domingo, 26 de junio de 2011

LA SEGUNDA MUERTE DE MI VIEJO

River Plate 1 - 1 Belgrano (Córdoba)
Promoción 2011 - Cotejo revancha
Estadio Monumental - 26/06/11.



RIVER PLATE: Carrizo (5); Ferrero (4), Maidana (5) y J.M. Díaz (4); Affranchino (4), Acevedo (5), Arano (3), R. Pereyra (5) y Lamela (4). Caruso (4) y Pavone (6). Posteriormente Villalva y Bordagaray. DT: Juan José López.
BELGRANO: Olave; Turús, Pérez, Lollo y Tavio; Mansanelli, Rodríguez, Farré y Maldonado; Vázquez y C. Pereyra. Luego Andrizzi y Parodi. DT: Ricardo Zielinski.
GOLES: Mariano Pavone (RP) 5 pt. Guillermo Farré (BEL) 16 st.

ARBITRO: Sergio Pezzotta (mal)

MAN OF THE MATCH: Juan Carlos Olave (Belgrano)

RESULTADO MORAL: River Plate 2 - Belgrano 1.


Mario Benedetti dirá en dos pinceladas, lo que yo no puedo abarcar ni con todo el vocabulario del mundo: "Cuando alguien querido se va, mi viejo vuelve a morir".
Mi viejo me metió a River en el corazón. Me parece verlo poniéndome la pequeña camisetita de piqué que todavía guardo. Aún recuerdo cuando levantaba la radio sobre su cabeza festejando un gol. O cuando de su mano vi por primera vez el Monumental en un partido choto de Liguilla en 1991. Jamás olvidaré que le dije "viejo, perdimos con Argentinos 2-0", un par de horas antes de que el sueño lo ganara para siempre el 28 de septiembre de 1999. Fue su cara lo primero que se me cruzó cuando Olave le atajó el penal a Pavone, bajando la persiana definitivamente de esta historia truculenta. Lo extraño hoy más que nunca, para tomarnos unos mates desagotando nuestras penas.
...

Perdonen amigos. Todo el año escribí este post en mi mente, resintiéndome a creer que alguna vez podría pasar. Y pasó. Y aquí estoy, partido al medio, sin poder ofrecerles nada inteligente y reflexivo más que un fuerte abrazo con los ojos vidriosos y un nudo en la garganta.

River se fue a la B... me cuesta escribirlo... creo que todavía no caigo... Su descenso es la noticia mas impactante de toda la historia del fútbol Argentino. Me negaré a comentar el partido. ¿De que partido me hablan?. Hace rato no los analizo, sino que mal redacto pequeños ensayos de psicología deportiva. Solo diré que River fue un hermoso sueño. Alumbrado por gente honesta, con dignidad, con principios, con capacidad. Los años lo hicieron grande. El más grande que existirá siempre. Pero su grandeza admitió a crápulas oportunistas que se hicieron una fiesta en su nombre. Este presente es su herencia. Los que quedaremos de este lado, bancando la brava que se viene, nos debemos dos deberes fundamentales. El de la memoria para perseguir a los culpables. Y el de empujar en el parto, para que River con toda su gloria a cuestas nazca de nuevo.

La vida seguirá su curso, y mañana habrá que volver a patear la calle, al sillón de oficina, a atras del mostrador. Haremos como que todo continua, mintiéndole al resto nuestra pena de no poder llenar jamás un domingo sin vos. Y buscaremos esa esencia de la cual nos enamoramos perdidamente. Buscaremos en potreros o macro estadios, o en aquella bella utopía en la que floreciste. No importarán las trabas y las distancias, buscaremos sin cesar, hasta el fin de la vida si es necesario.
Y hasta que no nos reencontremos con aquella magia, hasta que no vuelvas al lugar que te ganaste, querido millonario, -aunque con el tiempo tal vez no se me note- andaré triste.

jueves, 23 de junio de 2011

EXTREMAUNCIÓN

Belgrano (Córdoba) 2 - 0 River Plate
Promoción 2011 - Cotejo de ida.
Estadio Barrio Alberdi (Córdoba) - 22/06/11.



