Ángel Labruna / Platense: Angelito nunca debió jugar con otra casaca que no sea la de River Plate, pero no por nada es tan difícil observar el momento ideal para el retiro. Buscando recambio, River se vio obligado a faltarle el respeto y le dio el pase libre en 1959, a los 40 años. Sintiéndose aún con cuerda viajó a Uruguay, donde jugó para Rampla Jrs, y a Chile, donde actuó para el Rangers de Talca. Platense lo tentó para jugar la temporada de 1961 en la Primera B. Labruna aceptó pero tardó apenas dos partidos en darse cuenta que ya no podía como antes. Con 293 goles y más de 500 partidos en la joroba, hizo entonces el Feo lo que tuvo que haber hecho dos años antes: Retirarse.
Daniel Onega / Racing: A Didí no le cabía mucho un vestuario con voces de experiencia. Uno a uno fue limpiando cada vestigio de camarilla y Daniel fue el último en emigrar. En 6 años de primera se había ganado el título de figura y referente, con todo lo que eso significaba en aquella época de sequía. Firmó a principios de 1972 con Racing, que para ese metropolitano planeaba una revolución que al final no se dio. Jugó 41 partidos con 9 goles. Enfrentó a River el 3 de agosto en el Monumental. Ya con Didí lejos de Núñez, Daniel volvió a principios del 73 para retomar su historia de protagonismo, pero para ese entonces ya había explotado un pibe de apellido Alonso. Se fue al Córdoba de España y cerró su carrera en Millonarios de Bogotá.
Leonardo Astrada / Gremio PA: La incompatibilidad de caracteres del Jefe y Ramón Díaz siempre se guardo puertas adentro en el Mundo River sostenida solo por la mutua conveniencia. Astrada había sido hombre indispensable en el River campeón del Apertura 99 y era referente claro de la camada de jóvenes que despuntaba en primera. Ramón no quería caudillos con poder en el plantel (ya estaba Trotta) y apuntó su pulgar hacia abajo cuando le preguntaron por Leo. Pasó a Gremio de Porto Alegre a principios de 2000. A decir verdad, el pobre Astrada no dio pie con bola en un fútbol tan exótico para sus características. Volvió al tiempito, pero ya con su estrella en merma. Se retiró a mediados de 2003, apurado por el drama familiar de su padre secuestrado.
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Félix Loustau / Estudiantes: El Chaplín del fútbol rioplatense no podía retirarse de otra forma más que en silencio. Si hasta incluso sorprendió a varios ver aparecer por el túnel su figura mínima y desgarbada con la camiseta rojiblanca de Estudiantes de La Plata. Allí jugó durante 1958 unos 11 partidos sin anotar goles y haciendo un esfuerzo supremo para disimular los problemas físicos que habían amainado notablemente estilo. De River se había ido lentamente apareciendo cada vez en forma mas esporádica en las campañas del 56 y 57. Durante 15 años había sido un vanguardista, creador de un estilo de jugador completo, virtuoso y sacrificado. Tanto que la casaca 11 de todos los tiempos (de River y de todo el Fútbol Argentino) es de su exclusiva pertenencia.
Adolfo Pedernera / Atlanta: El domingo 3 de agosto de 1947 Pedernera pisó el Monumental con la casaca de Atlanta. El River de Labruna, Di Stéfano, Moreno y Loustau le hizo 8 goles con peludo incluido. Cuando concluyó el partido Adolfo dijo a la prensa “Esta tarde jugaron contra mí”. Peleado con Liberti y con Angelito, su mudanza a Villa Crespo a cambio de 170.000 pesos (un dineral para la época) supuso el adiós de La Máquina y la ruptura de una unión que tenía destino de eternidad. Luego emigró a Colombia y retornó para jugar en Huracán sus últimos partidos oficiales. Volvió a River de viejo, para terminar sus días enseñando su sabiduría infinita.
Ermindo Onega / Vélez: El gran crack de los sesenta tuvo que irse de River por la puerta de atrás. A muchos le resultaba imposible concebir que tanto talento venga de la mano de tan poco festejo. Eso, mas varias lesiones, apuraron la salida de Ermindo a fines de 1968. Desembarcó en la calma ribera de Montevideo para jugar 3 años en Peñarol. Vélez lo repatrió ya en su ocaso para jugar el Metro de 1972. Quiso el destino que el primer partido en su vuelta a Argentina sea en el Liberti ante River. A los 5 del complemento, el Ronco calzó una volea de zurda y perforó la resistencia de Barisio. En ese retorno en silencio al circulo central y en ese baño de aplausos que caía persistente, estaba implícita la despedida que se merecía.
