jueves, 13 de mayo de 2010

LA LEY PRIMERA

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En sus “Instrucciones para elegir en un picado” del libro “Crónicas del Ángel Gris”, Alejandro Dolina reflexiona lo siguiente: “…Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector, observó que no siempre sus elecciones recaían sobre los más hábiles… comprendió que lo que en verdad deseaba era jugar con sus amigos mas queridos… El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico. Uno juega mejor con sus amigos… Un equipo de hombres que se quiere y se respeta es invencible. Y si no, mas vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los indeseables”. Esta idea no pretende comparar los lazos de amistad y de hermandad, ni mucho menos, definir las relaciones que unen a dos personas de la misma sangre. Solo sirve como un vulgar disparador para tratar de imaginar las emociones que se deben desatar teniendo un hermano como compañero en la primera de River. Solo 6 parejas de hermanos se dieron ese gusto.
Juan Carlos y Jorge Iribarren: Jugaron juntos en el profesionalismo en el año 1931 y lo hicieron en un total de 24 partidos. Jorge Iribarren, actuaba de arquero y se fue al terminar el año, Juan Carlos, que era back izquierdo, jugó una campaña más, donde logró dar la vuelta olímpica con el famoso equipo de Bernabé. Llegaron a River a mediados de la década del 20. Ambos venían de Argentinos Juniors y tuvieron una prolongada campaña en la etapa amateur. Sus nombres son sinónimo de aquel River que buscaba forjarse el nombre que hoy detenta.
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Federico y Juan Apolonio Vairo: Nacieron en la cuna de Rosario Central hasta que ésta les quedó chica, luego ambos, tomaron avenidas diferentes. Federico (el mayor) era un back izquierdo de categoría internacional. Llegó a River en el 55 y armó junto a Alfredo Pérez una dupla defensiva inolvidable. Juan Apolonio en cambio, tuvo un paso por Boca, Juventus de Italia y Liverpool de Uruguay antes de recalar en Núñez para la temporada de 1957. Era un volante morrudo, de mediana estatura y con algo de habilidad. El 23 de junio del 57 jugarían el primero de sus cuatro partidos juntos. Fue en un 2-0 en el Parque de la Independencia ante Newell’s. Ese año se coronarían campeones.
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Néstor y Omar Rossi: Hay muy poco para agregar acerca de lo que significa Néstor Rossi para la gloria de River. Seguramente Pipo recordaría con mucho cariño aquellos 8 partidos de 1956, jugados en la primera de River junto a Omar Guillermo, su hermano menor. Se parecían mucho físicamente, jugaban en el mismo puesto y Omar reemplazaba a Pipo cuando este era expulsado o tenía compromisos con la Selección. El primer partido juntos fue el 7 de octubre del 56 ante Newells. Dieron la vuelta olímpica juntos ese año. Omar no se asentó en primera y falleció joven el 11 de julio de 1967 a causa de un linfoma. En su homenaje, Pipo bautizó con su nombre a uno de sus 4 hijos, quien murió 20 años luego, el mismo día, a la misma hora y por la misma causa.
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Ermindo y Daniel Onega: Decir Onega y decir River es casi lo mismo. Son la pareja de hermanos que mas partidos juntos jugaron en la banda, aunque no tantos como se podría pensar. 47 cotejos en total. Ermindo debutó en el 57. Era un crack, un tocado, un distinto. Fue “la” figura de River en los años de sequía, y eso le pasó factura. Daniel recién debutó en el 66. Su juego mutó con el tiempo. Primero fue un 9 con juego y mucho gol, y luego se transformó en un armador de juego de gran calidad. Las lesiones del Ronco, y las ideas conservadoras de Toto Lorenzo, hicieron que ambos recién tuvieran continuidad en la segunda parte de 1967. Al año siguiente, Ermindo volvió a lesionarse y a fin de temporada fue vendido a Peñarol y no volvió más. Se mató en un accidente a los 40 años. Daniel jugó en River hasta 1973, con una temporada a préstamo en Racing en el 72. Entre ambos sumaron 219 goles y mas de 500 partidos. Fueron, son y serán una bandera.
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Héctor y Carlos Enrique: Cuando se encontraron en Núñez, El Negro y el Loco Enrique ya era jugadores consagrados. Héctor Adolfo había llegado a River proveniente de Lanús. Sus primeros años en la Banda fueron de delantero, y rindió poco. El ojo clínico de Veira lo reinventó de volante por derecha y fundó un jugador soberbio de despliegue y calidad. Carlos Alberto llegó de Independiente en el 88. Marcaba con furia, se proyectaba con hambre, y tenía un carácter podrido que le generó mas de un problema. Jugaron juntos 22 partidos entre 1988 y 1990 y ganaron un campeonato. Con su rodilla maltrecha a cuestas, el Negro fue cedido a Deportivo Español a mediados del 90. El loco ganó un campeonato más en 1991 hasta que fue separado del plantel por problemas disciplinarios.
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Claudio y Darío Husaín: Pese a formarse en Vélez, ambos siempre reconocieron su simpatía por la banda. Claudio Husaín (el Turco) llegó a River en el 2000, cuando estaba en su mejor momento. Por eso, a los pocos meses, fue vendido al Parma de Italia. Al tiempo retornó y se encontró en el plantel con Darío (la Furia), su hermano menor, y por entonces, un veloz y promisorio delantero. Juntos jugaron 12 partidos en el año 2003. Debutaron en el estadio de los Defensores del Chaco en un juego ante Libertad. Ganaron un campeonato, el Clausura 2003 con Pellegrini como DT. Claudio Husaín tuvo una lesión a mitad de temporada que lo sacó de las canchas hasta 2004. La Furia estuvo presente en River jugando sin demasiada continuidad hasta que terminó la temporada 2003, cuando partió.
Un caso similar a los narrados, aunque no igual, es el de los hermanos Jorge Orosmán y Rubén Fernando Da Silva, centrodelanteros orientales que actuaron en River con un año de diferencia. El “Polilla” desde 1987 a 1989 y el “Polillita” desde 1990 a 1993. Aunque en rigor de verdad, si de hermanos Riverplatenses se trata, mal que nos pese, esta reseña no puede dejar de mencionar a Alan y William Schlenker, por quienes –ojala en poco tiempo- hablen mejor de ellos las condenas judiciales que las páginas de un blog. Aunque en la espera, no está mal citar a Don José Hernández cuando escribía “Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera, porque si entre hermanos se pelean, los devoran los de afuera”. Nunca tan cierto.

