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De que pacto diabólico habrás surgido, demonio petiso. Que bruja nicoleña habrá untado mágicos conjuros en tus pies prodigiosos. Que regla no escrita habrás violado, para aguijonear con el filo de tu regate, el éxtasis de una tribuna rendida.
Que maestro suburbano te habrá inculcado tu gracia, diablillo de la gambeta. Que códigos ocultos jamás pudieron descifrar, aquellos que a patada limpia descargaron su impotencia. Cuantas redes del planeta habrás desvirgado con remates imparables.
Sivori. Enrique Omar. El cabezoncito de San Nicolás. 17 años en las valijas cuando lo mandaron a la cancha, una tarde de domingo de abril de 1954 para reemplazar al mito viviente que ya por ese entonces era Ángel Labruna. Cara de nene, mechón rebelde cayendo sobre la frente, físico retacón, medias caídas y porte de malandrín desorejado. Es esa misma estampa que se le vio aquella tarde de mayo del 69 en el San Paolo de Nápoles, cuando jugó el último partido de su carrera. Había acumulado gloria, fama y dinero en generosas partes iguales, pero el código del barrio y el potrero no se había ido de su sangre. Es difícil encontrar un elogio mejor que este.
Sivori llevaba a Satanás en las piernas. Podía sentar de traste a toda una defensa, o golear desde posiciones inverosímiles. Era un reo y un divo al mismo tiempo. Las ataduras tácticas le molestaban tanto que, simplemente, no les llevaba el apunte. Lo distinguía del resto el ángel especial que acompaña el paso de todos los fenómenos. Como en el picado, actuaba libre haciendo lo que quería. Su genio malarreado lo metía a menudo en problemas con zagueros de pocas pulgas y con árbitros quisquillosos, pero siempre escapaba indemne, porque además de un genio del fútbol, también era un pillo de aquellos. Era el niño mimado de nenes como Pipo Rossi, Carrizo, Labruna o Walter Gómez, subió a primera en 1954 en yunta con el Beto Menéndez y su talento descomunal elevó aún mas el porte infranqueable de aquel equipo riverplatense. Angelito alguna vez dijo “Menéndez le era mas útil al equipo, pero Sivori levantaba a la gente”. Se fue a Italia a los 21 años. Media comisión directiva se opuso terminantemente a su venta, pero pesó mas la postura de la otra parte que razonaba diciendo que nunca más se pagarían 10.000.000 de pesos por un futbolista.
Su paso por Juventus de Turín lo puso a la altura de los grandes dioses del fútbol de todos los tiempo. Con el dinero abonado, River cerró la histórica herradura que apuntaba al Río de la Plata. Dijeron por ahí que la vida de un hombre puede definirse por lo que ha ayudado a construir. Falso. En el mundo River todos tenemos en claro que Sívori es mucho, pero mucho más que una tribuna.
Que maestro suburbano te habrá inculcado tu gracia, diablillo de la gambeta. Que códigos ocultos jamás pudieron descifrar, aquellos que a patada limpia descargaron su impotencia. Cuantas redes del planeta habrás desvirgado con remates imparables.
Sivori. Enrique Omar. El cabezoncito de San Nicolás. 17 años en las valijas cuando lo mandaron a la cancha, una tarde de domingo de abril de 1954 para reemplazar al mito viviente que ya por ese entonces era Ángel Labruna. Cara de nene, mechón rebelde cayendo sobre la frente, físico retacón, medias caídas y porte de malandrín desorejado. Es esa misma estampa que se le vio aquella tarde de mayo del 69 en el San Paolo de Nápoles, cuando jugó el último partido de su carrera. Había acumulado gloria, fama y dinero en generosas partes iguales, pero el código del barrio y el potrero no se había ido de su sangre. Es difícil encontrar un elogio mejor que este.
Sivori llevaba a Satanás en las piernas. Podía sentar de traste a toda una defensa, o golear desde posiciones inverosímiles. Era un reo y un divo al mismo tiempo. Las ataduras tácticas le molestaban tanto que, simplemente, no les llevaba el apunte. Lo distinguía del resto el ángel especial que acompaña el paso de todos los fenómenos. Como en el picado, actuaba libre haciendo lo que quería. Su genio malarreado lo metía a menudo en problemas con zagueros de pocas pulgas y con árbitros quisquillosos, pero siempre escapaba indemne, porque además de un genio del fútbol, también era un pillo de aquellos. Era el niño mimado de nenes como Pipo Rossi, Carrizo, Labruna o Walter Gómez, subió a primera en 1954 en yunta con el Beto Menéndez y su talento descomunal elevó aún mas el porte infranqueable de aquel equipo riverplatense. Angelito alguna vez dijo “Menéndez le era mas útil al equipo, pero Sivori levantaba a la gente”. Se fue a Italia a los 21 años. Media comisión directiva se opuso terminantemente a su venta, pero pesó mas la postura de la otra parte que razonaba diciendo que nunca más se pagarían 10.000.000 de pesos por un futbolista.
Su paso por Juventus de Turín lo puso a la altura de los grandes dioses del fútbol de todos los tiempo. Con el dinero abonado, River cerró la histórica herradura que apuntaba al Río de la Plata. Dijeron por ahí que la vida de un hombre puede definirse por lo que ha ayudado a construir. Falso. En el mundo River todos tenemos en claro que Sívori es mucho, pero mucho más que una tribuna.
3 comentarios:
Il cabezone!!!!
en youtube se puede ver mucha de su magia cuando jugaba en la juve, la verdad qeu era un reo tremendo al punto de hacer enojar a sus compañeros de equipo que le pegaban cachetazos (en hay un video donde el 9 grandote de la juve lo increpa y le da un saque) cuando no les pasaba la pelota, ni hablar de la calentura que levantaba en los contrarios.
Si alguna persona pregunta alguna vez cual seria el gen del habilidoso argento de siempre deberian mostrarle esos videos.
Hay una pelicula italiana muy buena que se llama Operacion san genaro en ella se pueden ver varias imagenes a color del cabezon con la casaca celeste del napoli haciendo maravillas, pelicula altamente recomendable del genial cine italiano de los 60s
Pese a jugar muy poco en River se transformó en un mito junto con Di´Stefano dejando en Europa el sello River Plate muy alto. Comparando épocas con un Sívori en la actualidad y ante la posible venta cuanto valdría ? Quizás se podría saldar toda la deuda del club y quedaría plata a favor .
Lástima que no tuvo éxito como DT en el club .
Hola, los invitamos a subir sus notas y compartirlas en EL MAS GRANDE, la comunidad de River Plate. www.elmasgrande.net
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