Torneo Nacional 1984 – 11/03/84.
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.Hay que estar muy atentos para percatarse que uno ha pasado al lado del estadio Simon Luciano Plazaola de Concepción del Uruguay. Cercanía al río. Tribunas bajas de tablón, perímetro entapialado, elegante platea social, unas pocas cabinas de transmisión. Si a algún desprevenido le dicen que allí alguna vez jugó River Plate y por los puntos, la respuesta inmediata sería un gesto de desconfianza. Pero lo que dicen que pasó, efectivamente pasó. Los recuerdos mienten un poco, dijo el Indio Solari. Y sobre todo para los fanáticos del “decano” uruguayense que aseguran haber asistido esa tarde al estadio. Varios miles más de los 15.000 que en realidad concurrieron.
A 26 años de ese juego, la visita del millonario a Concepción del Uruguay es un hito en aquellos lados de la baja mesopotamia. Los memoriosos no recuerdan tamaño interés por un partido de fútbol. La cancha se llenó 2 horas antes y había gente hasta arriba de los árboles. En la previa varios suspendieron la vuelta del perro para pasarse por el hotel y poder ver de cerca de los jugadores millonarios, y no son pocos los que atesoran en algún sitio preferencial del álbum de fotos, alguna instantánea con alguna figura riverplatense.
El River que fue a Entre Rios estaba reconstruyéndose. Tras un 83 paupérrimo, la llegada de Luis Cubilla al banco, mas el retorno de Alonso de su exilio velezano y algunas figuras incorporadas –Teglia, Alfaro, Villalba, Pumpido, Borelli-, alimentaban la expectativa de un equipo ganador. La ilusión llegaría hasta la final de ese Nacional de 1984, destrozada a pesados por el Ferro de Griguol. Pero, a esa altura del partido (4ª fecha de la primera fase) la marcha de la banda era sobria y tranquila con dos éxitos ante Huracán y Atlético Uruguay, y una paridad en Río Cuarto ante Estudiantes.
Después de desandar los tortuosos senderos de los regionales mesopotamicos, Atlético Uruguay por fin se había dado el gusto de llegar a la Primera del fútbol Nacional derrotando a quien era uno de sus verdugos por aquellos años, Renato Cesarini de Rosario, y sentando un precedente irrefutable en la histórica y enconada rivalidad de pueblo que alimenta con Gimnasia y Esgrima. Los dirigentes decidieron respetar la base del plantel del ascenso, compuesto unánimemente por jugadores duchos en la plaza zonal pero absolutamente anónimos para el gran contexto, y que no tenían otro objetivo mas que el de hacer un papel decoroso ante los grandes de AFA.
Esa tarde del 11 de marzo de 1984 todo transcurrió en los carriles normales de la lógica. El entusiasmo de los locales comenzó a esfumarse a los 21 minutos del primer tiempo cuando Enzo Francescoli puso el primero. Antes de que concluyan los 45 iniciales, River ya estaba 4-0 por anotaciones de Alfaro de tiro libre, Teglia y Jorge García. En el complemento hubo otro tanto de Roque y hasta un exótico gol de tiro libre del Tolo Gallego. Evidentemente la tarde daba para todo.
Por River Plate fueron Nery Pumpido; Eduardo Saporiti, Alfredo De los Santos, Cacho Borelli y Jorge García; Enzo Francescoli (de 8), Américo Gallego y Roque Alfaro; Alberto Bica, Enrique Atanasio Villalba y Daniel Teglia. Posteriormente entraron Vasco Olarticoechea y Chino Tapia. El local alineó a Cáceres; Ayala, Cueno, Gómez y Sturm; Mosca, Alberto Martínez y Velásquez; Hugo Umpiérrez, Mario Wurtz y José Luis Martínez. Arbitró el partido Ricardo Calabria.
En la catedral de Concepción del Uruguay descansan los restos del General Justo José de Urquiza. Y en la memoria del pueblo uruguayense descansa muy vivo el recuerdo de esa tarde de fines de verano del 84, y del aplauso cerrado con la que el publico despidió a los equipos en el viejo estadio del decano. A River por haber paseado su grandeza en el suelo entrerriano y Atlético Uruguay por ser hidalgo y digno ante una superioridad tan abrumadora.