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Alfredo Di Stéfano / Huracán: Había jugado un partido en primera en 1945, pero el retorno de Moreno y la plena vigencia de La Máquina no permitían espacio para las carreras supersónicas de la saeta. Fue cedido a préstamo a Huracán donde comenzó a demostrar su estirpe. Con el Globo visitó Núñez el 21 de julio del 46 y a los 30 segundos doblegó a Grisetti con un disparo cruzado. Ya en su vuelta, el panorama era otro y con un ataque amoldado a sus características se destacó durante 2 años. El éxodo producido luego de la huelga del 48 lo llevó a Colombia y luego a España donde se erigiría en uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, algo que ni siquiera se sospechaba en el momento de su partida.
Norberto Alonso / Vélez: Ningún millonario que se precie de tal podrá pasar por alto el 17 de agosto de 1982 como día clave en la vida de River. Esta tarde el Beto Alonso pisaba por primera vez el Monumental con una casaca que no era la banda roja. A los 15 del primer tiempo le metió al Pato Fillol el gol mas doloroso de su carrera. Lo aplaudió todo el estadio. Lloró. Alonso –que ya había emigrado a Marsella en 1976- se había peleado feo con Alfredo Di Stéfano y su pase a Vélez fue una salida elegante al conflicto. Jugó en Liniers 2 años híbridos con 73 partidos y 10 goles. En 1984 volvió a casa para retirarse como corresponde a los grandes de verdad.
Andrés D’Alessandro / San Lorenzo: La carrera de Andrés es un crisol de equipos y países. Wolfburg, Zaragoza, Porthmouth, Inter de Porto Alegre. Pero tan indentificado con la banda está que su desembarco en San Lorenzo a principios de 2008 tocó fibras intimas en el pueblo riverplatense. Gracias al aporte monetario del magnate mediático Marcelo Tinelli, el cuadro de Boedo logro su fichaje pensando en la Copa. En 6 meses, D’Alessandro enfrentó 3 veces a River. En el primero de ellos jugó un par de minutos y se retiró lesionado. En el último celebró como loco la heroica clasificación del azulgrana a una nueva fase, justo antes de confesar descarnadamente ante las cámaras su amor por River y su desprecio a los dirigentes que no habían querido contratarlo. Aún se lo espera.
Daniel Onega / Racing: A Didí no le cabía mucho un vestuario con voces de experiencia. Uno a uno fue limpiando cada vestigio de camarilla y Daniel fue el último en emigrar. En 6 años de primera se había ganado el título de figura y referente, con todo lo que eso significaba en aquella época de sequía. Firmó a principios de 1972 con Racing, que para ese metropolitano planeaba una revolución que al final no se dio. Jugó 41 partidos con 9 goles. Enfrentó a River el 3 de agosto en el Monumental. Ya con Didí lejos de Núñez, Daniel volvió a principios del 73 para retomar su historia de protagonismo, pero para ese entonces ya había explotado un pibe de apellido Alonso. Se fue al Córdoba de España y cerró su carrera en Millonarios de Bogotá.
Leonardo Astrada / Gremio PA: La incompatibilidad de caracteres del Jefe y Ramón Díaz siempre se guardo puertas adentro en el Mundo River sostenida solo por la mutua conveniencia. Astrada había sido hombre indispensable en el River campeón del Apertura 99 y era referente claro de la camada de jóvenes que despuntaba en primera. Ramón no quería caudillos con poder en el plantel (ya estaba Trotta) y apuntó su pulgar hacia abajo cuando le preguntaron por Leo. Pasó a Gremio de Porto Alegre a principios de 2000. A decir verdad, el pobre Astrada no dio pie con bola en un fútbol tan exótico para sus características. Volvió al tiempito, pero ya con su estrella en merma. Se retiró a mediados de 2003, apurado por el drama familiar de su padre secuestrado.
