulta muy dificil jugar bien allí, básicamente, porque no existe la posibilidad de generar ese componente básico que permite el desequilibrio: El espacio. Argentinos lo sabe y por eso presiona, molesta, incomoda, tira centros desde tres cuartos de su campo y desde los laterales en ataque. Obligados a ser precavidos y desconfiados, tal vez River (curado de espanto en una cancha siempre desfavorable) se excedió en estos conceptos, puso lucha y empeño, y se dio pocas chances de poder llevarse el partido.
El pulso del juego lo marcaron los volantes centrales. En el primer tiempo el criterio de Mercier más el interesante aporte del chileno Hernández empujaron a un River inconexo hacia el área misma de Carrizo, otra véz serio y confiable. En el complemento, el fervor volcánico de Almeyda elevó el espíritu de un equipo mas confiado y seguro de sí. Ortega tuvo en sus pies el triunfo pero no resolvió de acuerdo a sus pergaminos. No hubiera sido justo.
Debutó el paraguayo Román y fue junto a Alexis Ferrero lo más sólido de una zaga que cabecea poco, pero molesta bastante y rechaza todo. Es vital que Pereyra y Affranchino comprendan rápido que deben correr a los costados de Ariel todo el partido. Si no lo hacen, Ortega transporta. Y si transporta, se cansa y se confunde. Y un Burrito cansado y confundido no nos sirve mucho. Da la sensación que Funes Mori (mas allá de su momento dulce) necesita una compañía mas "pesada" en el área, y no tanto la asistencia de los volantes llegadores. Y queda preguntarse muy seriamente si es conveniente para Diego Buonanotte que lo sigan manteniendo en cancha con el nivel que ha mostrado.
¿Hubieran firmado 10 puntos de 12 en el arranque?. Obvio. Sin mirar y con las dos manos. De todas formas todavía no queda muy claro cual es el horizonte de este equipo, aún enredado en la ambiguedad de la pelea a dos tablas. El rival del próximo domingo (la primera gran prueba del semestre) dictaminará en que capitulo de la historia deberemos concentrarnos.

martes, 24 de agosto de 2010

LIBERTADORES AÑO 0


Hay muchos que creen que la tortura de River en certámenes internacionales comenzó con su propio debut en Copa Libertadores en el año 1966. Pocos saben que en la prehistoria del máximo torneo del continental, ya existían indicios contundentes de una realidad que se repitió dramáticamente durante varios años. Un River completamente poderoso, por siempre candidato, y muy a menudo frustrado en sus aspiraciones.
La idea de crear un certamen continental de clubes -cocinada por Peñarol a comienzos de los 60-, tuvo su piedra angular en una iniciativa de los dirigentes de Colo Colo de Chile, quienes luego de un soberano esfuerzo, organizaron la Copa Sudamericana de Campeones de 1948, un torneo (sin el padrinazgo de la Conmebol) que reunió a 7 de los 10 campeones de ese año: River Plate de Argentina, Nacional de Montevideo, Colo Colo de Chile, Vasco da Gama de Brasil, Litoral de Bolivia, Municipal de Lima y EMELEC de Ecuador.
La disputa fue toda una novedad, así que durante todo un mes, los ojos del fútbol americano se posaron en el Estadio Nacional de Santiago, única sede de este campeonato que promedió 39.000 espectadores por noche. De movida se percibía una disparidad notable entre tres equipos (River, Nacional y Vasco) y el resto. La lógica no se ausentaría de esta cita tras la cordillera.
El River que jugó en Santiago, era un River post-máquina. Ya no estaba Adolfo Pedernera, y Hugo Reyes jugaba mas que Juan Carlos Muñóz. Esa sería la última temporada de José Manuel Moreno como jugador millonario; Al equipo lo dirigía José María Minella y contaba con un Alfredo Di Stéfano exorbitante, goleador y figura en el tÍtulo obtenido en el año 47. La Máquina y su fútbol fulgurante habían adquirido un prestigio tan notable que su llegada causó conmoción y fue imposible no considerarlo candidato.
El primer partido de River en el campeonato (y el primero en la historia del Club en certámenes internacionales oficiales) se jugó la tardecita 18 de febrero del 48. El rival fue EMELEC de Ecuador, el cuadro de la empresa eléctrica de Guayaquil. 3 goles de Hugo Reyes definieron rápido el match en el primer tiempo, luego Joaquín Martínez completó el 4-0 en un pleito absolutamente cómodo. La misma tesitura tuvo tres días mas tarde el segundo juego ante Municipal de Perú. Fue 2-0 con tantos de Loustau y Labruna. La banda roja que también visten los limeños, obligó a River ese día a utilizar la casaca alternativa de bastones tricolor.
El cotejo bisagra de ese campeonato fue el choque contra Nacional de la 3ª fecha. El bolso había relegado puntos clave en las fechas de inicio y estaba en el certamen para hacer daño. River fue al ataque desde el comienzo pero se topó ante una efectiva máquina de contragolpear. Fue un doloroso 0-3 con altas actuaciones del ya veterano Atilio García, “Mandraque” Luis Ernesto Castro, y de un joven wing derecho extremadamente hábil llamado Walter Gómez.
Tras vencer con facilidad a Litoral de Bolivia por 5-1 (Di Stéfano 3, Moreno y Loustau), River sabía que para ser campeón no le quedaba otra que ganar los dos cotejos restantes: Vasco da Gama y Colo Colo, pero la esperanza no llegó hasta el segundo partido.
El 14 de marzo, 45.000 personas presenciaron la denominada “batalla de las franjas”. Vasco da Gama era el multicampeón carioca y su formación (con Barbosa, Ademir, Maneca, Djalma, Friaca, etc) la base de la Selección Brasileña que perdería dos años mas tarde la final de su mundial en el Maracaná. Hubo pierna fuerte y mal intencionada. Hubo piña y expulsiones. Hubo varias chances de gol para River. Pero no hubo goles y la paridad habilitó el festejo de Vasco que recibió como trofeo una hermosa escultura de un cóndor de bronce de manos del invitado especialísimo de la tarde: El General Juan Domingo Perón.
5 días luego, un gol de Alfredo Di Stéfano le dio a River el triunfo ante Colo Colo y el puesto de subcampeón. En aquel momento el sinsabor fue muy pequeño, pero casi 50 años mas tarde, la Confederación Sudamericana de Fútbol analizó uno por uno los argumentos esgrimidos por Vasco da Gama para considerar esta Copa como certamen oficial, logrando su cometido. Indirectamente añadió un capitulo más, al largo dossier de frustraciones sudamericanas de la querida banda roja.