5 comentarios:

Marcelo desde Mendoza dijo...

Muy buen informe Adrian , seguramente debe haber otros casos de hermanos formados en las inferiores que no han llegado a primera , como es el caso de Los FUNES MORI , Rogelio que ya juega en primero y su hermano el Melli que todavía está en la reserva .

Centrojas dijo...

TRE MEN DO


Me parece muy fuerte el dato de la muerte del hijo de pipo, esas cosas no son casualidades a mi entender.

de todo el combo de hermanos ni hace falta decir cual es el menos bueno (siendo generoso con ellos y por que el turco tuvo un semestre muy bueno apenas llego a river)

pregunta: el material fotografico que subis lo tenes en papel o buceas en internet, hay cosas dificiles de conseguir en ella por eso te pregunto

Gustavo Cardone dijo...

Decir buenísimo el informe es poco. Casi casi estuvieron a punto de incluirse los hermanos Sand!
Saludos
Gustavo

Pablo Monti dijo...

Buenísimo el post.

La foto de los hnos. Iribarren estaba en Mi River El Campeón, el libro escrito(?) por el Beto Alonso que editó El Grafico a raíz del título del Metro '75

Otra pareja de hermanos de las inferiores, pero que no jugaron juntos en 1era. son los Higuain

dalmassito dijo...

Manu

Las fotos son de internet en algunos casos y de revistas escaneadas en otros.

El dia que metan presos a todos los que publicamos fotos de otros en internet, no quedan mas internautas.