viernes, 31 de julio de 2009

EMÉRICO HIRSCHL

Cuando Emérico Hirschl llegó a River a principios de 1935, no era un desconocido para nuestro fútbol, pero de todas formas, fue de extrañarse la contratación de un extranjero, para un cargo, que no tenía ni por asomo el status ministerial que hoy posee.
Nacido en Budapest, Hungría, el 11 de junio de 1900, Hirschl conoció Argentina a finales de la década del 20, participando de una gira de su equipo, el Ferencvaros, por tierras Sudamericanas. Dicen que se enamoró de Buenos Aires y que al primer llamado de estas tierras, no dudo un segundo en largarse a la aventura. Recaló en las diagonales platenses, donde le dio vida a uno de los cuadros mas vistosos de aquellos años. El expreso de Gimnasia y Esgrima de 1933.
Con 35 años, era estricto, resabio de su ocupación de Profesor de Educación Física, pero también conocía los beneficios que reportaba otorgarle libertad a los talentosos. Y en ese River de mitad del 30, talento era lo que sobraba. No podía esperarse otra cosa de alguien formado en el corazón de una de las canteras mas fecundas de la primera época del fútbol.
Le decían el Mago. Todas sus campañas con la banda roja dejaron algo para contar. Hizo debutar en primera a Moreno y Pedernera, cosa que de por si, ya le asegura un lugar preferencial en la historia. Pero no contento con eso, armó un equipo de gran bagaje individual, que arrasó con los campeonatos del 36 y 37. Fue el primer entrenador extranjero en dar una vuelta olímpica con el Millonario. El otro es Manuel Pellegrini.
En 1938 fue reemplazado por Renato Cesarini y retornó a La Plata. Posteriormente pasó por Rosario Central, San Lorenzo y Banfield. Fue allí cuando se lo involucró en un confuso incidente de soborno a un jugador de Ferro y por ello la AFA lo suspendió para desarrollar su actividad.
La sanción –al tiempo levantada- obligó al Magyar a partir al extranjero y dirigir a Cruzeiro de Belo Horizonte y Peñarol de Montevideo, donde obtuvo 3 títulos uruguayos, reafirmando lo que sería la marca distintiva de sus equipos: La simpleza y el espíritu ganador.
24 años después lo repatrió Antonio Liberti, lanzado a la travesía del fútbol espectáculo, donde todo lo que venía de afuera parecía ser mejor que lo local. El entrenador de ese equipo no podía ser otro que Hirschl, conocedor del paño, y extranjero al fin de cuentas. Pero la cruzada naufragó a mitad de camino y el fútbol espectáculo de Delém, Roberto Frojuelo, Salvador, Pepillo, Moacir y Domingo Pérez se transformó en un rotundo fracaso. A fines de 1961 no le quedó otra que partir para nunca mas volver.
Se dedicó a la actividad comercial y falleció en Septiembre de 1973. Murió en Buenos Aires, la ciudad que lo encandiló de joven y la que le dio los mejores años de su vida.

miércoles, 29 de julio de 2009

EL SEÑOR DE LAS MIL GAMBETAS

River Plate 1950/ 1955 - 141 partidos - 75 goles - 3 títulos.