domingo, 22 de agosto de 2010

QUEREMOS CREER

River Plate 3 - 2 Independiente
Torneo Apertura 2010 - 3ª fecha.
Estadio Monumental - 22/08/10.



RIVER PLATE: Carrizo (7); Ferrari (6), Maidana (5), Ferrero (5) y Arano (5); Affranchino (5), Almeyda (6), Pereyra (5) y Lanzini (8); Buonanotte (4) y Funes Mori (8). Posteriormente M. Díaz y Caruso. DT: Ángel Cappa.
INDEPENDIENTE: Gabarini; Vallés; Galeano, Tuzzio y Mareque; Fredes, Godoy, Mancuello y Gracián; Pacheco y Silvera. Luego Parra, Martínez y Cabrera. DT: Daniel Garnero.
GOLES: Rogelio Funes Mori (RP) 8 pt. Andrés Silvera (IND) 17 pt. Rogelio Funes Mori (RP) 18 pt. Paulo Ferrari (RP) 27 pt. Juan Pablo Carrizo (RP) -en contra- 44 st.
ARBITRO: Néstor Pitana (bien)
MAN OF THE MATCH: Rogelio Funes Mori (River Plate)
RESULTADO MORAL: River Plate 3 - Independiente 2.

La pucha, si te vieras un poquito River Plate, cuantas preguntas responderias con solo mirar un rato esta convocatoria que eriza la piel. Podrías reconstruirte de tus ruinas, apoyado por esos dos viejitos que saben como nadie de tu gloria y por esos chicos apenas adolescentes que visten tus colores con una dignidad que te conmueve bien adentro. La pucha, viejo y querido millonario, que ganas de soltar un grito que sacuda toda esta angustia que sigue -y seguirá- guardada bien adentro. Si supieras como se sufre, como se corta clavo al verte donde estás. Si comprendieras el alivio que somete mil y un angustias con ese pitazo final. La pucha, River. Que ganas de creer que todo volverá a ser como antes. Como cuando llenabamos canchas y nadie nos mojaba la oreja. No fue hace mucho, pero parece que hace tanto.
Y como queremos creer en todo eso, la cancha se llena. Y como queremos creer que el destino va a cambiar, la historia parece revertir su derrotero de pálidas. Queremos. Creemos, aun sin creernosla, cosa fundamental. Creemos en los goles de Funes Mori antes de que se los lleven a Europa, en el orgullo indómito de Matías Almeyda, creemos en las piernas y la mente virtuosa del muchachito Manuel Lanzini, en las manos ganapartidos de Juan Pablo Carrizo, en el ejemplo de Ariel Ortega, concentrado aun sin jugar, creemos en el paciente trabajo de hormiga de Ángel Cappa, y en este monstruo de mil cabezas que de a poco se va despertando.
Hay una buena onda que se percibe y eso contagia y predispone. A veces no hay que dar muchas vueltas para explicar porqué a los 8 minutos una pifia de Maidana en un remate al arco va a parar justo a los pies del único delantero millonario que esperaba rodeado de camisetas rojas. O que a los 18, y luego de recibir el golpe anímico que significa un empate, Funes Mori defina a lo Palermo un pase de Lanzini, pateando con la canilla y en el piso, y la pelota vaya chanchita a la red pidiendo permiso. Quizá suerte no exista, pero si viene, bienvenida sea.
River le ganó bien a Independiente. No tan bien como pudo haber sido, pero mucho mejor de lo que podía esperarse en la previa. El millonario fue intenso y certero en el primer tiempo con un Lanzini lúcido y un Funes Mori picante y zagas. La predisposición para la entrega y el apetito de victoria disimularon cierta falencia creativa y un buen número de desacoples en la zaga. En el complemento los decibeles se aplacaron por el conformismo de River y la inoperancia visitante. Una fatalidad puso a Independiente a tiro de una igualdad por la que no había hecho demasiado. En el tercer minuto de descuento un remate franco de Silvera encontró en el camino las manos salvadoras de Carrizo. Diez segundos después los corazones volvieron a latir normalmente, al menos hasta el próximo parto pactado para dentro de 7 días.
Hacía 2 años que River no ganaba tres partidos en fila. Tenemos 9 de 9, jugando para tener 6 o 7. Falta tanto que a veces pienso que tanta ilusión no tiene mucho sentido. ¿Que tabla miramos primero entonces?. Las dos. O mejor. No miremos ninguna.

