lunes, 9 de junio de 2008

EL GRITO SAGRADO

River Plate 2 - 1 Olimpo (B. Blanca)
Monumental - 08/06/08

RIVER PLATE: Carrizo (6); Ferrari (5), Cabral (6), Tuzzio (6), Villagra (5); Ahumada (7), Abelairas (6), Buonanotte (9), Ortega (6); García (5), Abreu (5). Luego Fernandez (5), Domingo. DT: Diego Simeone.
OLIMPO: Ramírez; J. Martínez, Villavicencio, Mancinelli, Tavio; Barrado, Pinto, Peruggini, L. González; Olivi, Lujambio. Luego Ulloa, M. Martínez, Páez. DT: Daniel Florit.
GOLES: Buonanotte (RP) 16 pt. Lujambio (O) 20 st. Buonanotte (RP) 33 st.
ARBITRO: Javier Collado (bien)
RESULTADO MORAL: River Plate 3 - Olimpo 1

Olviden los análisis de rutina. Saquémonos por un rato el traje de la corrección y gozemos de ese momento sublime e inolvidable que siempre significa tener a River en la trascendente instancia de dar una vuelta olímpica. Dejenme ir detrás de esa carrera loca del pibe Buonanotte por la pista de atletismo, una corrida emocionante, y que tanto se debe haber parecido a la del pibe Bruno en aquella noche de Vélez del 75. Y si las urgencias de aquel entonces no eran las mismas que ahora no importa. Hay en este alarido de desahogo mucha bronca contenida, mucha rabia juntada en cada domingo de estos últimos cuatro años, que dan ganas de tirarse a la cancha y ser uno mas en esa montonera deforme que se mueve al compás de un nuevo gol. El precioso y definitivo gol del título.Observen esas tribunas repletas de gente que trajo en sus gargantas todo el aguante junto, ese aguante que el equipo necesito y reclamó en momentos en que las papas quemaban. Voces que entre el domingo en Santa Fe y el miércoles en Río de Janeiro, comprendieron que esta vez la mano venía derecha. Voces de ovación que traen consigo los fantasmas memoriosos de 32 tardes de gloria anteriores, dispuestas a hermanar para siempre a este crepúsculo otoñal de Nuñez, a la galería de los buenos recuerdos del club.

Y dejenme contagiarme con la sonrisa pueril de Buonanotte y de Abelairas, con la emoción ya sin barreras de Ahumada y Carrizo, de la serena felicidad de Tuzzio y Abreu. Dejenme subirle al travesaño del arco del Río de La Plata para cantar mi alegría junto a esos jugadores que bancaron golpes con estoica resistencia. Que se sobrepusieron a una humillación lascerante como la de la Copa y que hoy han puesto en el corazón de los riverplatenses una alegría enorme. Dejenme quedarme con esta satisfacción que ya inunda las casas de todo el país en los televisores y las radios prendidas, con esa copa que se levanta en las manos del procer moderno, y con esa vuelta olímpica que tanto entrañábamos, pero nunca perdimos de vista.

Atras quedó un partido vibrante. Olimpo podrá ser humilde, pero vendió su derrota a un precio muy alto. Pero River tiene caja de sobra cuando Diego Buonanotte sintoniza con Ortega y su diminuta genialidad le pierde el respeto a hombres y nombres de mayor envergadura. Un chanflazo a la salida de un tiro libre para liberar la ilusión y un toque de derecha mano a mano con Ramírez a los 33 del segundo para consolidar el éxito, cuando la maldición del juego ante San Lorenzo empezaba a merodear por el Monumental.
River volvió a mostrar las falencias y las virtudes que marcamos en este trayecto de 18 fechas. Vértigo, apuro, garra, actitud, desorden. Igual alcanzó. River es otra vez campeón del Fútbol Argetino. Ya son 33. Hubo que esperar 4 años. Pero al volver a ver el Monumental a full y un festejo tan grande como este, sin dudas, valió la pena.

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