Era un adelantado en ese arte que perdura en los tiempo del fútbol sin mas alteraciones que las que demande la inspiración del artista que la interprete. La milenaria técnica de la gambeta. Arma mortal, ribete de la inventiva, mentira piadosa. Esa imperecedera relación de un píe dócil y una pelota que obedece, como convencida de su buen propósito. Atorranteando por la raya, marginando hostiles trancazos incultos de belleza.
Walter Gómez era un atorrante de los buenos. Esos que en el fútbol hermanan las clases sociales, conmueven las noticias, se pagan por lo que valen y por lo que hacen ganar. Para José María Minella, su técnico y admirador, entre su gambeta y la patada que le tiraban cabía solo una hojita de afeitar. Pero para él no había tal dificultad.
Fue extraterreno. De su botines brotaba fuego y a su calor se cobijaron emociones durante 6 años. Su juego era una especia de magia exótica y familiar, y pobre del que quisiera desbaratarla. Imposible. Porque la magia –como su gambeta- no se resuelve, solamente se admira. Mago, Walter Gómez, jamás ilusionista. Un ilusionista nos haría creer con un truco que la pelota ha desaparecido. Con Walter Gómez, simplemente, la pelota no estaba.
Genio brutal, charrua de ley, gambeteador extraordinario, talentoso. Llenó con su dulce veneno varios de los mejores años de River Plate. Fue el mejor entre los mejores. Y eso que algunos de los mejores se llamaban Ángel Labruna, Eliseo Prado, Félix Loustau o Enrique Omar Sívori. En Uruguay lo suspendieron un año por un inciendente en un Peñarol – Nacional y eso hizo que se pierda el Maracanazo del 50 y que Liberti lo vaya a buscar para calzarse la casaca banda sangre. No hay mal que por bien no venga.
Exagerados hay ahora y los hubo en todos los tiempos, pero pocos son los que se atreven a refutar la idea de que la herradura del Monumental estaba abierta para el lado del Río de La Plata para que los compatriotas de Walter no se pierdan la función puntual de cada quincena.
Es entendible. Un talento semejante jamás podrá ser contenido por los limites de una cancha de fútbol o por las fronteras de una nación.

domingo, 26 de julio de 2009

YO ADIVINO EL PARPADEO...

River Plate 1 - 0 Everton (Inglaterra)
Amistoso internacional - 25/07/09.
Commonwealth Stadium - Edmonton. Canadá.


RIVER PLATE: Vega; Villagra, Cabral, Sánchez y Orban; Barrado, Domingo, Abelairas, Archubi; Ortega y Fabbiani. Posteriormente Musacchio, Rosales, Villalba, Pezzella, Díaz y G. Fernández. DT: Néstor Gorosito.
EVERTON: Nash; Bains, Hibbert, Lescott y Yobo; Osman, Rodwell, Pienaar, Fellaini y Cahill; Jo. Posteriormente Saha, Vaughan. DT: David Moyes.
GOLES: Ariel Ortega (RP) 26 pt.
ARBITRO: Mauricio Navarro (Canadá)
RESULTADO MORAL: River Plate 2 - Everton 0.

Quisiera poder capturar ese instante y hacerlo eterno. Un relámpago, una aparición divina, un chispazo fugaz, y de pronto por unos momentos, todo volvió a ser tan perfecto como era y como nunca debió dejar de serlo. A los 26 del primer tiempo, Ortega capturó una pelota suelta en la mitad de la cancha, superó en velocidad a los tres carromatos que lo rodeaban y cuando pisó el área, metió la mano en su inagotable bolsa de trucos para sacar una definición picada, perfecta, absolutamente bella. El balón planeó semisuspendido y se fue a meter, liviano como un globo aerostático, en el segundo palo del sorprendido arquero Nash. Golazo.
Y ese festejo. La sonrisa pícara, el tranco cortito, la mano en el escudo. Y ese racimo humano en el abrazo, y Fabbiani gozando como el admirador que es, y Barrado tomándose la cabeza, y el keko Villalba parado aplaudiendo. Y de pronto volví al 96, a tantas tardes de victorias y de alegrías, y a desear que este déjà vu no acabara cuando el rival saque del medio, y la realidad tan agobiante (esa que Ortega ansía cambiar) nos devore indefectiblemente otra vez.
La noticia no fue que River le ganó al Everton de Inglaterra 1-0 (con absoluta justicia, por cierto). Ni siquiera que el gol de la victoria haya sido marcado por Ortega. La verdadera gran noticia es verlo a Ariel vistiendo nuevamente la camiseta que nunca debió dejar de vestir. Y además comprobar que, pese a todo lo que le ha ocurrido, aún conserva -aunque mas no sea por un instante- la capacidad de hacernos soñar en grande.