jueves, 19 de agosto de 2010

NELSON CUEVAS


Así como Romario (según la logradísima metáfora de Jorge Valdano) era un jugador de dibujitos animados. A su modo, Pipino Cuevas también lo era. Una mezcla errática del Coyote y el Demonio de Tazmania. A un jugador de fútbol se lo puede amar o se lo puede odiar. Pero hay que tener un estilo muy particular para generar en el hincha esas sensaciones al mismo tiempo. Acabó con nuestra paciencia de esperar que algún día se saque el balde que tenía en la cabeza, pero también se ganó nuestra simpatía gracias a su entrega inclaudicable y un par de goles de esos que nunca mas se olvidan.
Pipino levantaba a la gente de sus butacas para ovacionarlo o para acordarse de su madre. Veloz y hábil, tomaba el balón, agachaba la cabeza y no paraba hasta convertir el gol, hasta que se la quiten o hasta chocarse contra los carteles de publicidad. Tal vez quién mejor lo definió fue Ramón Díaz, el entrenador que mejor lo comprendió y quién mas rédito extrajo de sus características. “Pipino es un fenómeno, pero tiene el problema de que gambetea cuando tiene que dar el pase y da el pasa cuando tiene que gambetear”.
Nelson Rafael Cuevas nació en Asunción del Paraguay un 10 de Enero de 1980. Hizo sus inferiores en la precariedad del humilde Sport Colombia de la colindante Fernando de la Mora. Su nombre empezó a hacerse rápidamente conocido y no tardó en alistarse en las selecciones juveniles de su país. En Enero de 1999, Pipino jugó en Mar del Plata el Sudamericano Sub 20, clasificatorio para el Mundial de Nigeria. Sus arranques desaforados por la banda derecha (jugaba de 8) llamaron la atención a mas de un club de nuestro país. Cuando el dinero no era problema en Núñez, una comitiva dirigencial partió rumbo a Asunción y a la vuelta traían a Cuevas ya contratado.
Pipino siempre fue un buen suplente y un mal titular. Sus aportes redituaban mucho mas en 15 minutos que en 90. De contra y con espacios solía ser un dolor de cabeza, pero atrapado en la maraña de un partido aún no resuelto, solamente aportaba un barullo exasperante. Pero Cuevas le ponía empeño, actitud, combatividad, era simpático a la prensa, su madre un personaje digno de Showmatch. Y pese a que tanto Ramón Díaz, Pellegrini y Astrada lo tenían siempre como segundo de, ese tezón voluntarioso le valió el premio de anotar su nombre en las páginas de la historia. O acaso habrá algún hincha de River que logre olvidar la apoteosis de su gol a Racing sobre la hora, o ese tanto a Abbondanzieri haciendo equilibrio en la línea final en un superclásico de 2005.
Peleado con Aguilar y media dirigencia (otro motivo mas para caer simpático), Cuevas emigró y se transformó en un viajero errante del mundo fútbol. Jugó en China para el Inter de Shangai, en México para el Pachuca de Hidalgo y las Águilas del América, en Brasil para el Santos, cruzó la cordillera para defender a la Universidad de Chile y volvió a su tierra para jugar 6 meses en Libertad de Asunción. En el medio de todo este periplo, fue hombre de Selección en los Mundiales de 2002 y 2006. En Japón lo mandaron a la cancha en los 30 minutos finales del juego clave contra Eslovenia. Su gambeta terca descalabró la defensa balcánica y con dos goles llevó a la garra guaraní a octavos de final. En Alemania, volvió a convertir frente a Trinidad y Tobago, pero ese día la clasificación ya se había escapado.
Nelson Cuevas jugó en Olimpia de Paraguay la última temporada y ahora lo hará para el Albacete de la B española. Todavía muchos plateístas se siguen levantando como eyectados para mandarlo al carajo cuando elije una gambeta de más o un remate al arco desde un ángulo imposible. El problema es de ellos, a esta altura deberían saber que Pipino es así. Incorregible. Tomalo o dejalo.

