martes, 6 de octubre de 2009

NO CULPABLE


“Nos vamos de River. No se cumplieron los objetivos. River no merece estar donde está. Dejamos que venga otro para generar mas esperanza. Agradecimiento a los jugadores por permitirnos trabajar y a los hinchas, que desde que estamos, alentaron siempre”. Mas o menos estas fueron las palabras con que Pipo Gorosito se despidió de River. Sonaba muy apenado. Sabemos que no estaba fingiendo.
El título de este artículo no es una sentencia. Es apenas una presunción. Cuando en Estados Unidos tuvieron que juzgar por homicidio al famoso O.J. Simpson, la presión multilateral obligó a la Corte a crear una figura híbrida que no afirmaba inocencia, pero que no descartaba culpa: Not guilty. Pues podemos esbosar que Gorosito es “no culpable” de esta actualidad de River.
9 meses antes, cuando se anunciaba su llegada, no fueron pocos los que se preguntaron sobre si estaba realmente capacitado para afrontar esa empresa. Lamentablemente el tiempo confirmó los peores temores. Gorosito venia de una buena campaña en Argentinos, fue seleccionado porque significaba una apuesta simpática para el paladar del hincha (un muchacho made in casa) y del dirigente (por la “austeridad” de sus exigencias contractuales).
Terminó confirmando lo que todos sabíamos. Las uñas del guitarrero se muestran con una viola desafinada, y el River de Pipo –pasadas las ilusiones lógicas de todo comienzo- terminó profundizando hasta límites intolerables, esta decadencia fatal iniciada tal vez con la partida de Leonardo Astrada y de una camada de jugadores que jamás se reemplazó. Hay que hacer mucha fuerza para recordar un River tan desmechado, inerte, carente de talento y personalidad, tan lejano de su ideología y su tradición. Claro que él tiene su cuota parte de responsabilidad, aunque da la sensación que Pipo siempre supo que llegó a River para apagar un incendio sin manguera. Apostó a cumplir su sueño y en su intento de totalizar el caos, fue parte de él, y la hoguera se lo fagocitó inexorablemente.
Gorosito no murió con la suya. Experimentó –tal vez por demás- para encontrar un equipo que tenga cierta continuidad. Jamás tuvo arquero. Su único titular en defensa fue Gustavo Cabral, con lo que casi se explica todo. Jugó con doble cinco, con carrileros, 4-4-2, 4-3-1-2, puso en cancha tres enganches. Borró gente. Promovió pibes. Pidió a Diego Lugano y le trajeron a Kohene. Pidió a Mercier y le trajeron a Paniagua. Pidió a Cvitanich para reemplazar a Falcao, no le trajeron a nadie y tuvo que meter mano en la reserva y hacer debutar un pibe de 17 años. Nada de nada. Sumó decentemente de local, pero saliendo de casa fue poco menos que un partenaire. Leyó mal varios partidos. Se peleó con la prensa hasta que se dio cuenta que al monstruo convenía tenerlo de su lado.
¿Gorosito fracasó en River?. No existe respuesta para esta pregunta, porque para fracasar, primero debe fijarse un objetivo. Se carece de indicios fehacientes que confirmen porqué meta peleó River este año. El campeonato, la Copa, evitar el descenso y la promoción, quedan absolutamente descartados. En este marco de megacrisis, es osado arriesgar cómo guardará la historia el paso de Pipo por River Plate. Tal vez como el guerrero suicida que decidió inmolarse con tal de concretar su deseo. Tal vez como un orientador laborioso y medio pelo, que tuvo la desgracia de contar con el plantel mas mediocre en la historia de la institución. De algo creemos estar seguros. La historia no se ensañará con un tipo que decidió hacerle frente a una guerra que, de antemano, se sabía perdida.

2 comentarios:

Negro Enrique dijo...

Gran posteo, Gorosito cometió el error de ser un técnico al servicio de los dirigentes en vez de ser un técnico al servicio de River, aunque para redimirlo un poco seguramente esa era la única manera de conseguir y luego preservar el puesto pero los resultados están a la vista. Esto mismo lo sufrió Astrada, esperemos que haya aprendido la lección.

Cometió muchos errores pero a la vez el margen de error es mucho mayor sí para un puesto en la cancha las opciones son drácula o frankestein.

Un abrazo

Marcelo desde Mendoza dijo...

Dalmasito es muy cierto lo que decís Gorosito no es un DT del target de River ni para el momento actual ni para anteriores ..me hace acordar a Babington con sólo pregonar el buen fútbol no alcanza y realmente no tuvo los cojones paras enfrentar a los dirigentes más bandidos de la historia de River.