viernes, 24 de julio de 2009

EL RIVER MOTORSPORT


Que el fútbol es un negocio ya se sabe. Y que los negocios se expanden a nuevas fronteras también. Por eso es llamativo que cuando River presentó en sociedad su escudería de automovilismo en el año 2005, fueron muchas las personas que pusieron caras de asombro. La ecuación era sencilla: Unir las dos pasiones deportivas mas grandes de los argentinos. Fútbol y fierros . Pero no siempre las buenas ideas se concretan en buenas realidades. La operación falló por un clamoroso error de observación: El Top Race no es el Turismo de Carretera. Hoy, de aquella iniciativa automovilística, que también incluyó a Boca Juniors, San Lorenzo, Racing, Independiente, Estudiantes y Lanús, solo quedan los recuerdos y una simpática anécdota para contar.
La presentación de la escudería River Motorsport se realizó con el Monumental de fondo en la previa de un partido ante Quilmes por el Clausura de ese año. Por la rampa debajo de la tribuna del Río de La Plata aparecieron dos automóviles –un Citroen C5 y un Ford Mondeo- pintados de blanco, cruzados en las puertas por una enorme franja roja. Al mismo tiempo, por el túnel desde donde salen los jugadores, aparecieron los pilotos, vistiendo el buzo antiflama, que no llevaba otro diseño mas que el de la casaca de River con el escudo incluido. Blandiendo sus cascos saludaron a la parcialidad. Los pilotos eran el legendario Juan María Traverso y Juan Manuel López, hijo del histórico “cocho”, que era el Director Deportivo del equipo y que también salió al saludo.
Los pilotos se subieron a una rampa y desde allí bajaron con el auto para dar tres vueltas a la pista de atletismo. De tanto en tanto aceleraban para que el motor rugiera, y el Monumental se convierta por unos pocos segundos en el Oscar Alfredo Gálvez. Si se quiere, anticiparon involuntariamente lo que ocurriría unos cuantos meses mas tarde cuando dentro del mismísimo campo de juego de Núñez se montó una pista de Rally para el prime inaugural del Rally de Argentina. Los competidores posaron para la foto junto al plantel profesional y luego subieron al palco donde presenciaron la victoria de River por 4-0.
El River Motorsport participó en la categoría TRV6, o Top Race. Los resultados fueron bien dispares, tanto que creo (y perdón por la imprecisión) solamente ganó una carrera. Terminó siendo solamente un item mas que demuestra el alcanza popular del Millonario
.

miércoles, 22 de julio de 2009

POR UN PUÑADO DE DÓLARES

Toronto FC (Canadá) 0 (3) - 0 (4) River Plate
Amistoso internacional - 22/07/09.
MBO Center. Toronto. Canadá.

Toronto. Ontario. Canadá. La ciudad tiene una gran cultura deportiva. Toronto Blue Jays. Toronto Maple Leafs. Toronto Raptors. Pero ¿Toronto FC?. Hmmmm. Igual el MBO Field está casi lleno. El césped es sintético. A los costados del campo de juego hay mesas y banquetas de bar con tipos acodados chupando cerveza. Suponemos que hablan de su día de oficina o del escote de la mina de al lado, pero nunca del partido. No da. La transmición no ayudó al entretenimiento ya que arranca con 15 minutos de retraso, con serios problemas de foco y encuadre, y dos periodistas con cero onda para interesar al espectador.
River juega con la reserva y los canadienses no hacen mucho para desmentir porque el fútbol no es un deporte popular en esas tierras. Todos sabemos que va a terminar 0-0. Allá al rato entra un morocho llamado Ali Gerba. Aunque parezca increible, luce mas gordo que Fabbiani. Hay varios cambios en el segundo tiempo, tantos que algunos que salieron reemplazados vuelven a entrar. La risa te puede. Al mismo tiempo la tele emite América de México ante Milan e Inter ante Chelsea. Es dificil no abochornarse un poco. Está en juego la Carlsberg Cup. Copa de leche, o de cerveza en este caso. River gana en los penales 4-3. Los pibes millonarios cumplen con dignidad. Un par de buenas atajadas de Chichizola, y algunos chispazos de Lamela y Villalba. Nada que no sepamos.
Con el decrépito espectáculo finalizado sobrevuela la pregunta: ¿a esto fuimos a Canadá?. ¿A perder tiempo en vuelos interminables?, ¿A consumir días vitales en la preparación del semestre?. ¿A regalar prestigio jugando partidos soporíferos como este?. ¿A mostrar algún pibe para que algún buitre empresario lo compre?. ¿A cobrar un puñado de dólares, para despues decir "vieron, las cuentas de River están en orden"?.
Venga como venga la mano, no parece ser un buen negocio.