BELGRANO: Olave; Turús, Pérez, Lollo y Tabio; Mansanelli, Rodríguez, Farré y Maldonado; Vázquez y C. Pereyra. Posteriormente Andrizzi, Campodónico y Parodi. DT: Ricardo Zielinzki.
RIVER PLATE: Carrizo (5); Ferrari (4), Ferrero (4), Román (3) y Arano (4); Pereyra (3), Almeyda (4), Cirigliano (4), M. Díaz (3) y Lamela (4); Funes Mori (3). Luego Caruso (5), Maidana y Pavone. DT: Juan José López.
GOLES: Cesar Mansanelli (BEL) -penal- 25 pt. Cesar Pereyra (BEL) 2 st.
ARBITRO: Néstor Pitana (bien)
MAN OF THE MATCH: Cesar Pereyra (Belgrano).
RESULTADO MORAL: Belgrano 1 - River Plate 0.

Ay mi Dios. Ay mi River. Ay que dolor. Quien ha visto irse a un ser querido te reconoce inmediatamente. Ausente de signos vitales, agonizás lentamente, conectado a una linea de vida espasmódica que tiene fecha de corte este domingo a eso de las cinco de la tarde. Este domingo querido River y te nos iras indefectiblemente entre las manos, como se van los sueños rotos, como se van las utopías mas hermosas, como se van los recuerdos de un imaginario ideal.
Y como ponerle palabras a esta desesperación, a esta brutal angustia que no escarmienta en su asedio. Probé darle patadas a la silla, probé rezarle a santos desconocidos, probé con promesas incumplibles y cábalas absurdas, probé con llorar de rabia a escondidas, probé con un silencio profundo que me come la cabeza. Pero solo consigo ahondar más esa sensación de hastío y congoja que aprieta el pecho. Es que te vas River, aunque te pida que no te vayas, te vas. Dolorosamente marchás a ese crepúsculo del domingo y a esa linea del abismo, desbocado y sin freno, salvo que una mano (de un magnate o del supremo) te detenga en seco en forma de milagro.
Los enfermitos del fútbol sabíamos de este Belgrano. Orden, batalla, y dos tipos de nivel de Primera como Franco Vázquez y el "Picante" Pereyra. Pero River no lo vió. Jugó esta noche aciaga de Alberdi un partido como para justificar cualquier mérito de descenso. Es un equipo fantasmal, imposibilitado de plantear partidos con cierta estrategia, cuando ni siquiera puede corregir sus miserias mas elementales. JJ sin brújula, desorientado y deprimido, contagia derrota. Virajes tácticos al tun tun, pibes mandados al muere en busca quien sabe de que rédito, y encima, regalos elocuentes (penal insólito de Román tras un corner) que allí mismo ameritan rescisión de contrato.
La lógica del Guerrero reza: Esperar lo mejor, pero prepararse para lo peor. Amigos, yo aguardo el milagro (2 goles de diferencia para este equipo lo es), pero me alisto para el impacto. ¿Que impacto?. El peor golpe que se pueda recibir.
Solo quisiera por favor que
respirásemos nuestras últimas bocanadas con alguna sensación parecida a la esperanza. Quisiera que seamos dignos de River aún en el derrumbe peor. Bah, en realidad quisiera acostarme esta noche y enterarme que todo esto es una mala pesadilla. Pero lo dudo. Dificilmente me pueda dormir.

sábado, 18 de junio de 2011

LA SUMA DE TODOS LOS MIEDOS

River Plate 1 - 2 Lanús
Torneo Clausura 2011 - 19ª fecha.
Estadio Monumental - 19/06/11.



RIVER PLATE: Carrizo (5); Ferrero (5), Maidana (4) y Román (5); Ferrari (4), Almeyda (6), Pereyra (4), J.M. Díaz (4) y Lamela (6); Caruso (4) y Pavone (4). Posteriormente M. Díaz. DT: Juan José López.
LANÚS:
Marchesín; Araujo, Goltz, Izquierdos y Balbi; Ledesma, Pellettieri, Camoranesi y Pizarro; Regueiro y Romero. Luego González y L. Díaz. DT: Gabriel Schurrer.