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Félix Loustau / Estudiantes: El Chaplín del fútbol rioplatense no podía retirarse de otra forma más que en silencio. Si hasta incluso sorprendió a varios ver aparecer por el túnel su figura mínima y desgarbada con la camiseta rojiblanca de Estudiantes de La Plata. Allí jugó durante 1958 unos 11 partidos sin anotar goles y haciendo un esfuerzo supremo para disimular los problemas físicos que habían amainado notablemente estilo. De River se había ido lentamente apareciendo cada vez en forma mas esporádica en las campañas del 56 y 57. Durante 15 años había sido un vanguardista, creador de un estilo de jugador completo, virtuoso y sacrificado. Tanto que la casaca 11 de todos los tiempos (de River y de todo el Fútbol Argentino) es de su exclusiva pertenencia.
Adolfo Pedernera / Atlanta: El domingo 3 de agosto de 1947 Pedernera pisó el Monumental con la casaca de Atlanta. El River de Labruna, Di Stéfano, Moreno y Loustau le hizo 8 goles con peludo incluido. Cuando concluyó el partido Adolfo dijo a la prensa “Esta tarde jugaron contra mí”. Peleado con Liberti y con Angelito, su mudanza a Villa Crespo a cambio de 170.000 pesos (un dineral para la época) supuso el adiós de La Máquina y la ruptura de una unión que tenía destino de eternidad. Luego emigró a Colombia y retornó para jugar en Huracán sus últimos partidos oficiales. Volvió a River de viejo, para terminar sus días enseñando su sabiduría infinita.
Ermindo Onega / Vélez: El gran crack de los sesenta tuvo que irse de River por la puerta de atrás. A muchos le resultaba imposible concebir que tanto talento venga de la mano de tan poco festejo. Eso, mas varias lesiones, apuraron la salida de Ermindo a fines de 1968. Desembarcó en la calma ribera de Montevideo para jugar 3 años en Peñarol. Vélez lo repatrió ya en su ocaso para jugar el Metro de 1972. Quiso el destino que el primer partido en su vuelta a Argentina sea en el Liberti ante River. A los 5 del complemento, el Ronco calzó una volea de zurda y perforó la resistencia de Barisio. En ese retorno en silencio al circulo central y en ese baño de aplausos que caía persistente, estaba implícita la despedida que se merecía.
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Alfredo Di Stéfano / Huracán: Había jugado un partido en primera en 1945, pero el retorno de Moreno y la plena vigencia de La Máquina no permitían espacio para las carreras supersónicas de la saeta. Fue cedido a préstamo a Huracán donde comenzó a demostrar su estirpe. Con el Globo visitó Núñez el 21 de julio del 46 y a los 30 segundos doblegó a Grisetti con un disparo cruzado. Ya en su vuelta, el panorama era otro y con un ataque amoldado a sus características se destacó durante 2 años. El éxodo producido luego de la huelga del 48 lo llevó a Colombia y luego a España donde se erigiría en uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, algo que ni siquiera se sospechaba en el momento de su partida.
Norberto Alonso / Vélez: Ningún millonario que se precie de tal podrá pasar por alto el 17 de agosto de 1982 como día clave en la vida de River. Esta tarde el Beto Alonso pisaba por primera vez el Monumental con una casaca que no era la banda roja. A los 15 del primer tiempo le metió al Pato Fillol el gol mas doloroso de su carrera. Lo aplaudió todo el estadio. Lloró. Alonso –que ya había emigrado a Marsella en 1976- se había peleado feo con Alfredo Di Stéfano y su pase a Vélez fue una salida elegante al conflicto. Jugó en Liniers 2 años híbridos con 73 partidos y 10 goles. En 1984 volvió a casa para retirarse como corresponde a los grandes de verdad.
Andrés D’Alessandro / San Lorenzo: La carrera de Andrés es un crisol de equipos y países. Wolfburg, Zaragoza, Porthmouth, Inter de Porto Alegre. Pero tan indentificado con la banda está que su desembarco en San Lorenzo a principios de 2008 tocó fibras intimas en el pueblo riverplatense. Gracias al aporte monetario del magnate mediático Marcelo Tinelli, el cuadro de Boedo logro su fichaje pensando en la Copa. En 6 meses, D’Alessandro enfrentó 3 veces a River. En el primero de ellos jugó un par de minutos y se retiró lesionado. En el último celebró como loco la heroica clasificación del azulgrana a una nueva fase, justo antes de confesar descarnadamente ante las cámaras su amor por River y su desprecio a los dirigentes que no habían querido contratarlo. Aún se lo espera.