viernes, 17 de julio de 2009

LA GOLEADA MAS GRANDE

River Plate 10 - 1 Huracán (San Rafael)
Torneo Nacional 1974 - 4ª fecha - 11/08/74.


Cuenta la leyenda que quienes estuvieron aquella noche en el Monumental (y no fueron muchos) no podían dar crédito de lo que veían. Un equipo humilde del interior del país llamado Huracán de San Rafael, con jugadores semi amateurs, entrando por primera vez al estadio mas importante del país, para enfrentar al poderoso River Plate, pisando el césped del Monumental ataviados con ¡la casaca de Boca Juniors!.
Se pensó que era una cargada, una fanfarronería, una provocación de compadrito, incluso para los mismos titulares de River Plate que los miraban desde el otro lado, sorprendidos por el clásico inesperado. Ninguno de los presentes reparó en ese entonces en un detalle fundamental. Los Mendocinos tienen los colores de Boca como su vestimenta tradicional. Incluso el escudo del Club es idéntico al del Globo de Parque Patricios pero teñido de azul y amarillo.
Lo cierto es que River jugó ese partido con una carga especial y la gente lo vivió del mismo modo. Eso se notó en el resultado. 10-1, en realidad, una diferencia apenas sobrevaluada entre dos equipos verdaderamente incompatibles. Uno con nombres de peso histórico como Fillol, Morete, Passarella, Alonso, y otro, al que enfrentar a River en Núñez, le significaba lo mismo que a un chico estar de vacaciones en Disneyworld.
El partido se jugó la noche del domingo 11 de agosto de 1974. El frío del invierno y la televisación de Canal 11 hicieron que los testigos de aquel baile sean solo unos pocos miles. A River lo dirigía Sívori y estaba ilusionado con pelear ese Nacional y por fin cortar la racha sin títulos que en ese entonces llevaba 17 años. En tanto que Huracán de San Rafael estaba debutando en los certámenes de AFA. Había ganado el Regional de la Zona de Cuyo, superando a cuadros de peso tradicional como Independiente Rivadavia, Gimnasia de Mendoza o Sportivo Desamparados de San Juan.
La paridad solo duró 12 minutos, hasta que Alonso efectivizó un penal. A partir de allí sobrevino la chaparrón de goles. Durso, Morete, Marchetti y el descuento de Ureta de penal cerraron el primer tiempo. El juego estaba definido pero River no levantó el pié del acelerador. Dos nuevos tantos de Morete, uno mas de Alonso y Marchetti y el doblete final de Mastrángelo rubricaron el score. El mas abultado a favor de River en toda su historia.
Ese año River decepcionó nuevamente y no se clasificó para las finales del Nacional. San Rafael ganaría solo 1 de los 18 partidos jugados, convirtiendo 6 goles y recibiendo la friolera de 48. Volvió a los Nacionales en el año 81, para sumergirse luego en el ostracismo de su liga local en el que todavía hoy navega.
Fillol; Zuccarini, Jáuregui, Passarella y Héctor López; Marchetti, Carranza y Alonso; Mastrangelo, Morete y Durso, luego Osvaldo Pérez y Salinas jugaron por River. Varíos recuerdan al poco público pedir mas y mas goles ante el rival que osó utilizar los colores prohibidos e improvisar algún cantito al respecto.
Fue una noche especial y particular. Por la anécdota, por la supergoleada y porque cuando los mismos protagonistas estuvieron cara a cara en la revancha, jugada en San Rafael dos meses mas tarde, el resultado fue un pálido empate 0-0.

