De tanto en tanto, traspasos como los de Jesús Méndez o Jonathan Maidana, le refrescan a la memoria del futbolero, que el cruce a veredas enemigas es tan viejo como el fútbol mismo. Decisiones jamás desapercibidas, incendiadas sobre el fuego romántico de la traición. Comprendidas bajo el velo moderno del profesionalismo. El Río de La Plata y el Riachuelo podrán mezclar sus aguas en su confluencia, pero River y Boca no se mezclan. Así y todo, decenas de futbolístas experimentaron las sensaciones de la dicotomía mas pasional de los argentinos, 43 de ellos se probaron la burda adaptación de la bandera sueca, habiendo vestido previamente los colores del manto sagrado. He aquí un arbitrario top ten de los casos mas significativos.
10- Ricardo Zatelli: El primero en la lista es también el pionero en jugar en ambas riberas enemigas en el profesionalismo. Zatelli era un delantero veloz que jugaba por la banda derecha. Alterno varios partidos en el River campeón del año 1932. Llegó a Boca en el año 1934 donde también dio una vuelta olímpica. Veredicto: Culpable.
9- Gabriel Cedrés: “Por fin me saqué las plumas” Dijo el uruguayo recién llegado a Boca a mitad del 96. Tribunear siempre fue lo suyo, pero pese a esa condición tan “bostera”, Cedrés pasó sin pena ni gloria por La Boca. River lo había adquirido en 1994 como centrodelantero de gran juego aéreo, pero fue de volante de ida y vuelta en donde mejor rindió. En River ganó el Apertura 94 y la Libertadores 96. Su decisión de “sacarse las plumas” le evitó festejar otros 4 campeonatos mas en el ciclo Ramón Díaz. Un visionario. Veredicto: Perpetua.
8- Camilo Bonelli: Lo siguiente se lee en una revista El Gráfico de la época: “Yo tengo que ir por la calle pidiendo disculpas. ¿Que quieren, viejo?. A mi me da una vergüenza bárbara, pero tengo que comer”. Así justificaba Camilo Bonelli –fanático de River- su llegada a Boca en el año 1934. Bonelli era half izquierdo e integro los planteles de River en los dos primeros años de profesionalismo y se dio el gusto de ser campeón con el famoso equipo de Bernabé. En Boca jugó solo un año y allí logró otro título, aunque nadie sabe si lo habrá festejado igual que el primero. Veredicto: Inocente.
7- Gabriel Batistuta: Con Batistuta, River tuvo en su poder un tesoro de oro cubierto de barro, y no supo descubrirlo a tiempo. Su explosión duele mas por lo que River se perdió, y no por que lo haya hecho en Boca Jrs. Bati llegó a River en 1989. Jugó poco y mal. Inesperadamente, en Boca su juego desató una hemorragia de goles que recién se detuvo en 2005, el año de su retiro. Veredicto: Ininputable
6- Carlos Tapia: El Chino fue una bomba que nunca terminó de explotar. Surgió de la cantera millonaria en el 80, tenía habilidad y talento, pero ni Labruna, Cap, Varacka, Cubilla y Veira lograron asentarlo definitivamente. En 1985 entró junto a Olarticoechea, en la negociación por los pases de Gareca y Ruggeri. Tuvo varias etapas en Boca en donde jugó mucho mas y mejor. Tanto que hoy está mas identificado con el chancho que con la gallina. Veredicto: Provation.
5- Carlos Morete: Como un Palermo al revés, el Puma tenía una fabulosa especialidad: Hacerle goles a Boca. De cabeza, de derecha, de zurda, de penal, de rebote, o como sea. Hizo más de 100 antes de irse a jugar a España. Boca lo repatrió esperanzado en sus conquistas pero el Riachuelo le mojó la pólvora y fracasó estrepitosamente. Fue el único club en el que Morete no fue goleador. Luego jugó en Talleres, Independiente y Argentinos donde renovó la mística de gritar ante la azul y oro. Su cuenta terminó en 16 goles oficiales. Veredicto: Tantas alegrías conmutan la pena. Inocente.
4- Claudio Caniggia: Los números de su carrera no le hacen justicia a la categoría de futbolista que fue. Un velocista impresionante, un certero definidor, y un jugador que jugaba bien los partidos importantes. Surgió como un refucilo rubio a mediados del 86 y fue figura hasta su partida de River dos años mas tarde. La distancia y su relación amistosa con Maradona lo alejaron del sentir millonario gradualmente. No sorprendió a nadie que en 1995, “el hijo del viento” se vista de Boca para darse piquitos con el 10. Veredicto: Asociación ilícita. Culpable.
