Existe un libro que nadie debería dejar de leer al menos una vez en la vida llamado “Las venas Abiertas de América Latina”. En él, Eduardo Galeano escribe: “Dicen que hasta las herraduras de los caballos eran de plata en Potosí. De plata eran los altares de las iglesias y las alas de los querubines en las procesiones. En Potosí la plata levantó templos y palacios, monasterios y garitos, ofreció motivo a la tragedia y a la fiesta, derramó la sangre y el vino, encendió la codicia y desató el despilfarro y la aventura. La espada y la cruz marchaban juntas en la conquista. Para arrancar la plata de América se dieron cita en Potosí los capitanes y los ascetas, los caballeros y los apóstoles, los generales y los frailes. Convertidas en piñas y lingotes, las vísceras del Cerro Rico alimentaron el desarrollo de Europa. En nuestros días, Potosí es una ciudad pobre de Bolivia. La ciudad que más ha dado y que menos tiene. Condenada a la nostalgia, atormentada por la miseria y el frío, es todavía una herida abierta. El mundo tendría que empezar a pedirle disculpas”.
Semejante historia pone en un contexto eterno de privaciones y desdicha a todo lo que vivió, viva y vivirá en Potosí. Escarbando en el pedregullo árido e infértil de un destino ya escrito, Nacional de Potosí, este River boliviano -hay otros-, le continúa peleando a la adversidad un combate que ya perdió hace siglos.
Potosí es la segunda ciudad más alta del mundo. A 4.067 metros sobre el nivel del mar viven más de 160.000 personas corajeando las asperezas de la Cordillera de Los Andes. Cada uno de ellos puede contemplar desde sus ventanas la silueta mortuoria del Cerro Rico, el más fabuloso yacimiento de plata del que se tenga memoria, origen de la apoteosis y la catábasis de un pueblo desangrado. Más de 8 millones de nativos sucumbieron en sus fauces, abatidos por el azote del látigo, la prisión de las cadenas, el peso implacable de la fatiga o el veneno del estaño. Las vetustas fachadas coloniales hoy se mezclan con la precariedad del adobe. Las calles tienen empedrados corroídos por el viento y por el tiempo. Los paisanos potosinos llevan rostros que se resquebrajan y huesos que rechinan. Son testimonio de males perpetuos y lacerantes. Cada tanto el fútbol les dibuja una sonrisa en la cara, no mas no sea para olvidar un poco.
El Club Atlético Nacional de Potosí fue fundado el 8 de abril de 1942. Lleva los colores de la camiseta de River porque rojo y blanco es el pabellón de su Departamento. Nacional es el equipo del pueblo, el cuadro de los patriotas. Nació en las faldas del cerro, en los barrios altos mineros de San Juan, Pailaviri y San Gerardo. Como una metáfora de tiempos coloniales, el adversario mas enconado de Nacional es Real Potosí, el poderoso de la ciudad. Conoció tiempos de gloria y fue animador por muchos años de la Liga Potosina de Fútbol, pero el advenimiento del profesionalismo en el balompié del altiplano lo relegó a una crisis que obligó a sus dirigentes a ceder el control del Club a un Sindicato Metalúrgico.
Los años malos pasaron con rumores constantes de desaparición. A mediados de los 70 un nuevo impulso societario le dio vida a una primavera futbolística que tuvo su corolario en un multitudinario partido amistoso jugado ante el Argentinos Juniors de Maradona. Pero el furor pasó y las sombras volvieron a apoderarse nuevamente de Nacional. Hace unos pocos años un grupo Cooperativo Minero presidido por Emilio Alave tomó las riendas del Club y lo llevó mas alto que nunca. En 2008 ganaron la Copa Simón Bolivar y con ella, el ascenso a la Primera del Fútbol Boliviano para codearse palmo a palmo con los colosos Bolivar, The Strongest, Jorge Wilstermann, Blooming u Oriente Petrolero. El entrenador de ese equipo fue el gato Edgardo Andrada, aquel legendario arquero argentino.
La experiencia en primera duró solo una temporada. Hoy se encuentra nuevamente en el ascenso, fieles a su destino de aguantar el trago amargo y soñando con la llegada de buenos tiempos, algo que tal vez, nunca suceda.
Semejante historia pone en un contexto eterno de privaciones y desdicha a todo lo que vivió, viva y vivirá en Potosí. Escarbando en el pedregullo árido e infértil de un destino ya escrito, Nacional de Potosí, este River boliviano -hay otros-, le continúa peleando a la adversidad un combate que ya perdió hace siglos.
