En agosto de 1939 los mejores equipos de Argentina eran River Plate e Independiente. Venían peleando palmo a palmo el torneo local (lo ganaría finalmente el rojo) y se repartían en sus planteles varios de los mejores exponentes del fútbol espectáculo de nuestro país, que arrastraba verdaderas multitudes a los estadios todos los domingos. Eran a su vez –y lo siguen siendo pese a todo- los dos mas fieles representantes de la escuela de juego lujoso y paladar exquisito del fútbol vernáculo.
La novedosa idea de confrontar a combinados Argentinos y Brasileños fue obra de dirigentes menos egoístas y mas imaginativos que los de ahora. La parada fue vendida como el “choque de estilos” y “el duelo de titanes”, aunque a decir verdad, por aquellos tiempos, era Uruguay y no Brasil el otro coloso del fútbol Sudamericano. El partido –uno de varios choques programados- fue jugado la tarde del domingo 13 de agosto de 1939 en el Gasómetro de Avenida La Plata. 60000 personas pagaron entrada.
La multitud se explica fácil. Había en cancha una verdadera constelación de estrellas en el momento de su mayor luminosidad. José Manuel Moreno, Arsenio Erico, Vicente De la Mata, Adolfo Pedernera, José María Minella. Para el representante brasilero (conformado únicamente por futbolistas de Flamengo y Vasco da Gama de Río de Janeiro) actuaron figuras como Leónidas Da Silva (el del gol descalzo en el mundial de Suiza) y Domingos Da Guía (ex Boca), junto con los argentinos Bernardo Gandulla, Agustín Valido y Raúl Emeal.
Cuestiones menores pasaron a ser tema de discusión en la previa del partido. La camiseta por ejemplo. Algunos propusieron usar la celeste y blanca, pero terminaron pensando que sería un despropósito, porque no se trataba de una Selección Nacional. Acabaron vistieron una curiosa casaca blanca y negra por mitades con una banda color rojo cruzando de izquierda a derecha. Los arqueros usaron buzos blancos con los escudos de ambos clubes en el pecho. Los brasileños se vistieron de verde aunque solo llevaron en el atuendo la cruz de malta que identifica a Vasco da Gama.
Cuentas las crónicas que el combinado local no tuvo que esforzarse mucho para vencer 3-1 y que si el resultado fue así de exiguo, fue porque los hombres de River e Independiente levantaron el pié del acelerador. El cotejo transcurrió entonces en un muy festejado concierto de chiches innecesarios, de esos que se comprenden solo en estos partidos de exhibición.
Bello; Vassini y Coletta; Santamaría, Minella y Martínez; Maril, De la Mata, Erico, Moreno y Pedernera salieron en el equipo inicial. Estaba pensando en estos tiempos de vacas flacas, en el que hasta el paladar hemos perdido. ¿Qué les parece?. Assman; Ferrari, Gioda, Tuzzio y Villagra; Augusto, Ahumada, Toti Ríos y Buonanotte; Falcao y Montenegro… No, mejor no… Dejen… No da ni a palos.
La novedosa idea de confrontar a combinados Argentinos y Brasileños fue obra de dirigentes menos egoístas y mas imaginativos que los de ahora. La parada fue vendida como el “choque de estilos” y “el duelo de titanes”, aunque a decir verdad, por aquellos tiempos, era Uruguay y no Brasil el otro coloso del fútbol Sudamericano. El partido –uno de varios choques programados- fue jugado la tarde del domingo 13 de agosto de 1939 en el Gasómetro de Avenida La Plata. 60000 personas pagaron entrada.
La multitud se explica fácil. Había en cancha una verdadera constelación de estrellas en el momento de su mayor luminosidad. José Manuel Moreno, Arsenio Erico, Vicente De la Mata, Adolfo Pedernera, José María Minella. Para el representante brasilero (conformado únicamente por futbolistas de Flamengo y Vasco da Gama de Río de Janeiro) actuaron figuras como Leónidas Da Silva (el del gol descalzo en el mundial de Suiza) y Domingos Da Guía (ex Boca), junto con los argentinos Bernardo Gandulla, Agustín Valido y Raúl Emeal.
Cuestiones menores pasaron a ser tema de discusión en la previa del partido. La camiseta por ejemplo. Algunos propusieron usar la celeste y blanca, pero terminaron pensando que sería un despropósito, porque no se trataba de una Selección Nacional. Acabaron vistieron una curiosa casaca blanca y negra por mitades con una banda color rojo cruzando de izquierda a derecha. Los arqueros usaron buzos blancos con los escudos de ambos clubes en el pecho. Los brasileños se vistieron de verde aunque solo llevaron en el atuendo la cruz de malta que identifica a Vasco da Gama.
Cuentas las crónicas que el combinado local no tuvo que esforzarse mucho para vencer 3-1 y que si el resultado fue así de exiguo, fue porque los hombres de River e Independiente levantaron el pié del acelerador. El cotejo transcurrió entonces en un muy festejado concierto de chiches innecesarios, de esos que se comprenden solo en estos partidos de exhibición.
Bello; Vassini y Coletta; Santamaría, Minella y Martínez; Maril, De la Mata, Erico, Moreno y Pedernera salieron en el equipo inicial. Estaba pensando en estos tiempos de vacas flacas, en el que hasta el paladar hemos perdido. ¿Qué les parece?. Assman; Ferrari, Gioda, Tuzzio y Villagra; Augusto, Ahumada, Toti Ríos y Buonanotte; Falcao y Montenegro… No, mejor no… Dejen… No da ni a palos.
1 comentario:
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