3- José Manuel Moreno: Jugar en Boca era una cuenta pendiente para un tipo que, cuando pibe, se fue de una prueba fallida al grito de “Ya van a ver, se van a arrepentir”. Moreno había nacido en La Boca y jugó allí en 1950, cuando se encontraba en el descuento de su magnifica trayectoria. 22 partidos, 6 goles. El charro ya había dado lo mejor de sí con la banda roja puesta, durante 12 temporadas que lo erigieron en el mejor jugador de la época. Era un bohemio y siempre hizo lo que quiso. Por eso no hay rencores por esa pequeña “mancha” en su carrera. Veredicto: Inocente.
2- Norberto Menéndez: Su pase a Huracán escondió siempre un secreto. River no quería venderle a Boca al Beto, y por eso, la salomónica aparición del Quemero, levantará la eterna duda de un preacuerdo con el xeneize jamas comprobado. Menéndez fue crack y bandera de la banda roja. Jugó en River del 54 al 60 y tras su excursión en Patricios, llegó a la ribera en 1962. Allí se transformó en un bostero más, camorrero, picante, e igualmente genial con el balón en los pies. En ambas veredas fue tricampeón. Veredicto: Culpable.
1- Juan José López: Todo el Mundo River sintió un puñal helado por la espalda, aquella mañana de enero del 83 cuando se anunció su arreglo con Boca Jrs. Pocas veces una figura tan amada decepcionó tanto a su pueblo. Aquella traición siempre se explicó con una sola palabra: Venganza. Luego de 11 años de una carrera formidable, el negro López se fue de River casi por la puerta de atrás. Boca le ofreció la fruta prohibida y JJ –dolido en su orgullo- la mordió. Es el día de hoy que se arrepiente, pero no son pocos los que todavía no perdonan tamaña tocada de traste. Veredicto: … El Jurado pasa a cuarto intermedio.
10- Ricardo Zatelli: El primero en la lista es también el pionero en jugar en ambas riberas enemigas en el profesionalismo. Zatelli era un delantero veloz que jugaba por la banda derecha. Alterno varios partidos en el River campeón del año 1932. Llegó a Boca en el año 1934 donde también dio una vuelta olímpica. Veredicto: Culpable.
9- Gabriel Cedrés: “Por fin me saqué las plumas” Dijo el uruguayo recién llegado a Boca a mitad del 96. Tribunear siempre fue lo suyo, pero pese a esa condición tan “bostera”, Cedrés pasó sin pena ni gloria por La Boca. River lo había adquirido en 1994 como centrodelantero de gran juego aéreo, pero fue de volante de ida y vuelta en donde mejor rindió. En River ganó el Apertura 94 y la Libertadores 96. Su decisión de “sacarse las plumas” le evitó festejar otros 4 campeonatos mas en el ciclo Ramón Díaz. Un visionario. Veredicto: Perpetua.
8- Camilo Bonelli: Lo siguiente se lee en una revista El Gráfico de la época: “Yo tengo que ir por la calle pidiendo disculpas. ¿Que quieren, viejo?. A mi me da una vergüenza bárbara, pero tengo que comer”. Así justificaba Camilo Bonelli –fanático de River- su llegada a Boca en el año 1934. Bonelli era half izquierdo e integro los planteles de River en los dos primeros años de profesionalismo y se dio el gusto de ser campeón con el famoso equipo de Bernabé. En Boca jugó solo un año y allí logró otro título, aunque nadie sabe si lo habrá festejado igual que el primero. Veredicto: Inocente.
7- Gabriel Batistuta: Con Batistuta, River tuvo en su poder un tesoro de oro cubierto de barro, y no supo descubrirlo a tiempo. Su explosión duele mas por lo que River se perdió, y no por que lo haya hecho en Boca Jrs. Bati llegó a River en 1989. Jugó poco y mal. Inesperadamente, en Boca su juego desató una hemorragia de goles que recién se detuvo en 2005, el año de su retiro. Veredicto: Ininputable
6- Carlos Tapia: El Chino fue una bomba que nunca terminó de explotar. Surgió de la cantera millonaria en el 80, tenía habilidad y talento, pero ni Labruna, Cap, Varacka, Cubilla y Veira lograron asentarlo definitivamente. En 1985 entró junto a Olarticoechea, en la negociación por los pases de Gareca y Ruggeri. Tuvo varias etapas en Boca en donde jugó mucho mas y mejor. Tanto que hoy está mas identificado con el chancho que con la gallina. Veredicto: Provation.
5- Carlos Morete: Como un Palermo al revés, el Puma tenía una fabulosa especialidad: Hacerle goles a Boca. De cabeza, de derecha, de zurda, de penal, de rebote, o como sea. Hizo más de 100 antes de irse a jugar a España. Boca lo repatrió esperanzado en sus conquistas pero el Riachuelo le mojó la pólvora y fracasó estrepitosamente. Fue el único club en el que Morete no fue goleador. Luego jugó en Talleres, Independiente y Argentinos donde renovó la mística de gritar ante la azul y oro. Su cuenta terminó en 16 goles oficiales. Veredicto: Tantas alegrías conmutan la pena. Inocente.