Potosí es la segunda ciudad más alta del mundo. A 4.067 metros sobre el nivel del mar viven más de 160.000 personas corajeando las asperezas de la Cordillera de Los Andes. Cada uno de ellos puede contemplar desde sus ventanas la silueta mortuoria del Cerro Rico, el más fabuloso yacimiento de plata del que se tenga memoria, origen de la apoteosis y la catábasis de un pueblo desangrado. Más de 8 millones de nativos sucumbieron en sus fauces, abatidos por el azote del látigo, la prisión de las cadenas, el peso implacable de la fatiga o el veneno del estaño. Las vetustas fachadas coloniales hoy se mezclan con la precariedad del adobe. Las calles tienen empedrados corroídos por el viento y por el tiempo. Los paisanos potosinos llevan rostros que se resquebrajan y huesos que rechinan. Son testimonio de males perpetuos y lacerantes. Cada tanto el fútbol les dibuja una sonrisa en la cara, no mas no sea para olvidar un poco.
El Club Atlético Nacional de Potosí fue fundado el 8 de abril de 1942. Lleva los colores de la camiseta de River porque rojo y blanco es el pabellón de su Departamento. Nacional es el equipo del pueblo, el cuadro de los patriotas. Nació en las faldas del cerro, en los barrios altos mineros de San Juan, Pailaviri y San Gerardo. Como una metáfora de tiempos coloniales, el adversario mas enconado de Nacional es Real Potosí, el poderoso de la ciudad. Conoció tiempos de gloria y fue animador por muchos años de la Liga Potosina de Fútbol, pero el advenimiento del profesionalismo en el balompié del altiplano lo relegó a una crisis que obligó a sus dirigentes a ceder el control del Club a un Sindicato Metalúrgico.
Los años malos pasaron con rumores constantes de desaparición. A mediados de los 70 un nuevo impulso societario le dio vida a una primavera futbolística que tuvo su corolario en un multitudinario partido amistoso jugado ante el Argentinos Juniors de Maradona. Pero el furor pasó y las sombras volvieron a apoderarse nuevamente de Nacional. Hace unos pocos años un grupo Cooperativo Minero presidido por Emilio Alave tomó las riendas del Club y lo llevó mas alto que nunca. En 2008 ganaron la Copa Simón Bolivar y con ella, el ascenso a la Primera del Fútbol Boliviano para codearse palmo a palmo con los colosos Bolivar, The Strongest, Jorge Wilstermann, Blooming u Oriente Petrolero. El entrenador de ese equipo fue el gato Edgardo Andrada, aquel legendario arquero argentino.
La experiencia en primera duró solo una temporada. Hoy se encuentra nuevamente en el ascenso, fieles a su destino de aguantar el trago amargo y soñando con la llegada de buenos tiempos, algo que tal vez, nunca suceda.
4 comentarios:
Su rival en Potosi, el Real, lleva la indumentaria y el escudo del Real Madrid. Se nota que en Potosí saben en que espejo conviene mirarse.
Saludos!
Hola amigo, te comento que en el blog http://blogsfcfutbol.blogspot.com/ se realizarón los premios a mejor blog extranjero, y representando a River están los blogs "El Lugar de River" y "River lujo y pueblo" por lo que nos gustaria que nos votes, te dejo los requisitos que hacen falta dale? un abrazo!
sistema de puntuación: de los nominados, solo podreís votar a tres, repartiendo los puntos en 5, 3 y 1 respectivamente.
Podrás votar de las siguientes formas:
- Estar registrado en blogger y firmar con tu nombre de usuario.
- Si NO lo estás, deberás enviar un correo a blogsfcfutbol@gmail.com y darnos tu nombre completo.
- También podrás votar a través de nuestras redes sociales: teneís a vuestra disposición la página de facebook, tuenti o twitter.
Volvimos a la liga, del Futbol Profesional Boliviano hoy... unas aclaraciones, en 1940 el Departamento de potosi, tuvo intervenciones con el ejercito boliviano porque pedian ser federales, y fue militarizada toda la ciudad, es asi que despues se formo Nacional Potosi y es asi que luego en 1942 se funda el CANP,(Nacional por la patria chica) porque son los patriotas de aqui quienes dijeron basta al abuso de un gobierno central, es por eso que el club se fundo en conmemoracion a la bandera potosina que tiene como coleres el rojo y blanco. Su DT en esa epoca fue Victoru Hugo Andrada, Jugador de Futbol y no Arquero, como esta escrito aca...
Volvimos a la liga y no tardamos mucho, son 365 dias que sufrimos mucho pero ahora... nos quedaremos por mucho mas tiempo
Volvimos a la liga,
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