GOLES:
Silvio Romero (LAN) 30 pt. Erik Lamela (RP) 2 st. Leandro Díaz (LAN) 47 st.

ARBITRO:
Pablo Lunati (bien)

MAN OF THE MATCH:
Diego Pelletieri (Lanús)

RESULTADO MORAL:
River Plate 1 - Lanús 1.


José María Aguilar (LRPMQTRMPGHDP), Mario Israel, Pini Zahavy, Domingo Díaz, Caselli, Donofrio, Quintas, Passarella, Turnes, Cavallero, Macchi, Grondona, Meinzner, Blatter. Alan Schlencker, Martín Rouseau, Martín Acro, los borrachos del tablón, los puteadores de la San Martín. "Yo vi a Gerlo de 9". Ole, Clarin, La Nación,Tyc, Fox, Mitre, Futbol para todos, Niembro, Araujo, Macaya, Recondo, Fabbri, Farinella, Vignolo, Sotile, Fucks, Bonadeo. Ogro Fabbiani, Cholo Simeone, Cachete Oberman, Coti Fernández, Andrés San Martín, Juan Carlos Toja, Cristian Álvarez, Gabriel Loeschbor, Facundo Quiroga, Gustavo Cabral, Rodrigo Archubi, Mauro Rosales, Gustavo Canales, Miguel Paniagua, Javier Cohene Mereles y todos los jugadores falopa. Angel Cappa, Pipo Gorosito, Leonardo Astrada, Gabriel Rodríguez, el silencio atroz, los 14 del Apertura 08. Patricio Loustau, Héctor Baldassi, Sergio Pezzota, Federico Beligoy, Nestor Pitana, Juan Pablo Pompei, Gabriel Favale, Pablo Lunati, Francisco Lamolina, Jorge Romo. Martín Palermo, JJ, Matías Ibáñez (?), los putos promedios, la promoción, el miedo, los fantasmas, la calculadora, los pantalones blancos, la AFA, la FIFA, Diooooooooossssss!!!.
...
A todos los que nombré y los que seguro me he olvidado. Gracias por esto.
...

Una lágrima rueda. Un duelo cae lento como un manto lúgubre en este triste sábado. Promoción no es morir, pero es la sala de espera para. Estamos vacíos. Extraviados. Es un dolor demasiado hondo como para explicarlo, como si nos hubieran amputado de un hachazo parte de nuestra historia. Nervioso, inutil y casi ruín, River esperó en vano la ayuda de Quilmes para resolver un problema que él mismo se generó y aún no encuentra la forma de resolver. No nos engañemos. Ganamos 1 de los últimos 10. A decir verdad, si hubo milagro. El milagro de haber llegado con chances hasta la fecha final.

La Promoción espera. Agarrate Catalina. Al borde del abismo como nunca antes en la historia, habrá que ir a Córdoba a lavar una ropa ya manchada para siempre. ¿Y la esperanza?. La esperanza es un lujo que la realidad no nos permite dar.