miércoles, 15 de julio de 2009

HASTA LA VUELTA COLOMBIA


Vino de Colombia a las inferiores y no era mas que un nene. Vino de Santa Marta, donde hay trenes y no tranvías. Modocito, ademanes suaves, mirada profunda, y esa musicalidad al habla tan propia de los caribeños. Ya han pasado cuatro años y pico desde que el Negro Astrada lo mandó a la cancha en un partido contra Instituto. Era una novedad curiosa. Un colombiano de las inferiores decían. Un nombre exótico. ¿Como se llama?, ¿Radamel Falcao?, ¿Falcao es nombre o apellido?. Falcao, como el brasileño Paulo Roberto, era nombre nomas, y luego sabríamos que se apellidaba García Zarate, y que tenía una convicción de fierro para llegar a su meta soñada.
River le dio todo y el retribuyó exprimiéndole el jugo a cada oportunidad brindada. De entrada la rompió. 2 goles a Independiente, a Lanús y a San Lorenzo. Los ligamentos de su rodilla pararon en seco su escalada y lo obligaron a pelearla desde abajo. Le puso garra, temperamento, y tezón. Ganó su puesto en base a entrega y a varios goles importantes. De esos que no se olvidan más, como sus tres tantos al Fogao en la Sudamericana, o el impacto a Boca en ese mediodía inolvidable de 2007.
Delantero con gol, nunca goleador. Tal vez, en un River mas lujoso y menos utilitario, Falcao no hubiera sido lo que fue, y tampoco fue tanto. Signo y referente de estos tiempos sufridos y empeñosos. Radamel se va ahora a jugar a Porto de Portugal. Allá viaja con la fascinación propia de descubrir un fútbol nuevo, un mundo nuevo. Volveré dijo en su sitio internet. Deja un gran recuerdo. Sino sería imposible sentarse a escribir estas líneas. ¿Se puede pedir más?.

lunes, 13 de julio de 2009

RIVER / NEGRA ALTERNATIVA 2002 - 2004


En materia de indumentaria deportiva, sin dudas una de las principales innovaciones que Adidas le reportó a River fue la invención de la casaca alternativa negra respetando la tradición de la banda roja. Existe sobre ella una diversidad de gustos muy marcada y una superstición mufosa sobre cada una de sus apariciones.
Pero lo cierto es que el diseño sentó un precedente, y desde su aparición en el año 1999, la firma ha entregado varias alternativas al modelo de la casaca. El utilizado en el período 2002 – 2004 no tiene grandes novedades en cuanto a lo estético, mas allá de la conformación propia del atuendo en sí, que venía con dos capas de tela, la parte interior de color rojo mas adherida al cuerpo y la parte externa de color negro –o blanco en caso de la original- mas suelta.
Pero la verdadera particularidad de esta camiseta es que fue utilizada tanto por los jugadores de campo, como por los arqueros. La moda la inició Franco Costanzo en un partido ante Boca Juniors en la Bombonera. El arquero volvía a la titularidad después de un tiempo y tomó esa indumentaria como cábala. Tan mal no le fue, porque River ser coronó como campeón en ese Clausura 2003.
El diseño fue utilizado durante 2 años. Así vestido, River derrotó a Corinthians de San Pablo por 2-1 (Demichelis y Fuertes), una noche en el Morumbí por Copa Libertadores. Pero también así vestido, cayó en la final de la Copa Sudamericana de 2003 ante Cienciano en la ciudad de Arequipa. La usaron entre otros, jugadores como Esteban Fuertes, Franco Costanzo, Horacio Ameli, Ricardo Rojas y Eduardo Coudet.