4- Claudio Caniggia: Los números de su carrera no le hacen justicia a la categoría de futbolista que fue. Un velocista impresionante, un certero definidor, y un jugador que jugaba bien los partidos importantes. Surgió como un refucilo rubio a mediados del 86 y fue figura hasta su partida de River dos años mas tarde. La distancia y su relación amistosa con Maradona lo alejaron del sentir millonario gradualmente. No sorprendió a nadie que en 1995, “el hijo del viento” se vista de Boca para darse piquitos con el 10. Veredicto: Asociación ilícita. Culpable.
3- José Manuel Moreno: Jugar en Boca era una cuenta pendiente para un tipo que, cuando pibe, se fue de una prueba fallida al grito de “Ya van a ver, se van a arrepentir”. Moreno había nacido en La Boca y jugó allí en 1950, cuando se encontraba en el descuento de su magnifica trayectoria. 22 partidos, 6 goles. El charro ya había dado lo mejor de sí con la banda roja puesta, durante 12 temporadas que lo erigieron en el mejor jugador de la época. Era un bohemio y siempre hizo lo que quiso. Por eso no hay rencores por esa pequeña “mancha” en su carrera. Veredicto: Inocente.
2- Norberto Menéndez: Su pase a Huracán escondió siempre un secreto. River no quería venderle a Boca al Beto, y por eso, la salomónica aparición del Quemero, levantará la eterna duda de un preacuerdo con el xeneize jamas comprobado. Menéndez fue crack y bandera de la banda roja. Jugó en River del 54 al 60 y tras su excursión en Patricios, llegó a la ribera en 1962. Allí se transformó en un bostero más, camorrero, picante, e igualmente genial con el balón en los pies. En ambas veredas fue tricampeón. Veredicto: Culpable.
1- Juan José López: Todo el Mundo River sintió un puñal helado por la espalda, aquella mañana de enero del 83 cuando se anunció su arreglo con Boca Jrs. Pocas veces una figura tan amada decepcionó tanto a su pueblo. Aquella traición siempre se explicó con una sola palabra: Venganza. Luego de 11 años de una carrera formidable, el negro López se fue de River casi por la puerta de atrás. Boca le ofreció la fruta prohibida y JJ –dolido en su orgullo- la mordió. Es el día de hoy que se arrepiente, pero no son pocos los que todavía no perdonan tamaña tocada de traste. Veredicto: … El Jurado pasa a cuarto intermedio.
8 comentarios:
Hola.
las fotos van en blanco y negro para que tanto azul y amarillo no me rompa el blog.
saludos
"A mi me da una vergüenza bárbara (por usar la de boca), pero tengo que comer” gran frase.
Seguí toda la campaña de Batistuta en River de cerca y no imaginé jamás que pudiera transformarse en el delantero que fue, creo que en Riiver no lo hubiese conseguido.
Jajajaja! Muy bueno y divertido el post, con la carátula del ilícito y el veredicto.
El payaso de Cedrés no solo dijo eso de las plumas, sino que en la primer oportunidad que tuvo de convertir un gol para Boca, festejó frente a la tribuna de ellos haciendo el clásico gesto de perdón. Otro que cruzó la vereda y se besó la imitación de bandera sueca fue el Polillita Da Silva, en mi caso lo declaro culpable.
Al Negro JJ lo perdoné hace tiempo. Y ahora trabaja en el club, creo que eso le servirá a modo de probation
el negro jj, Morete y moreno inocentes
el resto al calabozo con trabajos forzados, sobre todo el hijo de mil putas de Cedres
como bien agrego mi amigo clinton hay que incluir al carne de paloma del polillita y al muerto de Toresani
PD: alguno recuerda el golazo de tapia a platense (o Ferro ahora me entro la duda) que eludio desde nuestro camp ao todo el equipo completo. si mal no recuerdo fue en el 83 y habia sido elegido en el programa todos los goles como el mejor del año
A Platense, Centrojás, a Platense.
año 1983, el partido después de la muerte de trossero.
como me dolió el "cruce" de J.J , en ese entonces era un pibe , después entendí todas las cagadas de Aragón que al fin y al cabo nos pusieron al borde del descenso . No guilty !!
más acá en el tiempo la de Cani por lo poco que se disfrutó en River con lo crack que era ...
sí , recuerdo el gol de Tapia , al rival no me acordaba .
saludos , Jorge
Buenísimo Adrian como siempre , un agregado del golazo del Chino Tapia a Platense fue en cancha de Huracán y lo repitieron por TV hasta el cansancio , no se veía claroporque en esa cancha de Mierda no había buena luz nocturna .
Muy buena nota.
Como sufri que Caniggiaq se fuera a Boca, fue uno de lso mejores "7" que vi en mi vida, un crack. Lastima.
Saludos - Blog Millonario
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