martes, 17 de agosto de 2010

CARLOS GABRIEL BATISTA

River Plate 1990 – 4 partidos – 0 goles – 0 títulos


No hay peor cosa que lo que pudo ser y no fue. Nadie podría asegurarle un destino de gloria a una carrera apenas incipiente, pero los verdaderos sueños están hechos de un material tan sólido que para destrozarlos hace falta aplicar un golpe muy fuerte. La muerte del chico Carlos Gabriel Batista, realmente lo fue.
Su historia es parecida a las tantas que año tras año se gestan en las pensiones y potreros del país. Un mocoso que llega, se prueba y queda. Una vida dada al cumplimiento del sueño, la fascinación de vestir la casaca amada. Los amigos, los maestros, el pibe que promete y que llega. Un técnico que echa el ojo y el llamado a concentrar que lo sorprende. Batista había llegado a la cima (su cima) despacito pero a paso firme, estaba pagando el derecho de piso. Iba en camino.
Lo puso en Primera Passarella, un tipo al que nunca le tembló el pulso al momento de mandar a la cancha a pibes de la cantera. Fue en la cancha de Huracán ante Deportivo Español, el 19 de agosto de 1990 por la primera fecha del Apertura. ¿Batista?, ¿es algo del Checho?, habrán preguntado los hinchas, pero no, Carlos Gabriel no era nada del Checho. Habrá escuchado el “veni pibe” del Kaiser y habrá experimentado ese nudo en el estómago tan comparable al que se siente en la previa de un final importante o del parto de un hijo. Habrá masticado su chicle con fruición, habrá recibido las palabras de apoyo y los consejos tranquilizadores de los mas veteranos. Su tarde se habrá cerrado con la sonrisa ancha de la victoria y el deber cumplido.
Por aquellos días River jugaba sus fichas fuertes en la Copa Libertadores y liberaba espacio para que sus elementos juveniles se muestren en las primeras fechas del torneo vernáculo. Entonces aparecieron Javier Claut, Gabriel del Valle Medina, Walter Silvani, Pucho Castro, Leo Fernández, Jorge Gutiérrez, Ariel Beltramo. Compañeros de camada y compinches de Batista, un muchacho se había reconvertido en volante de marca, dejando de lado el puesto original de sus inicios como wing. Jugó unos minutos en Córdoba en la victoria sobre Talleres por 2-1, y fue titular en la igualdad ante Racing en el Monumental 1-1. El 16 de septiembre actuó por cuarta y última vez en la primera de River en la caída por 1-2 ante Mandiyú de Corrientes.
Con los titulares dedicados de lleno al Campeonato, Batista volvió a la reserva y allí culminó sus días, entregado al encanto de saberse importante con la camiseta mas querida, metiéndole pata en cada práctica para volver a experimentar la incomparable sensación de jugar en la primera de River. El 27 de octubre de 1990, cuando caía lento y melancólico el crepúsculo de un sábado mas, un terrible accidente de tránsito, cruel e incomprensible, segó su vida plena de juventud. Tenía 21 años.

domingo, 15 de agosto de 2010

RIVER ESTÁ 6 PUNTOS

Huracán 0 - 1 River Plate
Torneo Apertura 2010 - 2ª fecha.
Palacio Tomas A. Ducó - 15/08/10.


HURACÁN: Monzón; Peña, Quintana, Quiroga y Hereñú; Montiglio, Brítez Ojeda, Machín, Nieto y Morales; Zárate. Posteriormente M. Martínez, Orlando y Otálvaro Arce. DT: Héctor Rivoira.
RIVER PLATE: Carrizo (6); Ferrari (5), Maidana (7), Ferrero (6) y Arano (5); Affranchino (6), Almeyda (7), Pereyra (5) y Ortega (7); Buonanotte (4) y Funes Mori (6). Posteriormente Caruso, Ballón y Rojas. DT: Ángel Cappa.
GOLES: Facundo Affranchino (RP) 11 pt.
MAN OF THE MATCH: Matías Almeyda (River Plate)
ARBITRO: Saúl Laverni (bien)
ROJAS: Ariel Ortega (River Plate)
RESULTADO MORAL: Huracán 0 - River Plate 1.

5, 10, 15 minutos finales. Huracán ataca pero no hace ni cosquillas. Algún centro, algún rebote, algún bochazo sin ton ni son. Todo está bajo control pero pese a eso, el corazón galopa como pichicateado, se cruzan los dedos, las piernas, se hacen cuernitos, se ruega por dentro, miramos el reloj y el desgraciado apenas si se mueve. De pronto pasa lo lógico e inexorable. Laverni pita y River gana. Las correas que te atan se liberan mágicamente y el bienestar invade un alma sin barreras. 7 días más en paz con uno mismo y el mundo en general. Habrá algún puñito cerrado, alguna arenga moderada. Se descontracturan el cuello y las piernas. Apenas van dos fechas, dos partos. Pensás que este va a ser un año muy largo. Llega la pregunta de la razón, esa que dice si vale la pena sufrir así por un equipo de fútbol... Y si. Toda la vida.
Nos vamos de Patricios con tres unidades valiosas en esta colecta pro-puntos iniciada la semana pasada. Si ante Tigre el valor de la victoria se justificaba solamente por un arranque con sonrisas, este triunfo ante Huracán extrae para sí un par de argumentos, que de sostenerse y afianzarse, pueden fundar una pequeña ilusión. En el Ducó River propuso su idea y dispuso de los recursos para aplicarla en buena forma en una etapa inicial en donde marcó y debió haber marcado más. El lógico pressing quemero y la roja a Ortega obligaron a apoyar la colita contra Carrizo en un buen tramo del complemento, pero nunca hubo verdadera angustia, y apenas se transpiró un poco con un corner que cruzó por el área y el pibe Muriel Orlando no pudo definir.
El dibujo raro de Cappa se volvió mucho mas clásico con las salidas de Acevedo y Lanzini. Las fichas en sus respectivos lugares despejaron varias dudas y sacaron a la luz cosas positivas. Ariel rinde mejor si juega al pase y no a la gambeta, mucho más si por sus flancos pasan, tan rápido como ante el globo, los pibes Affranchino y Pereyra. Su tonta expulsión (otra más) le arruinó una gran tarde. Funes Mori, con confianza y sin ataduras, es un delantero de otro nivel, la jugada "Zlataniana" del gol así lo comprueba. Todavía no hubo que padecer ataques serios, pero por lo pronto, Carrizo da paz. Maidana da sobriedad. Ferrero da caracter. El resto, todo lo que falte, lo pone el pelado Almeyda, en cuyo corazón y fuego sagrado River debería descansar eternamente.
¿Falta?. Pues claro que falta, obvio que si. Falta mas juego, falta mas peso ofensivo, mas tenencia de balón, mayor proyección, mayor tranquilidad. Todas cosas que tal vez no obtengamos hasta que sumemos los puntos que necesitamos sumar. Lo que no falta es optimismo, entrega y respaldo. El arranque no podía ser mejor. Con este envión, ahora, es tiempo de levantar vuelo. Ahí vamos.