miércoles, 15 de junio de 2011

A LA LUZ DE UN FAROL


Montevideo. Barrio Bolivar. Esquina de Juan Cruz Varela y Juan José Quesada. 1939. Casa de la familia Pérez. Un buen empleo tiene el hombre como empleado de la UTE (Administración de Usinas y Transmisiones Eléctricas). Solo por eso Don Pérez cuenta con el privilegio de tener una gran lamparilla de luz en el portal. Lugar ideal para reuniones juveniles y trasnochadas, cobijo de amores y sueños. A la luz de la cancel un puñadito de adolescentes se aventura a la patriada de crear un club que formalice la actividad que desde hace años realizan todos los días: Jugar a la pelota.
Juan Deri era argentino y un vecino respetado de la zona, además de un habitué de los picados de la muchachada. Por ser mayor lo escuchaban y lo admiraban. Deri no perdía oportunidad para contarle a quien quisiese las maravillas que Bernabé y Peucelle regalaban domingo tras domingo en la otra orilla. No dudaron un instante en ofrecerle el cargo de Presidente de un club que aún no tenía nombre. No pudo negarse.
Los pibes se quemaron el bocho buscando un nombre original. Hasta que lo hallaron. Lo llamaron Boston, por la admiración que le tenían al equipo que representaba a la Sastrería Boston, animadores eternos de los choques barriales. Y también le pusieron River, como un gesto de tierno agradecimiento a Don Deri y su devoción por el millonario. Y así nació la historia del Boston River de Montevideo. El 20 de Febrero de 1939. A la luz de una lamparilla solitaria.
Claro que no fue fácil la supervivencia. Hasta 1954 el verdirrojo se movió itinerante en los torneos interurbanos, hasta que decidió afiliarse a la AUF. Jugó torneos de ascenso de mala muerte con suerte esquiva. En 1981 sus nuevos dirigentes cerraron sus puertas para siempre, dolidos por traicionar aquel impulso de los viejos fundadores, pero convencidos de lo correcto al no contar con plata, tiempo y ganas para afrontar un desafío que otorgaba mas penas que alegrías.
Hubo que esperar hasta 1999 para que nuevas caras le dieran un renovado impulso. Se reafilió a la Asociación Uruguaya y comenzó a escalar escalafones. Desde el año 2006 juega en la Segunda División Profesional del Fútbol Charrúa. Hace 2 años, un grupo inversor de capitales argentinos, se hizo cargo del fútbol profesional del Boston River. Tres figuras muy vinculadas de una u otra manera a River Plate son las caras visibles de esta apuesta: Martín Cardetti (aun en actividad el Chapulín en este equipo), Carlos Fernando Navarro Montoya y Walter Silvani. Ellos promovieron un choque amistoso y semi-informal que se dio en noviembre de 2009, ante la reserva de River en el césped del mismísimo Monumental de Núñez. De alguna forma el sueño de Don Juan Deri se había cumplido.
Para Boston River la ilusión es una sola: Jugar alguna vez con los grandes de la Primera División. En eso están. Esta campaña terminaron cuartos y eliminados de la chance de ascenso en la promoción ante Cerro Largo. Una cosa es segura. El año que viene volverán a la carga.

domingo, 12 de junio de 2011

PARIREMOS MIL HIJOS

Estudiantes (La Plata) 1 - 1 River Plate
Torneo Clausura 2011 - 18ª fecha.
Estadio Centenario (local Estudiantes) - 12/06/11.


ESTUDIANTES: Orión; Sarulyte, Desábato y Roncaglia; Mercado, Braña, Benítez, Iberbia y Jara; Pérez y Carrillo. Posteriormente Auzqui, González y Núñez. DT: Luis Suarez (interino).
RIVER PLATE:
Carrizo (6); Ferrero (5), Maidana (5) y Román (5); Ferrari, (6) Almeyda (5), Arano (4), J.M. Díaz (3), Lanzini (4) y Lamela (4); Caruso (4). Luego Funes Mori (4) y Pavone. DT: Juan José López.
GOLES:
Paulo Ferrari (RP) 2 st. Matías Sarulyte (EST) 6 st.
ARBITRO:
Néstor Pitana -regular-
MAN OF THE MATCH:
Facundo Roncaglia (Estudiantes).
RESULTADO MORAL: Estudiantes 1 - River Plate 1.