viernes, 10 de julio de 2009

PARA PALADARES EXQUISITOS


En agosto de 1939 los mejores equipos de Argentina eran River Plate e Independiente. Venían peleando palmo a palmo el torneo local (lo ganaría finalmente el rojo) y se repartían en sus planteles varios de los mejores exponentes del fútbol espectáculo de nuestro país, que arrastraba verdaderas multitudes a los estadios todos los domingos. Eran a su vez –y lo siguen siendo pese a todo- los dos mas fieles representantes de la escuela de juego lujoso y paladar exquisito del fútbol vernáculo.
La novedosa idea de confrontar a combinados Argentinos y Brasileños fue obra de dirigentes menos egoístas y mas imaginativos que los de ahora. La parada fue vendida como el “choque de estilos” y “el duelo de titanes”, aunque a decir verdad, por aquellos tiempos, era Uruguay y no Brasil el otro coloso del fútbol Sudamericano. El partido –uno de varios choques programados- fue jugado la tarde del domingo 13 de agosto de 1939 en el Gasómetro de Avenida La Plata. 60000 personas pagaron entrada.
La multitud se explica fácil. Había en cancha una verdadera constelación de estrellas en el momento de su mayor luminosidad. José Manuel Moreno, Arsenio Erico, Vicente De la Mata, Adolfo Pedernera, José María Minella. Para el representante brasilero (conformado únicamente por futbolistas de Flamengo y Vasco da Gama de Río de Janeiro) actuaron figuras como Leónidas Da Silva (el del gol descalzo en el mundial de Suiza) y Domingos Da Guía (ex Boca), junto con los argentinos Bernardo Gandulla, Agustín Valido y Raúl Emeal.
Cuestiones menores pasaron a ser tema de discusión en la previa del partido. La camiseta por ejemplo. Algunos propusieron usar la celeste y blanca, pero terminaron pensando que sería un despropósito, porque no se trataba de una Selección Nacional. Acabaron vistieron una curiosa casaca blanca y negra por mitades con una banda color rojo cruzando de izquierda a derecha. Los arqueros usaron buzos blancos con los escudos de ambos clubes en el pecho. Los brasileños se vistieron de verde aunque solo llevaron en el atuendo la cruz de malta que identifica a Vasco da Gama.
Cuentas las crónicas que el combinado local no tuvo que esforzarse mucho para vencer 3-1 y que si el resultado fue así de exiguo, fue porque los hombres de River e Independiente levantaron el pié del acelerador. El cotejo transcurrió entonces en un muy festejado concierto de chiches innecesarios, de esos que se comprenden solo en estos partidos de exhibición.
Bello; Vassini y Coletta; Santamaría, Minella y Martínez; Maril, De la Mata, Erico, Moreno y Pedernera salieron en el equipo inicial. Estaba pensando en estos tiempos de vacas flacas, en el que hasta el paladar hemos perdido. ¿Qué les parece?. Assman; Ferrari, Gioda, Tuzzio y Villagra; Augusto, Ahumada, Toti Ríos y Buonanotte; Falcao y Montenegro… No, mejor no… Dejen… No da ni a palos.