viernes, 13 de agosto de 2010

CAMPAÑA 1950


El 25 de junio de 1950, el ejército Norcoreano invade Corea del Sur transponiendo la línea fronteriza del paralelo 38. Comienza así un conflicto que será fogoneado por Estados Unidos y Unión Soviética en su enfrentamiento de Guerra Fría. La Madre Teresa de Calcuta funda, junto a un grupo de señores mas anónimas e igualmente grandes, la Asociación Misioneras de la caridad. Getulio Vargas retorna al poder en Brasil, esta vez por la vía electoral. Cecil Powel fotografía el núcleo atómico y por eso le dan un premio Nobel. En el 50 nace Luís Alberto Spinetta, icono irrompible de nuestro rock nacional. También nacen en Mexico la escritora Laura Esquivel y la actriz María Antonieta de las Nieves –la inolvidable Chilindrina-. En Argentina se celebra el año del centenario de la muerte de San Martín, y también el Congreso Eucarístico Internacional. La Selección Argentina de Basquet se apodera del primer mundial de la disciplina al derrotar en un épico partido a Estados Unidos en el Luna Park. El año es sacudido por dos eventos deportivos de excepción. Se corre la primera temporada de la Fórmula 1, ganada por el italiano Giuseppe Farina. En Río de Janeiro, la final del mundial de fútbol trae consigo un cimbronazo destinado a quedar en la historia. En el estadio Maracaná, ante casi 200.000 brasileños, Uruguay se impone a los locales por 2-1 y se queda con su segundo trofeo Jules Rimet.
River da un golpe de efecto importante en el comienzo de la temporada, contratando al uruguayo Walter Gómez en cifra record. Gomez debuta en Rosario ante Newell’s con un gol al minuto de juego. A la fecha siguiente lo presentan en Núñez descendiendo en el Monumental de un helicóptero. River pierde con Quilmes 1-4. Fue una gran temporada para Gómez, autor de 22 goles, pero no para River que culmina cuarto, lejos de Racing, de nuevo campeón. Lo mas destacado de la campaña son los dos triunfos sobre Boca. El primero en Núñez 1-0 con tanto del ignoto Manuel Barbeito. En la revancha el triunfo es por 2-1 con tantos de Labruna y Gómez. El charro Moreno, insignia fabulosa de la historia millonaria, juega ese clásico con la casaca xeneize.

CAMPEONATO AFA 1950
.
1- Newell's O.B. 2-0 - Gómez, Fizel.
2- Quilmes 1-4 - Loustau / Paraja (3), Gallo.
3- Estudiantes (LP) 1-1 - Labruna / Giosa.
4- Atlanta 1-3 - Labruna / Carrera, Ingunza, Ramos (ec).
5- Ferro C.O. 1-1 - Loustau / Piovano.
6- Huracán 2-2 - Fizel, Loustau / Caserio, Bravo.
7- Banfield 1-3 - Labruna / Converti, Albella, Pizzutti.
8- Racing Club 0-3 / Sued, Simes, Bravo.
9- R. Central 3-2 - Labruna (3) / Portaluppi, Aresi.
10- Boca Jrs. 1-0 - Barbeito.
11- Gimnasia (LP) 2-1 - Labruna (2) / Oroz.
12- Chacarita Jrs. 0-0.
13- Vélez Sarsfield 2-3 - Muñóz, Gómez / Zubeldía (2), Malegni.
14- San Lorenzo 2-1 - Gómez (2) / González.
15- Tigre 2-2 - O. Coll / Cucchiaroni, Ferrari.
16- Independiente 0-1 / Santos.
17- Platense 3-4 - Gómez (3) / Vernazza (2), Geronis, Báez.
18- Newell's O.B. 2-0 - Castro, Labruna.
19- Quilmes 2-0 - Gómez, Barbeito.
20- Estudiantes (LP) 2-0 - Labruna, Gómez.
21- Atlanta 4-1 - Labruna (2), Gómez (2) / Pin.
22- Ferro C.O. 2-0 - Castro, O. Coll.
23- Huracán 3-1 - Loustau (2), Gómez / Vigo.
24- Banfield 1-1 - Labruna / Moreno.
25- Racing Club 3-5 - Labruna (2), Castro / Simes (2), Ameal (2), Blanco.
26- R. Central 7-2 - Gómez (3), Loustau (2), O. Coll, Castro / De Zorzi, Tissera.
27- Boca Jrs. 2-1 - Labruna, Gómez / Campana.
28- Gimnasia (LP) 2-2 - O. Coll, Gómez / Corcuera (2).
29- Chacarita Jrs 1-2 - Labruna / Esquide, Pessarini.
30- Vélez Sarsfield 0-0.
31- San Lorenzo 2-3 - Gómez (2) / Papa, Seoane, Uñate.
32- Tigre 6-2 - Labruna (2), O. Coll, Gómez, Soria, Loustau / Tanzi, Cucchiaroni.
33- Independiente 1-5 - Loustau / Lacasia (3), Santos, Rubio.
34- Platense 4-1 - Labruna (2), Gómez, Muñóz / Vernazza.