Viernes. Por favor que Olimpo no le gane a Newell's. ¿Puede ser?. Obvio, claro que si. Sábado. Que Quilmes gane y no descienda, ¿sí?. Perfecto. Y de paso... que Tigre no le gane a Independiente. Ok, mil gracias. Domingo. Ya que estamos, ¿podría perder Huracán así Quilmes no se va y pone todo ante Olimpo?... ¿en serio?. Perfecto!!!. Ahhh, la última. ¿Podría ganarle River al Pincha más no sea medio a cero?... No... y claro... imposibles no se cumplen.
6 minutos. Ese es el tiempo que le duran las alegrías a este River. El tramo que pasó desde el soberbio zurdazo de Ferrari que abrió la cuenta hasta el desvío de cabeza de Sarulyte para el empate. Antes, durante y después de ese espejismo de placidez, los mismos nervios, el mismo pánico, la misma tensión, el mismo desconcierto. Preso de una carga demasiado pesada de llevar, el equipo está ciego, sordo y mudo, arrojado a la plegaria de que llegue alguien a salvarlo, ante la imposibilidad de salvarse por las suyas.
Pincharratas y Millonarios plantearon lucha y fricción en el Centenario. Con esos patrones de juego el cotejo se hizo un pastiche solo soportable para quienes nos comimos todas las uñas de los nervios. River no supo/pudo/quiso intentar peligro. Puesto Arano (?!) a correr presas en la mediacancha, Chiche solo hizo lo único que podía hacer: Estorbar. JJ sabrá (¿sabrá?) explicar por que esta actitud tan cagona. Lo cierto es que con 7 tipos de corte defensivo, Lamela, Lanzini y Caruso quedaron a distancias planetarias del arco y llegar fue poco menos que un milagro. Nada nuevo por otra parte. Como contrapartida, a la hora de la marca, el foul cerca del área estuvo a la orden del día (atento a esto, cabe preguntarse seriamente si JM Díaz es o se hace). Una, dos, tres, cinco, diez faltas, hasta que en una te embocan. Es lo mejor que hacen.

Y el show de la calculadora seguirá una semana más. Hay que ganar si o si. Y que no gane Olimpo. O que pierda Tigre. O ganar e ir a desempate si Tigre empata. Otriple desempate si también gana Olimpo. O empatar si Olimpo empata o pierde. O... ay, basta por favor.
No se si el de arriba gustará del fútbol, pero seguro escuchará varios pedidos durante estos siete días que vienen. Por las dudas yo ya empiezo: "Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros..."