martes, 7 de julio de 2009

SEIS MESES Y NINGUNA FLOR


No son pocos los hinchas que piensan que la campaña no fue del todo mala, teniendo en cuenta los 14 puntos del Apertura pasado. Es una pensamiento muy mediocre. Así no piensa un hincha de River. Y ese análisis es un síntoma del momento. La mediocridad se mimetiza, y si el equipo vende eso (de la dirigencia ni hablar), el hincha desprevenido termina comprando. Fueron 6 meses grises. Escasas alegrías, repetidas broncas, constantes desilusiones. Efervescencias pasajeras y letanías prolongadas. Un equipo que jugó mal al fútbol y que extravió definitivamente el estilo que debe identificar al Club. Vaivenes y desventuras de un plantel mediopelo con el peso de una historia y una actualidad difícil de cargar.
El verano: Entre la esperanza por la llegada de Pipo y el choque con la realidad. 5 partidos sin victorias. Un lastimoso partido ante Boca en Mendoza y algunas promesas de piña ante San Lorenzo. Poco e irrelevante.
La Copa: La gran bronca. La Libertadores se juega como River no sabe jugar. Sucumbió ante un equipo metedor y otros dos que aquí jugarían en la B Metropolitana. Ganó dos partidos, uno con un gol ilegal y el otro sin importancia. El resto fue una lágrima así de grande.
El Clausura: Soñar siempre se sueña, pero la realidad es esta. Octavo puesto. El equipo no estaba para otra cosa. Sumó bien en casa, pero flaqueó dramáticamente de visitante. Pudo haberse prendido en serio si se ganaba ante Boca, pero ese partido River solamente jugó a no perderlo.
El mejor: Marcelo Gallardo, lejos y con poco. 30 minutos ante Arsenal. 2 o 3 pases de gol y un tirolibrazo en la Bombonera. Jugó lesionado hasta que tuvo que parar. Pero solo el físico se disminuye, el talento jamás. Y una mención especial para Falcao.
El peor: Por nombrar a uno se salvan varios con sobrados méritos para estar en este ítem. Mauro Rosales. Llegó a River con promesa de velocidad, desborde, gol, peligro en el área. Hasta el momento ha hecho todo lo contrario. Y lo que es peor. Parece no importarle demasiado.
La revelación: En realidad ninguno reveló nada. Pero a Daniel Vega le tiraron el arco por la cabeza tras las fallidas actuaciones de Ojeda y Barbosa, y el Indio salió adelante con aplomo y sobriedad. De allí a ser titular indiscutido hay un campo de distancia.
La desilusión: Cristian Fabbiani. Movió cielo y tierra para ponerse la banda. Vendió una importante cantidad de humo que el hincha compró. Pero, mas allá de algunos chispasos de su innegable talento, su semestre se fue en el tamaño de su pancita y en promocionadas noches de juerga.
El mejor partido: La remontada ante Arsenal. También el fallido debut ante Colón. Y mas allá de eso, algunos lapsos de los juegos ante Vélez, Independiente y Tigre.
El peor partido: El 0-4 ante Huracán se destaca entre varios. A partir de los 15 del segundo tiempo, River no volvió a tocar la pelota. Otro peludo importante fue el de los pibes de Boca en Mendoza, pero no cuenta solo por ser amistoso.
El técnico: Laburo y empeño. Malabares para sumar. Mentalidad miedosa y varios planteos discutibles. Gorosito hizo lo que pudo con el equipo clase B que orienta y las limitaciones de sus capacidades de igual valía.
La hinchada: Para los hinchas de River, el aplauso. Lecciones de fidelidad en momentos donde es fácil borrarse. Para los hinchas de ellos mismos, la indiferencia. Otros seis meses patéticos para su imagen y redituables para sus bolsillos.
La dirigencia: ………….. (complete la línea punteada con el insulto que mejor le plazca).
La sensación: Como dice el tango: “Estas desorientado y no sabés que trole hay que tomar para seguir. Y en ese desencuentro con la fé, querés cruzar el mar y no podés”.

domingo, 5 de julio de 2009

EN LA FILA DE LOS MEDIOCRES

River Plate 1 - 2 Estudiantes (La Plata)
Torneo Clausura 2009 -19ª fecha.
Estadio Monumental - 04/07/09.


RIVER PLATE: Vega (4); Ferrari (5), Sánchez (3), Orban (4) y Villagra (4); Abelairas (5), Domingo (5), Díaz (5) y Buonanotte (6); Fabbiani (3) y García (4). Luego Gonzalo Gil (4). DT: Néstor Gorosito.
ESTUDIANTES: Albíl; Sarulyte, Fernández, Rojo e Iberbia; Sánchez Prette, Huerta, Galván y Núñez; Salgueiro y Calderón. Posteriormente Valencia, Virge y Gaitán. DT: Alejandro Sabella.
GOLES: José Luis Calderón (EST) 25 pt. Marcos Rojo (EST) 5 st. Diego Buonanotte (RP) 20 st.
ARBITRO: Juan Pablo Pompei -mal-
RESULTADO MORAL: River Plate 2 - Estudiantes 2.