FORMACIÓN BASE: Amadeo Carrizo; Santiago Kelly -Octavio Trillini- y Lidoro Soria; Norberto Yácono, Cesar Castagno y José Ramos -Guillermo Faín-; Luis Ernesto Castro -Juan Carlos Muñóz- , Oscar Coll, Walter Gómez, Ángel Labruna y Félix Loustau -Manuel Barbeito-.

GOLEADORES: Walter Gómez 22- Ángel Amadeo Labruna 20- Félix Loustau 9- Oscar Coll 6- Luis Ernesto Castro 4- Emilio Pablo Jorge Fizel 2- Juan Carlos Muñoz 2- Manuel Barbeito 2- Lidoro Soria 1.

miércoles, 11 de agosto de 2010

ÁNGEL LABRUNA


- Anécdota 1:
Rosario, Santa Fe / 5 de marzo de 1972 / Gigante de Arroyito.
A los 40 minutos del complemento el Central de Labruna vapuleaba a River por 4-0. El pesado sol veraniego caía detrás de la platea oficial proyectando su tentadora sombra sobre el césped. Desde allí, un joven Norberto Alonso, agotado y apesadumbrado por la goleada, mira impotente el juego con los brazos en jarra. De pronto, Labruna se acerca a la linea de cal, pone las manos al costado de su boca y sin disimulo le grita “Dale, nene!!. Corré, que yo transpiré 20 años esa camiseta!!”.
- Anécdota 2:
Avellaneda, Buenos Aires / mañana x de 1973 / Cilindro de Avellaneda.
Ángel Labruna está por dar comienzo a una nueva práctica de Racing Club. Está avisado de la ausencia de Fillol por una reunión con dirigentes de River. Minutos después, sorprendido, observa como el arquero ingresa al predio vestido para la práctica. Lo llama y se produce este dialogo.
- “Fillol, ¿Usted no tenía esa reunión con la gente de River?”.
- “Eh… si, pero no, Don Ángel, mire, yo me quiero quedar acá, estoy cómodo, me…”.
- “Pere, pere, pere, pere… mire Fillol, usted haga lo que quiera, pero yo le voy a decir una cosa. Si usted no se cambia, no va a esa reunión y no arregla con River, yo mañana vengo y lo recontracago a trompadas”.
- Anécdota 3:
Córdoba / 9 de mayo de 1982 / Estadio Chateau Carreras.
Arenga previa de Angel Labruna en el vestuario Talleres de Córdoba antes del partido ante Boca Juniors por el Nacional de 1982. “Vamos muchachos, eh!. Tranquilos, hagamos lo que sabemos, pero no nos volvamos locos, este es un partido más, eh”.
Cuando los jugadores marchan para el campo, Labruna llama aparte a Carlos Morete, JJ López, Pedro González, Héctor Artico, José Omar Reinaldi y Jorge Coudannes, (todos ex River) y les dice mirándolos a los ojos: “Muchachos, partido más una mierda, eh!. Para nosotros, ante estos, los partidos son a muerte, vamos eh!”.

Las historias que se transcriben arriba pertenecen a la figura mas emblemática que River Plate tuvo y tendrá. Seguramente ustedes, amigos del blog, habrán notado el detalle de que en estos dos años y pico de experiencia on line no se ha hecho referencia directa a la figura de Ángel Amadeo Labruna. Sinceramente no he podido. La omisión autoimpuesta es hija del respeto y también de la incapacidad. Hay que ser medio caradura para sentirse facultado para resumir en una carilla la grandeza del prócer de Núñez, por eso la elección al azar de algunas de las tantas historias que de su identificación con River se desprenden. El resto es palabrería gastada. Diremos entonces lo que todos sabemos. Su carisma ganador, su ojo clínico, su mensaje llano, su humor chinchudo, su manía cabulera, su pasión por la timba baraja y burrera. Su amor por la banda ante todo y contra todos.
Y sin embargo todo elogio sigue sonando –como siempre- injusto y poco meritorio. Al fin y al cabo la historia de Labruna tiene vida perpetua en el alma millonaria. Allí descansa en el mejor de los comforts, y ahí permanecerá, tan grande, como la gloria de River misma.

lunes, 9 de agosto de 2010

MUCHO RESULTADO

River Plate 1 - 0 Tigre
Torneo Apertura 2010 - 1ª fecha.
Estadio Monumental - 08/08/10.