A 26 años de ese juego, la visita del millonario a Concepción del Uruguay es un hito en aquellos lados de la baja mesopotamia. Los memoriosos no recuerdan tamaño interés por un partido de fútbol. La cancha se llenó 2 horas antes y había gente hasta arriba de los árboles. En la previa varios suspendieron la vuelta del perro para pasarse por el hotel y poder ver de cerca de los jugadores millonarios, y no son pocos los que atesoran en algún sitio preferencial del álbum de fotos, alguna instantánea con alguna figura riverplatense.
El River que fue a Entre Rios estaba reconstruyéndose. Tras un 83 paupérrimo, la llegada de Luis Cubilla al banco, mas el retorno de Alonso de su exilio velezano y algunas figuras incorporadas –Teglia, Alfaro, Villalba, Pumpido, Borelli-, alimentaban la expectativa de un equipo ganador. La ilusión llegaría hasta la final de ese Nacional de 1984, destrozada a pesados por el Ferro de Griguol. Pero, a esa altura del partido (4ª fecha de la primera fase) la marcha de la banda era sobria y tranquila con dos éxitos ante Huracán y Atlético Uruguay, y una paridad en Río Cuarto ante Estudiantes.
Después de desandar los tortuosos senderos de los regionales mesopotamicos, Atlético Uruguay por fin se había dado el gusto de llegar a la Primera del fútbol Nacional derrotando a quien era uno de sus verdugos por aquellos años, Renato Cesarini de Rosario, y sentando un precedente irrefutable en la histórica y enconada rivalidad de pueblo que alimenta con Gimnasia y Esgrima. Los dirigentes decidieron respetar la base del plantel del ascenso, compuesto unánimemente por jugadores duchos en la plaza zonal pero absolutamente anónimos para el gran contexto, y que no tenían otro objetivo mas que el de hacer un papel decoroso ante los grandes de AFA.
Esa tarde del 11 de marzo de 1984 todo transcurrió en los carriles normales de la lógica. El entusiasmo de los locales comenzó a esfumarse a los 21 minutos del primer tiempo cuando Enzo Francescoli puso el primero. Antes de que concluyan los 45 iniciales, River ya estaba 4-0 por anotaciones de Alfaro de tiro libre, Teglia y Jorge García. En el complemento hubo otro tanto de Roque y hasta un exótico gol de tiro libre del Tolo Gallego. Evidentemente la tarde daba para todo.
Por River Plate fueron Nery Pumpido; Eduardo Saporiti, Alfredo De los Santos, Cacho Borelli y Jorge García; Enzo Francescoli (de 8), Américo Gallego y Roque Alfaro; Alberto Bica, Enrique Atanasio Villalba y Daniel Teglia. Posteriormente entraron Vasco Olarticoechea y Chino Tapia. El local alineó a Cáceres; Ayala, Cueno, Gómez y Sturm; Mosca, Alberto Martínez y Velásquez; Hugo Umpiérrez, Mario Wurtz y José Luis Martínez. Arbitró el partido Ricardo Calabria.
En la catedral de Concepción del Uruguay descansan los restos del General Justo José de Urquiza. Y en la memoria del pueblo uruguayense descansa muy vivo el recuerdo de esa tarde de fines de verano del 84, y del aplauso cerrado con la que el publico despidió a los equipos en el viejo estadio del decano. A River por haber paseado su grandeza en el suelo entrerriano y Atlético Uruguay por ser hidalgo y digno ante una superioridad tan abrumadora.
11 comentarios:
Una de las casacas de River mas lindas de los ultimos 30 años, el Tolo fue un grande adentro y fuera de la cancha, a pesar que mucha gente de nuestra gente esta emperrada con el.
Si mal noi recuerdo ese fue el primer campeonato de la era santilli, no?.
Tambien habian llegado gaitan, crayacich, el negro enrique y algun otro que se me escapa
Si, el primero de la era Santilli, y casi lo termina con campeonato, pero ante ese Ferro no se podía. Siempre admiré de Santilli el discurso y la actitud ganadora que tenía como lider. Que se yo. Se muy bien que Passarella debe estar haciendo equilibrio en una cuerda muy delgada, pero no me gusta que diga lo que dijo esta semana con respecto a las posibilidades del equipo. Yo lo se. El lo sabe. Todos lo sabemos. Para que mierda lo dice, entonces?.
Gran casaca. Enrique ya estaba desde el año pasado. Creo que tambien llegaron con Cubilla sus hijos, pero que no figuraron para nada.