10 comentarios:
Gran post Adrian como siempre con fotografías inéditas . Que fea la camista del Rácing del 73 y la de Alonso en Vélez con rayas no la tenía . Es chocante ver a tantos ídolos con otras camisetas pero es el destino y el amor propio de cada uno que lo obliga a ser profesional y ponerse otra camiseta . Faltaría la del Charro Moreno con la de FCO para agregar otro ícono formado en el club.
excelente post y original , agrego a lo q dijo Marcelo a pipo rossi con la del globo , Pinino en quilmes y Amadeo en Colombia. Pinino le convirtio un gol a river en el año 79 y todo el publico de river ovaciono a Mas. Despues volvio a jugar contra river con la casaca de sarmiento de junin pero esa noche en cancha de Velez fue emocionante.
Caniggia J.J Lopez y Morete, bosteros, Goico en Racing, Mascherano en Corintians, Gordillo en Independiente.
¿Angelito Labruna no convirtió 2 goles en Platense, lo que lo convertiría en el máximo goleador del fútbol argentino?
Excelente post, un abrazo¡¡
la venta de Pedernera tuvo que ver con lo mal que se llevaba con los dirigentes, adolfo tenia un caracter especial, estaba muy distanciado de Angelito (segun los libros por diferencias en sus maneras de manejarse) pero eso no impedia que juntos hayan sido artifices del mejor equipo de la historia del futbol argento.
Pinino tambien le hizo otro gol a River una noche en el monumental jugando para sarmiento creo, recuerdo el momento en la cancha, y el aplauso de la gente.
River necesita un jugador como el cabezon como si fuera agua, ayer lo vi en el partido de la copa y cada dia que pasa juega mas
ADOLFO LE DECÍA EL DIEZ Y NO EL NOMBRE..PIPO EN EL 61 EN EL GLOBO,SE LLEVÓ AL BETO MENÉNDEZ,BAH, SE LO VENDIERON A BOCA Y LO HICIERON PASAR UN AÑO POR HURACÁN, DE ESE EQUIPO FUE DT PEPE PEÑA..CÓMO SE REGALAN ESOS JUGADORES..TE ACORDÁS CUANDO LE REGALAMOS 25 GOLES POR AÑO AL ROJO EN 1966..NO,SI TORPES HUBO SIEMPRE..
¿Alonso y Passarella no se llevaban mal ya en su época de jugadores.?
El gol de Pinino que menciona Centrojas, fué en la fecha 16 del metro 82, ganó 2-1 River,De la Llera e/c y Jorge Tevez.
Leyendo veo un paralelo entre Ermindo y el Beto Alonso que no conocía. Estuve en el Monumental la tarde del gol de Alonso jugando para Vélez. Hubo silencio y respeto, de él y de nosotros. No había la histeria actual, todo era más normal, más parte del juego.
Por edad, el exilio que más me dolió fue el de JJ, aunque ya estaba en el ocaso. También el de Canniggia, aunque se había ido hacía tiempo. Pero me jodió su festejo con DAM en la Bombonera.
Quedan por nombrar jugadores que no fueron ídolos, pero que en los últimos tiempos volvieron para jugar en otros equipos, esquivando a River, como el Indiecito Solari. Esas no vueltas también me dolieron porque significaban un aviso de en lo que nos estábamos convirtiendo. Eso de lo que hoy intentamos salir.
Gracias por el post, como siempre.
Leyendo veo un paralelo entre Ermindo y el Beto Alonso que no conocía. Estuve en el Monumental la tarde del gol de Alonso jugando para Vélez. Hubo silencio y respeto, de él y de nosotros. No había la histeria actual, todo era más normal, más parte del juego.
Por edad, el exilio que más me dolió fue el de JJ, aunque ya estaba en el ocaso. También el de Canniggia, aunque se había ido hacía tiempo. Pero me jodió su festejo con DAM en la Bombonera.
Quedan por nombrar jugadores que no fueron ídolos, pero que en los últimos tiempos volvieron para jugar en otros equipos, esquivando a River, como el Indiecito Solari. Esas no vueltas también me dolieron porque significaban un aviso de en lo que nos estábamos convirtiendo. Eso de lo que hoy intentamos salir.
Gracias por el post, como siempre.
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