miércoles, 8 de febrero de 2012

OSCAR AHUMADA


Si un hombre puede arrepentirse de haber dicho dos palabras en el momento más inoportuno, ese hombre es Oscar Ahumada. Una frase que lo perseguirá hasta la tumba y que echará por tierra todo lo bueno que haya realizado, si es que eso ocurrió alguna vez. A esta altura es ya irrelevante si hubo un “silencio atroz” esa noche de mayo de 2008 en el Monumental. En todo caso fue una reacción elemental ante otra circunstancia mucho más atroz, como la de que te empaten un 2-0, en tu cancha, y con dos jugadores más. No había necesidad de herir gratis a un pueblo que había reventado la cancha esa noche. Cierto es que eventos mucho mas graves que esta desafortunada declaración pasaron en el mundo River en todo este tiempo. Pero hay cosas que el orgullo del hincha se niega a perdonar. Una traición moral que jamás pasará al olvido.
La carrera de Ahumada quedó signada por ese episodio que aportó su granito de arena en la indetenible barranca abajo que comenzaba. Antes y después de eso, su perfil, así también como su juego y aporte al equipo, no habían pasado de la discreción. Ahumada siempre fue apenas un correcto jugador, un leoncito batallador, irreprochable desde la entrega, apto para pescar en el barullo de la pierna fuerte, a veces excedido en un fervor peligroso. Hasta aquella entrevista con Niembro en La Red, formaba parte del grupo de elementos formados en la casa, a los que se mimaba en las buenas, y a los que se perdonaba en las malas. Tras su desliz, su nombre fue tachado de la lista y su presencia observada con el recelo mismo de los enemigos íntimos.
Nacido en Zárate, había debutado en Primera el 24 de noviembre de 2002 en un 2-1 matinal ante Olimpo. Fue reserva perpetua de cincos mucho mejores que él (Mascherano, Astrada). Pasó fugazmente al Wolfsburg de Alemania en una movida de la que también fueron parte Andrés D’alessandro y Juan Carlos Menseguéz. Al tiempo volvió y comenzó a alternar un poco más en el primer equipo. Convirtió en Montevideo ante Nacional su único gol oficial en 160 partidos con la banda roja. La luchó siempre hasta quedarse con la titularidad recién con el arribo de Cholo Simeone en 2008. Fue puntal importante de la última vuelta olímpica a pesar que ya había metido la pata feo ante la prensa. Los últimos dos años se la pasó tratando de explicar lo inexplicable y viendo con impotencia como el castillo de oro que alguna vez fue River se desmoronaba sin remedio. Se fue unos meses antes que los escombros lo aplastaran.
Jugó su último partido un jueves por la tarde en la Bombonera ante Boca. Fue vendido al Veracruz de México donde actuó muy poco. Desde allí accionó judicialmente contra River, trabando una demanda de un millón de dólares en concepto de incumplimiento de pago. Hay que rastrear mas de la cuenta para hallar su huella hoy en el FC Rostov de la ciudad de Rostov del Don, al sur del enorme territorio ruso. Allí está hoy Ahumada, vistiendo unos paradógicos colores azules y amarillos, muy lejos del sentir del hincha del club que tanto le dio y que no supo comprender en su momento de dolor. Por mas que se arrepienta, será mejor así.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

no hay duda que Ahumada es hincha de Ríver,tengo el honor de conocer al padre..es dirigente de mi gremio.un ejemplo de honradez y trabajo..En plena descalificación, el papá me decía ,pensar que somos todos de Ríver y que lo llevé desde chico,en el medio no hay muchos mejores,pero los errores se pagan caro.

pelotín dijo...

Emblema de la decadencia, hubiera o no dicho lo que dijo. Supo unir a partes iguales mediocridad y soberbia. Olvidable.

roberto dijo...

>Personaje olvidable q no merece q siquiera s lo recuerde , a pesar q fue el puntal del ultimo campeonato.

sergio dijo...

Se cavó su propia fosa solo, con sus declaraciones inoportunas, a pesar de la posterior vuelta olímpica.

.

Matias dijo...

No sé si metió más la pata con sus declaraciones desafortunadas, o avalando el saqueo de Aguilar a cambio de un aumento salarial (“me dan lo que pido o hablo”).
Un mal tipo, un jugador del montón, un hincha de River fanático.
En todo caso, me alegró cuando se fue…

Anónimo dijo...

todos los que estaban con el pensaron lo mismo hasta el cholo. pero bueno cayo todo sobre el. Ah le puedo asegurar que el su familia son de river, la calentura de ese momento y bueno lo pago caro.Pero no se olviden que el propio hincha les tiro maiz y algo mas.

Anónimo dijo...

todos los que estaban con el pensaron lo mismo hasta el cholo. pero bueno cayo todo sobre el. Ah le puedo asegurar que el su familia son de river, la calentura de ese momento y bueno lo pago caro.Pero no se olviden que el propio hincha les tiro maiz y algo mas.

Anónimo dijo...

todos los que estaban con el pensaron lo mismo hasta el cholo. pero bueno cayo todo sobre el. Ah le puedo asegurar que el su familia son de river, la calentura de ese momento y bueno lo pago caro.Pero no se olviden que el propio hincha les tiro maiz y algo mas.