Hay mi River, que será de vos. Que honda tu letanía y que lejos parece estar de tu rumbo el camino de la satisfacción. Te acompañamos como siempre, porque con débiles y traidores no se construyen las jornadas de gloria. Pero, que dificil es soportar verte así, en decadencia, patoteado por cualquiera, abandonado a tu suerte de equipo sin talento, por manos ladronas que se siguen aprovechando de tu nombre para satisfacer su codicia y desverguenza.
Hay mi River, si te vieran nuestros héroes, si te miraras al espejo con verdadera autocrítica, si supieras adonde te han llevado. Hoy ojeas el diario y ves tu nombre en la fila de los mediocres. Y es triste. Pero mucho mas triste es saber que hoy (con estos jugadores, este técnico, estos dirigentes) es el lugar que te corresponde.
Anoche padeciste ante un cuadro muleto, como tambien padeciste ante los que peleaban el descenso, los que luchaban por el título, o en los clásicos y en los partidos sin compromiso. En realidad tu pesadilla, querido River, sos vos mismo. Te haces daño. El esquema de juego indescifrable, la defensa flan, la incapacidad para convertir, y Nico Sánchez, y Villagra, y Abelairas y Rosales y Gerlo, y Archubi y Fabbiani, por Dios.
Es cierto. Hubo tiros en los palos, penales no cobrados e injusticia en el score final. Pero vamos. ¿a quien queremos engañar?. Hoy solo somos un despojo de nuestra historia, un combinado voluntarioso y despistado. Somos un nombre enorme, un respaldo conmovedor y un equipo que no da a vasto para sacar el agua de un bote que se inunda. No de ahora. Desde hace rato.

jueves, 2 de julio de 2009

OSMAR FERREYRA


De movida, llamó la atención por algo tan burdo como innegable. Su apodo. Herencia involuntaria de un personaje oscuro de nuestra historia. Pero el Malevo era bastante mas que un sobrenombre curioso. Se fue abriendo paso rápido en el espinoso camino del River de Manuel Pellegrini en el año 2003. No derramaba talento, pero desde chico mostró un sabio criterio para aprovechar sus buenas armas en las dosis justas. Es por eso que cuando llegó a primera no bajó más, y por eso siempre fue un interesante opción, dentro de un equipo que rebalsaba de ellas.
Nacido en Basavilbaso, provincia de Entre Ríos, el 9 de enero de 1983. 2003 fue su año en River. Había debutado en Mayo ante Unión de Santa Fe en la ciudad de Paraná. Enseguida mostró sus cartas de presentación: Una enorme y precisa pegada de zurda, tanto para el remate de tiro libre o para conectar centros desde las bandas. Buen trato de balón, algo de recorrido por el sector izquierdo, un poquito de marca, no mucha personalidad. Escaló rápido en las consideraciones por la chapa de River y por sus excelentes presentaciones con la Selección Sub 20 que jugó el Mundial en Emiratos Árabes y con el Sub 23 de Bielsa, que ganó en Chile, la clasificación a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Tanto, que con solo 11 partidos en primera y un par de goles, el CSKA de Moscú vino y se lo llevó.
Como era de esperar debido a su inexperiencia, calentó el banco moscovita en casi todos los partidos. Ligó una Copa UEFA, pero su suerte estaba escrita. Lo cedieron al PSV Eindhoven de Holanda, donde corrió la misma suerte. Una mañana de 2007 los medios deportivos argentinos despertaron con el anuncio del retorno del Malevo para jugar en River. Y si bien estaba todo arreglado, en el camino se cruzó de última San Lorenzo y Ferreyra terminó siendo el marcador izquierdo del equipo azulgrana que ganaría con Ramón Díaz el Clausura 2007.
A muchos sorprendió entonces su nueva partida a Europa. El retorno al país lo había devuelto a la consideración de los hinchas de fútbol. Pero el FC Ndipro de Ucrania apareció con su oferta de Euros, escarcha y ostracismo. Hacia allí partió en 2008, y allí está todavía. Haciendo banco, por supuesto.