miércoles, 24 de junio de 2009

LEONARDO ASTRADA


No había que ser muy visionario para comprender que Leonardo Astrada estaba destinado a ser Director Técnico de River Plate. Lo tenía todo. Personalidad, voz de mando, conocimiento de las entrañas del Club, experiencia en la alta competición, paladar entrenado y aceptación de toda la masa millonaria.
Llegó a principios de 2004 para ponerle paños fríos al caliente final de la temporada anterior que incluyó la derrota en la final de la Copa Sudamericana ante Cienciano de Cuzco, la despedida de Manuel Pellegrini como entrenador y sobre todo, el peso de saber que Boca había ganado la Intercontinental en Japón.
Astrada conocía el paño y sabía donde se metía. Por eso, lo mas saludable de su paso por el Club fue la confianza que desde el primer momento demostró por los elementos de las divisiones inferiores. Marcó un rotundo quiebre con lo sucedido apenas unos meses antes con las pomposas –y caras- incorporaciones de Salas, Gallardo, Vivas, Crosa, Virviescas entre otros.
Confió en jugadores como Garcé, Costanzo, Lux, Cavenaghi, Maxi López, Gata Fernández, Nelson Cuevas. Se apoyó en el talento de figuras consagradas como Lucho Gonzalez, Rolfi Montenegro, Gallardo, Horacio Ameli y Salas. Y le dio pista a chicos como Mascherano, Nasuti, Gandolfi, Miranda, Jesús Méndez, Barrado, Sambueza, Toranzo, o Ahumada, mas allá de “redescubrir” para el fútbol Argentino a José Sand y Gabriel Pereyra.
El River de Astrada iba al frente siempre, a veces temerariamente. Exhibía un compromiso por la camiseta que se había perdido en el último tramo del Ingeniero Pellegrini. El Jefe los fogoneaba desde la línea, siempre custodiado por su fiel Hernán Díaz, como un Sancho Panza camorrero. Le ganó el Clausura 2004 al Boca de Bianchi, venciéndolo en La Bombonera con gol de Cavenaghi. Le falló por poco a la gran ilusión de la Copa Libertadores, eliminado en semis en 2004 y 2005 por Boca (fucking penales) y San Pablo (fucking affaire Tuzzio- Ameli) respectivamente.
Tal vez el de la era Astrada fue el último gran River. Tras la caída ante los Paulistas en la Copa sobrevino un éxodo del que River todavía no se ha recompuesto. El último partido del Negro fue un doloroso 1-4 ante Banfield por el Apertura 05. Renunció en el mismo vestuario del Florencio Sola. Lo hizo pensando en que su salida podía descomprimir el mal clima ya reinante.
No deja de ser este un acto mas de amor hacia River de alguien que no debe hacer nada mas para demostrarlo. Astrada es una bandera, y como tal, se lo respetará eternamente y será bienvenido cuando alguna vez decida el retorno.

2 comentarios:

Negro Enrique dijo...

Coincido en todo, hay muchos que piensan que Astrada fue el inicio de la decadencia yo creo que fue el último que entendía nuestra mentalidad. Su principal error fue aceptar todas esas incorporaciones mediocres que le impuso la CD en el Apertura 05. Supongo que tendrá otra oportunidad.

Unknown dijo...

Volvió a los 4 meses desde q lo publicaste un grande el negro pese a su segunda etapa que fue pésima también tenía un equipo de mierda para arrancar bien había que traer como 20 jugadores y sacar en ese momento a 20 solo q se pudo traer 4 jugadores