River Plate 1989 – 13 partidos – 0 goles – 1 título.
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Hugo de León llenaba todos los requisitos del caudillo rioplatense. Rostro barbado, seriedad gestual, estampa recia. No pijoteaba músculo y codo, y llevaba tras de sí esa aureola imperturbable de quién está a la vuelta de todo. Pero a veces, ser y parecer caudillo no alcanza para ejercer caudillazgo. Introducido de repente en un ambiente desacostumbrado, De León no pudo, no supo, y no lo dejaron, erigirse en referente moral de un equipo como River, que en ese momento estaba en pleno recambio generacional.
El Hugo De León que llegó a Núñez era ya un veterano de 31 años, curtido su temperamento en mil batallas sudamericanas gracias a sus gloriosas performances en Nacional de Montevideo, Gremio de Porto Alegre (donde obtuvo títulos locales, Copas Libertadores e Intercontinentales) y la Celeste charrúa (con la que ganó la Copa América y el Mundialito de 1980). La diáspora producida tras el fracaso de la era Menotti, alentó a River a un cambio de imagen en la que los pibes de la cantera eran los protagonistas. Eso, sumado al reciente retiro de Daniel Passarella, obligaron a la dirigencia encabezada por Tití Di Carlo a buscar en el uruguayo una voz de mando, una reserva temperamental, que guíe la inserción en la Primera de muchachos noveles como Zapata, Astrada, Borrelli, Talarico, etc. La apuesta fracasó, entre otras causas, por falta de tiempo.
Debutó con la banda roja en la cancha de Huracán la noche del 27 de septiembre de 1989. River le ganó a San Lorenzo 1-0 en la final de ida de la Liguilla pre Libertadores con gol de Gabriel Batistuta. El Gráfico le puso 8. En los 12 partidos siguientes vistiendo la casaca millonaria, De León hizo dupla central con Jorge Higuaín. Eran protagonistas de un River que preponderaba la lucha al juego, el orden a la fantasía. Un River utilitario que, al comando de Mostaza Merlo, privilegiaba el cero en su valla como precepto fundamental. Una lectura rápida por su estadística lo deja bastante bien parado en el recuerdo. Con De León en cancha, River ganó 7 partidos, empató 4 y perdió 2. En esos 13 cotejos, solo sufrió 5 goles. Jugó su último partido el 10 de diciembre del 89 en Santa Fé en un 0-1 ante Unión. La salida de Merlo y la llegada de Passarella le minaron el futuro. Siempre se supo de la aversión del Kaiser a las figuras que puedan eclipsarle el liderazgo. Optó entonces por la sumisión de jugadores como Serrizuela, Corti y Oldrá. La apuesta pagó con creces sus dividendos, porque River –en un notable cambio de cara- salió campeón con holgura de este torneo. Título del que De León fue actor de relleno.
Nacido en Rivera el 27 de Febrero de 1958, Hugo Eduardo de León Rodríguez surgió al reconocimiento futbolístico oriental defendiendo la casaca de Nacional. Fue transferido a Gremio de Porto Alegre donde también fue ídolo. Mas tarde su campaña se extendió por Santos, Corinthians y Botafogo de Brasil, Logroñés de España y Toshiba de Japón. Cerró su campaña como correspondía: Vistiendo otra vez la tricolor del Bolso en 1993. Luego se convirtió en entrenador obteniendo en Nacional 3 campeonatos entre 1998 y 2001.
Su instrucción, su cultura y su imagen positiva en la sociedad lo llevaron a meterse en política y a ser el candidato a vicepresidente de Uruguay en la lista del Partido Colorado encabezada por el Dr. Pedro Bordaberry. El aura triunfal que lo acompaño durante toda su campaña deportiva lo abandonó a la hora de las urnas y su fórmula no logró meterse en el ballotage que luego consagraría a Pepe Mujica como mandatario charrúa.
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Hugo de León llenaba todos los requisitos del caudillo rioplatense. Rostro barbado, seriedad gestual, estampa recia. No pijoteaba músculo y codo, y llevaba tras de sí esa aureola imperturbable de quién está a la vuelta de todo. Pero a veces, ser y parecer caudillo no alcanza para ejercer caudillazgo. Introducido de repente en un ambiente desacostumbrado, De León no pudo, no supo, y no lo dejaron, erigirse en referente moral de un equipo como River, que en ese momento estaba en pleno recambio generacional.