RIVER PLATE: Carrizo (7); Ferrari (4), Maidana (6), Ferrero (6) y Arano (4); Acevedo (5), Almeyda (7), Lanzini (5), Ortega (5) y Buonanotte (4); Funes Mori (6). Posteriormente Affranchino (5), Caruso y Ballón. DT: Ángel Cappa.
TIGRE: Islas; Díaz, Echeverría, Pérez y Trombetta; Galmarini, Castaño, Pasini y Leone; Altobelli y Stracqualursi. Luego Caballero, Morales y Rodríguez. DT: Ricardo Caruso Lombardi.
GOLES: Rogelio Funes Mori (RP) 45 st.
ARBITRO: Pablo Lunati (bien)
MAN OF THE MATCH: Diego Castagno (Tigre)
RESULTADO MORAL: River Plate 1 - Tigre 1.

Grítelo. Tome aire y grítelo. Usted se lo merece. Saque el alma a la intemperie y ventílela de mufas y penares. Escupa la angustia tragada con estoica fidelidad y delire, aunque mas no sea por un rato. Véndale el alma al diablo e ilusionese con llegar lejos, y halle en este instante supremo de felicidad los escasos motivos para creer que sí es posible el milagro. Han dicho por ahí que la muerte nos hermana a todos en el final del camino, pero según parece, un gol y una victoria sobre la hora también.
Se percibe en el aire un ambiente diferente. Otra vibración, un rebote distinto, una certeza nueva. Por algo esa convocatoria que hace que se te caigan las medias de la emoción, y por algo este festejo al cierre como si, en vez de un ordinario juego de primera fecha, se tratara de la final mas enconada. Pero toda esa movilización esperanzada no encuentra eco dentro del campo de juego y lo que se ve posee el mismo gusto rancio de los malos tiempos. La prensa exitista dirá que antes estos partidos River los perdía. Es tan cierto como improbable.
Caruso Lombardi podrá ser un charlatán y un figurón, pero también es un entrenador de una aguda visión de las falcencias del adversario. Puso el partido en una cajita y anudó pacientemente las piernas creativas de River que murieron repetida e inevitablemente en los tentáculos de Diego Castaño. River no generó nunca real peligro, hasta que en el descuento, el duende sagrado de Ortega encontró una grieta mínima para meter un desborde y colocar en la cabeza de Funes Mori el gol que todavía estamos gritando. ¿Injusto?... y sí. Pero... ¿a quién le importa?.
Se sufrió mucho, se metió mucho, se jugó realmente muy poco, y del tiki tiki, bien gracias. De todas formas, la tarde se rescata a si misma con el par de atajadas de arquero de equipo grande de JP, la entrega inclaudicable del león de azul, y cierto buen entendimiento -aún perdiendo varias veces- entre Maidana y Ferrero. Pero sobre todo, encuentra un sentido inmenso en el abrazo interminable de 50 lucas de gente con sed de protagonismo. Son apenas los 3 primeros puntos. Estan faltando mas o menos unos 67. Pero lo que verdaderamente falta todavía es un justificativo futbolístico para tanta devoción.

jueves, 5 de agosto de 2010

NUESTRO MUNDIAL


Ojala. No existe en el vocabulario de habla hispana una palabra que defina mejor la esperanza que tenemos. Ojala se de. Ojala se pueda. Ojala se imponga, ojala se quiera, ojala se deba. Ojala todo. Dentro de este marco ilusorio entra la chance de campeonar en el Apertura, y esta bien que nadie renuncie a eso. Pero todos sabemos que la batalla deberá pelearse en otro terreno.
Presos de una ansiedad llamativamente nueva, aguardamos el comienzo de esta carrera que será larga, histérica, y –Dios quiera- mas cómica que trágica. 38 rounds de una pelea contra uno mismo. porque en esta parada, River se enfrentará ida y vuelta contra 19 adversarios, pero mas que nada se las verá cara a cara contra sus propios y nuevos temores que amenazaran asaltarnos hasta imponerse.
Pero saber que todo (lo bueno y lo malo) depende de nuestro propio accionar es en parte una noticia aliviadora. River está en las proximidades de una temporada clave para su historia, y confiamos en que el monstruo que duerme en sus entrañas despertará para despedazar en trocitos cualquier fantasma. No pudo uno que nos acechó 18 años, menos podrá este fantasmita de morondanga que blandea el incómodo estandarte de la promoción. La complejidad de la coyuntura exige una respuesta a la altura de las circunstancia y River siempre da el piné. Ni el mas pesimista de los millonarios imagina que dentro de un año ocurra lo peor, pero que quede claro, River en la B sería el impacto mas fuerte de la historia del fútbol argentino. Con la imaginación de esa noticia se van a dormir los contras todas las noches. No les demos el gusto.
Ahora. ¿Tenemos en manos algo mas que nuestra ilusión?. Difícil decirlo hoy. La dirigencia sacó agua de las piedras y trajo al plantel los refuerzos que imperiosamente reclamaba. No hay estrellas pero si parece haber hambre. Carrizo y sus manos salvadoras de la última vuelta. Maidana, Arano y Román ansiando en ellos la vital solidez defensiva, Ballón y Acevedo, para apuntalar el corazón guerrero de Almeyda. Y Caruso y Pavone, para que nuestro ataque vuelva a generar algo mas que risa. Deberá Cappa encontrar lo mas rápido posible que su discurso irreprochable se plasme en cancha con un juego que nos eleve a otro nivel, y también deberá adquirir la virtud “sacapuntista” que tanto ruido le hace al lirismo que profesa. Deberemos nosotros reventar las canchas nuevamente, renovar la mística, mostrar en las malas la grandeza que nos hace superiores a todos. También deberemos saber contar hasta 10 antes de reaccionar si es que la historia no arranca tan favorable como todos soñamos. Ni el Apertura ni el fantasma del descenso se definirán pasados 5 partidos.
Tiempo al tiempo, optimismo, actitud y pases cortos. Pasó ya casi un mes desde que Andrés Iniesta marcó el gol que le dio la gloria a España en el Soccer City de Johannesburgo. A 30 días de aquello, el Mundial todavía no ha terminado. Es más, Sin vuvuzelas, jabulanis, Blatters y Mancusos, el mundial, “él” mundial, tu y mi mundial, está a punto de comenzar.
Y ojala que dentro de un año, esta crónica nerviosa sea solo una anécdota simpática de alguien que no podía manejar del todo la espectativa. Ojala.