miércoles, 8 de junio de 2011

ANDRES D'ALESSANDRO


El asunto es tan sencillo que parece imposible que en la práctica uno nunca logre el resultado satisfactorio. Consiste en amasar y mostrar la pelota bajo la suela una, dos, hasta tres veces. Luego, en el momento exacto en que se lleva la pelota hacia atrás, con un golpe veloz del empeine se empuja el esférico hacia adelante junto con el resto del cuerpo que sale de la zona como eyectado. Y listo, el rival queda petrificado al suelo, impávido mirando como el jugador se le ha escapado en sus propias narices. Andrés D’Alessandro traía esa jugarreta desde la cuna y tan simple como indescifrable era, que el Chacho Coudet la bautizó “la boba”. Sello distintivo de este millonario por el mundo.
Nacido en Capital el 15 de abril de 1981, el talento de Andrés era muy popular entre los habitués de los sábados de inferiores. Tanto se decía de él, que ya desde su debut cargó con la mochila de demostrar que tanta expectativa no era exagerada. Se trataba de un talento nato. Dueño de un estilo particular que conjugaba gambetas chispeantes con pases precisos dignos del mejor estratega. Traía en su bagaje el plus de un carácter podrido que muchas veces sirvió para empujar al equipo hacia más, como también en otras para hundirlo con alguna salida de cadena.
D’Alessandro debutó con el Tolo Gallego, pero fue recién en el año siguiente, cuando Ramón Díaz le dio cabida en el equipo titular, que su nombre comenzó a repercutir con fuerza. Integró uno de los equipos mas ofensivos que River recuerde. Comizzo, Ayala, Yepes y Rojas, Coudet, Ledesma, Cambiasso y Zapata, D’Alessandro, Ortega y Cardetti. Sin tanta patrulla de los rivales, Andrés hizo verdaderos zafarranchos en las defensas contrarias, jugando donde duele la habilidad, cerca del área. Mas tarde, ya junado por todos, tuvo bajones lógicos y picos destacados. Cuando lo vendieron a mediados de 2003, se había convertido en un jugadorazo hecho y derecho, dos veces campeón con la banda roja, con un puñado de goles memorables en el recuerdo colectivo (chanfle a Independiente en la vieja Doble Visera, apilada ante Gimnasia en Núñez, Tiro libre al ángulo ante Corinthians por la Copa, bombazo de zurda a Boca en la Bombonera). En síntesis, un crack con destino de vuelta.
Su juego no cuadró en Europa. Ni en Wolfsburgo de Alemania, donde jugó 3 años en un equipo decadente. Ni en Porthmouth de Inglaterra, donde recaló media temporada. Ni en Zaragoza, donde fue compañero de Pablo Aimar y jugó bastante, pero no terminó de adaptarse. Fue recién en el calor familiar del Brasil donde se reencontró con su talento genuino y también con su carácter de pocas pulgas. Y cuando D’Alessandro volvió a ser el de siempre, Internacional de Porto Alegre, se convirtió en el cuadro temible que hoy todos reconocen. En el rojo gaucho obtuvo dos certámenes estaduales, la Sudamericana, la Libertadores, la Recopa y la Suruga Bank. Su nivel lo devolvió a la Selección Nacional y a todos los millonarios les alimentó el deseo de volver a verlo otra vez con la banda roja.
Dueño de una medalla de oro olímpica y de un Mundial Sub 20 jugado en Argentina (al cual accedió por la fortuita baja por lesión de Livio Prieto), siempre declaró su amor por River y lo hizo en forma bien evidente, una noche muy triste para el millonario. San Lorenzo había sacado a la banda de la Libertadores de 2008, y haciendo un alto en los festejos, recordó con lágrimas en los ojos que su intención era otra y que todos los riverplatenses sabían perfectamente por qué y por quién no había retornado.
Claro que sabemos Andrés. También deberás saber vos que te estamos esperando.

domingo, 5 de junio de 2011

AGUANTÁ CORAZÓN

River Plate 1 - 1 Colón (Santa Fe)
Torneo Clausura 2011 - 17ª fecha.

Estadio Monumental - 05/06/11.



RIVER PLATE: Carrizo (5); Ferrero (5), Maidana (5) y Román (5); Ferrari (5), Almeyda, (5) J.M. Díaz (4), Lanzini (4), Lamela (4) y Buonanotte (4); Caruso (5). Posteriormente Pavone, (5) Funes Mori (4) y Pereyra. DT: Juan José López.
COLÓN: Pozzo; Quilez, Garcé, Goux y Cándia; Moreno y Fabbianessi, Ledesma, Prédiger, Luque y D. Díaz; Fuertes. Luego Quiroga, Graciani y Lessman. DT: Mario Sciaqua.
GOLES: Esteban Fuertes (COL) 12 st. Leandro Caruso (RP) 36 st.

ARBITRO: Carlos Maglio -bien-

MAN OF THE MATCH: Esteban Fuertes (Colón)
RESULTADO MORAL: River Plate 1 - Colón (Santa Fe) 1.


No, esto es demasiado. No se puede sufrir así. Parir de esta forma. Vivir esta condena. No tiene sentido, mi viejo. No hay razón. No hay motivo. Que ganas de decir basta. Detener esta tortura china. Pasar un domingo en paz, en familia, sin alterarse en lo más mínimo. Sacarse de encima el dolor de ver a River así. Entregado, consumido, impotente, achicado.
¿Que partido quieren que comente?. Ya no veo racionalmente. Que palabras de redención y lucidez echar al papel cuando el enemigo que nos acecha es desconocido y poderoso. 90 minutos con los huevos en la garganta. 90 minutos tropezando. 90 minutos de un terror nuevo. Piernas entumecidas, pases imprecisos, bochazos sin sentido, un técnico nublado, muchos pibes jugando un juego de grandes, un nivel paupérrimo, un poste que no nos da una mano porque no la merecemos, un corazón que no sabe como hacer para aguantar.
Pero hay que seguir, como sea, por la camiseta y por la historia. Y prefiero seguir con este miedo a aceptar la llegada de la resignación. Hoy parece no haber ánimo ni para hacer cuentas a pesar de haber salido de la promoción. Todos sabemos que la historia es otra, y que -la verdad- no sabemos como carajo afrontarla. Habrá que buscar en la fe las razones para la esperanza que la realidad se empecina en negarnos.