El Hugo De León que llegó a Núñez era ya un veterano de 31 años, curtido su temperamento en mil batallas sudamericanas gracias a sus gloriosas performances en Nacional de Montevideo, Gremio de Porto Alegre (donde obtuvo títulos locales, Copas Libertadores e Intercontinentales) y la Celeste charrúa (con la que ganó la Copa América y el Mundialito de 1980). La diáspora producida tras el fracaso de la era Menotti, alentó a River a un cambio de imagen en la que los pibes de la cantera eran los protagonistas. Eso, sumado al reciente retiro de Daniel Passarella, obligaron a la dirigencia encabezada por Tití Di Carlo a buscar en el uruguayo una voz de mando, una reserva temperamental, que guíe la inserción en la Primera de muchachos noveles como Zapata, Astrada, Borrelli, Talarico, etc. La apuesta fracasó, entre otras causas, por falta de tiempo.
Debutó con la banda roja en la cancha de Huracán la noche del 27 de septiembre de 1989. River le ganó a San Lorenzo 1-0 en la final de ida de la Liguilla pre Libertadores con gol de Gabriel Batistuta. El Gráfico le puso 8. En los 12 partidos siguientes vistiendo la casaca millonaria, De León hizo dupla central con Jorge Higuaín. Eran protagonistas de un River que preponderaba la lucha al juego, el orden a la fantasía. Un River utilitario que, al comando de Mostaza Merlo, privilegiaba el cero en su valla como precepto fundamental. Una lectura rápida por su estadística lo deja bastante bien parado en el recuerdo. Con De León en cancha, River ganó 7 partidos, empató 4 y perdió 2. En esos 13 cotejos, solo sufrió 5 goles. Jugó su último partido el 10 de diciembre del 89 en Santa Fé en un 0-1 ante Unión. La salida de Merlo y la llegada de Passarella le minaron el futuro. Siempre se supo de la aversión del Kaiser a las figuras que puedan eclipsarle el liderazgo. Optó entonces por la sumisión de jugadores como Serrizuela, Corti y Oldrá. La apuesta pagó con creces sus dividendos, porque River –en un notable cambio de cara- salió campeón con holgura de este torneo. Título del que De León fue actor de relleno.
Nacido en Rivera el 27 de Febrero de 1958, Hugo Eduardo de León Rodríguez surgió al reconocimiento futbolístico oriental defendiendo la casaca de Nacional. Fue transferido a Gremio de Porto Alegre donde también fue ídolo. Mas tarde su campaña se extendió por Santos, Corinthians y Botafogo de Brasil, Logroñés de España y Toshiba de Japón. Cerró su campaña como correspondía: Vistiendo otra vez la tricolor del Bolso en 1993. Luego se convirtió en entrenador obteniendo en Nacional 3 campeonatos entre 1998 y 2001.
Su instrucción, su cultura y su imagen positiva en la sociedad lo llevaron a meterse en política y a ser el candidato a vicepresidente de Uruguay en la lista del Partido Colorado encabezada por el Dr. Pedro Bordaberry. El aura triunfal que lo acompaño durante toda su campaña deportiva lo abandonó a la hora de las urnas y su fórmula no logró meterse en el ballotage que luego consagraría a Pepe Mujica como mandatario charrúa.
7 comentarios:
Recuerdo de De Leon un partido contra Vélez en el Monumental (ganamos 1 a 0 con gol de Zamora), hubo una jugada dificilísima que despejó en la línea por arriba del travesaño, la parábola que hizo la pelota era casi imposible.
No era un mal jugador, le falto tiempo para que realmente lo terminemos de conocer, en aquella epoca estab en la cabeza de la gente la imagen del tano gutierrez y pensaban que el era la version con barba del querido tano.
No tenia el dato de su paso por la politica, no hay muchos casos de jugadores que lo hayan dado, en nuestro pais recuerdo el paso de Rattin en el partido politico del nefasto de Patti, hubo algun otro?
Debe haber varios.
Ahora el que se me viene a la cabeza es el Negro Palma, que ahora es intendente por el PJ de un pueblo que se llama Ibarlucea, que queda a pocos kilometros de Rosario
Coincido con la opinión de Centrojas.
Otro dato que me viene a la mente, pero quisiera confirmar: no fue De León el que mete un espectacular golazo en contra clavándosela al ángulo a Commizzo en un amistoso o torneo de verano?
si mal no recuerdo tambien tuvimos otro uruguayo pero marcador de punta por aquellas epocas
me viene el nombre de dominguez pero no estoy seguro
Alfonso Dominguez. Jugaba en el Peñarol campeón de America del 87. Pero vino un tiempito despues. Era 3 el quía y tenía un look parecido a De León. Fue titular en el Apertura 92. El que ganó la bosta en el partido final ante los tucumanos.
Contra Unión fue el último partido oficial de De León. Pero después jugó un partido más, que fue precisamente en el debut de Passarella como DT, el 15 de enero de 1990 empatando 0-0 con Independiente en Mar del Plata en el primer amistoso del año. Después desapareció.
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