martes, 3 de agosto de 2010

LA BANDA DE POTOSÍ


Existe un libro que nadie debería dejar de leer al menos una vez en la vida llamado “Las venas Abiertas de América Latina”. En él, Eduardo Galeano escribe: “Dicen que hasta las herraduras de los caballos eran de plata en Potosí. De plata eran los altares de las iglesias y las alas de los querubines en las procesiones. En Potosí la plata levantó templos y palacios, monasterios y garitos, ofreció motivo a la tragedia y a la fiesta, derramó la sangre y el vino, encendió la codicia y desató el despilfarro y la aventura. La espada y la cruz marchaban juntas en la conquista. Para arrancar la plata de América se dieron cita en Potosí los capitanes y los ascetas, los caballeros y los apóstoles, los generales y los frailes. Convertidas en piñas y lingotes, las vísceras del Cerro Rico alimentaron el desarrollo de Europa. En nuestros días, Potosí es una ciudad pobre de Bolivia. La ciudad que más ha dado y que menos tiene. Condenada a la nostalgia, atormentada por la miseria y el frío, es todavía una herida abierta. El mundo tendría que empezar a pedirle disculpas”.
Semejante historia pone en un contexto eterno de privaciones y desdicha a todo lo que vivió, viva y vivirá en Potosí. Escarbando en el pedregullo árido e infértil de un destino ya escrito, Nacional de Potosí, este River boliviano -hay otros-, le continúa peleando a la adversidad un combate que ya perdió hace siglos.
Potosí es la segunda ciudad más alta del mundo. A 4.067 metros sobre el nivel del mar viven más de 160.000 personas corajeando las asperezas de la Cordillera de Los Andes. Cada uno de ellos puede contemplar desde sus ventanas la silueta mortuoria del Cerro Rico, el más fabuloso yacimiento de plata del que se tenga memoria, origen de la apoteosis y la catábasis de un pueblo desangrado. Más de 8 millones de nativos sucumbieron en sus fauces, abatidos por el azote del látigo, la prisión de las cadenas, el peso implacable de la fatiga o el veneno del estaño. Las vetustas fachadas coloniales hoy se mezclan con la precariedad del adobe. Las calles tienen empedrados corroídos por el viento y por el tiempo. Los paisanos potosinos llevan rostros que se resquebrajan y huesos que rechinan. Son testimonio de males perpetuos y lacerantes. Cada tanto el fútbol les dibuja una sonrisa en la cara, no mas no sea para olvidar un poco.
El Club Atlético Nacional de Potosí fue fundado el 8 de abril de 1942. Lleva los colores de la camiseta de River porque rojo y blanco es el pabellón de su Departamento. Nacional es el equipo del pueblo, el cuadro de los patriotas. Nació en las faldas del cerro, en los barrios altos mineros de San Juan, Pailaviri y San Gerardo. Como una metáfora de tiempos coloniales, el adversario mas enconado de Nacional es Real Potosí, el poderoso de la ciudad. Conoció tiempos de gloria y fue animador por muchos años de la Liga Potosina de Fútbol, pero el advenimiento del profesionalismo en el balompié del altiplano lo relegó a una crisis que obligó a sus dirigentes a ceder el control del Club a un Sindicato Metalúrgico.
Los años malos pasaron con rumores constantes de desaparición. A mediados de los 70 un nuevo impulso societario le dio vida a una primavera futbolística que tuvo su corolario en un multitudinario partido amistoso jugado ante el Argentinos Juniors de Maradona. Pero el furor pasó y las sombras volvieron a apoderarse nuevamente de Nacional. Hace unos pocos años un grupo Cooperativo Minero presidido por Emilio Alave tomó las riendas del Club y lo llevó mas alto que nunca. En 2008 ganaron la Copa Simón Bolivar y con ella, el ascenso a la Primera del Fútbol Boliviano para codearse palmo a palmo con los colosos Bolivar, The Strongest, Jorge Wilstermann, Blooming u Oriente Petrolero. El entrenador de ese equipo fue el gato Edgardo Andrada, aquel legendario arquero argentino.
La experiencia en primera duró solo una temporada. Hoy se encuentra nuevamente en el ascenso, fieles a su destino de aguantar el trago amargo y soñando con la llegada de buenos tiempos, algo que tal vez, nunca suceda.