miércoles, 1 de junio de 2011

EL PULPO NEGRO

River Plate 1975/ 80 - 207 partidos 83 goles – 5 títulos


Hubo gente que se pasó toda la vida intentando sin poder, pero a Leopoldo Jacinto Luque le costó poco realmente muy poco convertirse en ídolo de River Plate. 85 minutos para ser exactos. El tiempo del partido en La Bombonera de Buenos Aires que transcurrió hasta que ese histórico gol en el arco de la Casa Amarilla. Salió festejando como siempre, con la melena al viento, felino, el rostro aún sin bigote repleto de gol. Primera toma de una postal que se repetiría seguido en el lustro siguiente.
Hablar de Luque es hablar de uno de los mejores delanteros de los 70. Varios se han roto la cabeza intentando resaltar lo mejor de su juego, hasta que concluyeron que era inútil. Luque fue una de las síntesis mejor logradas de lo que entendemos por delantero completo. Era rápido en la larga, era técnico en la corta, era potente en la fricción, era frío en el área, era un peligro todo tiempo. Su sonoro nombre a prueba de olvidos lo metió velozmente en el inconsciente colectivo del país futbolero, y solidificó su estampa de crack con una carrera relativamente fugaz (debutó en primera a los 24 años) y una cuenta frondosa de goles de esos que estremecen corazones.
Pero el Leopoldo Jacinto era sinónimo de muchas cosas más aparte de gol. Aragón lo trajo para hacer olvidar a Carlos Morete, emigrado a España. Aunque rápido se comprendió que Luque era mucho más que el Puma y su llegada abriría un inusitado abanico de posibilidades. Cimbreante, intenso, sus mechas negras de lampazo y sus extremidades infinitas le daban la propiedad de los felinos en cacería de parecer en movimiento aun quietos.
Debutó con un gol en La Bombonera y a fin de año ya daba su primer vuelta olímpica en aquel inolvidable 28 de diciembre del 75 en Rosario. Al tiempito, una noche le metió el solito 5 goles a San Lorenzo, algo que solo Bernabé y el Charro habían logrado. Armó con Víctor Marchetti una dupla irresistible que rompió redes durante el Metropolitano de 1977. Dio lecciones de coraje para sobreponerse al dolor físico y mental (lesión en el codo, muerte de su hermano) y anotar goles clave en el Mundial 78. Fue artífice fundamental y goleador siempre presente en el tricampeonato riverplatense de 1979 y 1980. El 16 de noviembre de 1980 jugó su último partido con la banda roja en el pecho. Fue en el Chateau Carreras ante Instituto. En el complemento lo reemplazó un pibe que ya comenzaba a hacerle sombra llamado Ramón Ángel Díaz.
Volvió a su Unión de Santa Fe, pasó por Racing de Avellaneda y hasta por Firmat FC. Trajeron a Kempes para reemplazarlo pero ocupar su espacio vacío costó mucho, en tiempos donde la abundancia de recursos ya no era la misma. Todavía al día de hoy, los que queremos explicar como juega tal delantero, con caracteristicas goleadoras, técnicas y potentes, caemos en su nombre como un ejemplo inviolable. Es que la estampa de Luque sigue allí, marcando el pase con el índice, picando pelo al viento, definiendo inapelable, gritando el gol ante una tribuna delirante.
Es Luque uno de lo mejores delanteros de la historia de River Plate. Es Luque el jugador que se hizo ídolo en su primera tarde vistiendo el manto sagrado. Es Luque el recuerdo de tantas jornadas felices que se añoran hasta el dolor.