Aclaro que por todo lo demás, Santilli no es santo de mi devoción, eh.
Gran recuerdo. Tenía completamente borrado de mi mente este partido
Que mente pre-clara la del Negro Cubilla, ponerlo a Enzo de 8...
En esa época llegó Alfaro que venia con la chapa de armador. Enzo se sabía que era bueno, pero todavía no había explotado, hay que decir la verdar.
Allí empezaron los quiilombos con Cubilla que llegaron a dejar a los jugadores uruguayos que actuaban afuera, out de la celeste.
Dalmassito, me parece que DAP y todo el equipo está bajando el mismo discurso realista porque es un modo de quitar presión a los jugadores y expectativas a la gente, que luego se traducen en presión a los jugadores.
Es un cambio claro respecto del Apertura y la época Cappa. Ahí se mantuvo un discurso fuera de la realidad, como un millonario (nunca mejor dicho) venido a menos que cree que va a salir de la miseria viviendo igual que antes.
A mí me daba más miedo que el DT dijera que no miraba la tabla de promedios, que los jugadores dijeran que saliendo campeones se evitaban todos los problemas y que todos esperáramos que el equipo jugara como el Huracán de Cappa. Creo que eso no fue más que un obstáculo para todo: para sumar puntos y para jugar bien.
Para mí la diferencia central entre el equipo de JJ y el de Cappa es que el actual juega a algo, y el anterior, no jugaba a nada. Me hubiera gustado que Cappa lograra hacernos jugar bien, pero por lo que sea no pudo. Basta comparar cómo jugó River contra All Boys y cómo jugó el otro día contra Tigre.
Ahora se dice que el equipo de JJ juega contra la historia y que no tiene ambición, como si el de Cappa hubiera estado más cerca del paladar negro. Lo estuvo en la intención y en las palabras, pero nada más. En el juego, el de JJ es mejor equipo, porque como dije al menos juega a algo. Además, ni se tira atrás, ni regala la pelota al contrario, ni juega de contra, ni por supuesto pega o ensucia los partidos. Es un equipo intenso, que presiona y lucha, e intenta jugar. Pero busca tener la pelota, atacar sin desmantelarse, y ganar sin volverse loco.
Abrazo
Me acuerdo del partido en el Monumental con aquel pintoresco Atlético Uruguay, también los goleamos. Era una linda tarde de verano en Buenos Aires; los jugadores visitantes salieron con unos artículos regionales para obsequiarles a los jugadores nuestros. Al final, como yo soy del barrio, estaba con los pibes en la esquina de Monroe y Libertador cuando por Lidoro Quinteros apareció un grupo de entrerrianos con esos mates enormes que acá no se usaban y fuimos a saludarlos y a tomarnos unos mates, pero desde atrás apareció otro grupo de entrerrianos a los tumbos perseguidos por una avanzada de energúmenos de la hinchada, algunos amigos míos. Era patético pero eran tiempos violentos. Con respecto a lo de Hugo Santilli, recordemos que fue el presidente que le devolvió a los socios los lugares en el estadio que habían quedado postergados por la remodelación del estadio de 1977.
Tony del Bajo
UN LUJO! GRACIAS!.. si tienen algo mas se lo agradecería. Me hubiese gustado estar en esa epoca para ver a mi amado Atletico uruguay en primera. Mi viejo formo parte del equipo, me contaba que andaban con la gorda matoza, y algun que otro personaje jaja. La ciudad en el monumental me dijeron, lleno... Para la historia ese viaje, un equipo totalmente amateur.. para darse una idea nuestro idolo el Milico Gomez no iba a jugar porque trabajaba, se escapo del trabajo y se fue a dedo a Bs As... Un equipo de barrio. Aca en mi Ciudad el partido con river sige latente todo el tiempo
grande la nota!!!
historicos e inolvidables partidos. el enzo si mal no recuerdo jugó con la casaca 10.
una anecdota de aquellos partidos: el Enzo cambió la camiseta con "Barrabás" Umpierrez (padre de un actual jugador del club). cuentan que en una epoca de vacas flacas "Barrabás" pagó un flete con la casaca del Enzo!!!!!! sin dudas un flete carisimo!!!!! jaja. eso habla de lo amateur de aquel plantel que laburaba y casi no entrenaba.
Se comieron y de local jaja
Hay que decirle al bobo que escribe en atletico uruguay atajo Hugo osoro
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