"Este es el león. Hay que pulirlo un poco, pero este es el león que ustedes quieren. Emergiendo del Monumental, con la cola levantada, porque no se si saben que cuando un león ataca, ataca con la cola levantada, esa es la actitud que me gusta que tenga River". Hacía breves minutos que había escuchado la propuesta de Hugo Santilli en el restaurante "Los años locos" y ya Caloi no podía con su genio de imaginar, crear, hacer, revolucionar. Nacía en un boceto de mantel el inolvidable logotipo del león millonario que se morfó a pedazos los malos fantasmas de aquellos años y acompañó omnipresente las exhibiciones triunfales de una era dorada para la banda roja.
No fue sorpresa su buena estrella. Caloi tenia la visión de los distintos, la pincelada simple y genial, la chispa que enciende el fuego del buen gusto y lo popular. Díganme si en esas características personales no podemos hallar también una definición cabal de lo que significa el mismísimo ser Riverplatense. Hay que ser muy genio (y muy humilde) para no vanagloriarse de haber armado en el anonimato de una noche porteña un ícono eterno solo con un fibrón y tres rayitas, y solo responder con una sonrisa tímida e incómoda cualquier asedio al grito de "Maestro!!!" con que se lo reconocía.
El trazo agudo y bonachón de Caloi redefinió la historieta argentina al parir ese entrañable engendro llamado Clemente, interprete zagaz y humorístico de los pensares de un pueblo a menudo acallado por una realidad no siempre tan risueña. Tan grande era que sabiéndose un reconocido hincha de River hizo a su mejor amigo fanático de la contra. Un hombre de mil proyectos, adalíd de la inteligencia, comprometido solo con su ingenio, adorado tanto por las masas del aspero obraje como del etereo intelecto. Propietario de un humor definitivamente argentino que sin embargo cruzó airoso las fronteras de la lengua. Amigo entrañable. Dueño de un respeto unánime. Salteño y millonario de pura cepa.
Desde hacía rato se sabía de su larga enfermedad y hoy -sin avisar y en silencio, fiel a su estilo- nos dejó con la sonrisa atragantada. Podrán llevarse su cuerpo y sus cosas, pero nadie jamás podrá mover su huella de las profundidades de la cultura popular, así como nadie podrá borrar a su león indomable de la mejor historia de nuestra casa.
5 comentarios:
Este mediodia cuando me entere por intermedio de un amigo me dio mucha tristeza, yo soy de aquellos que crecimos viendo los microprogramas de Clemente previos al 82 asi que mi infancia esta teñida con sus creaciones
el mejor homenaje que puede hacerle river es volver a usar el leon al menos este sabado o hasta final de campeonato.
Tambien es triste que en poco menos de 5 meses los riverplatenses hemos perdidos dos hinchas de los que nos llenaban de orgullo, El y EL flaco Spinetta
Recuerdos del mundial 78, la lucha entre Clemente y José Maria Muñoz, por los papelitos,la mulatona y el hincha de Camerún,recuerdos de una infancia de radio A.M , televisión por aire,una pelota y una camiseta de River.
Se fué un genio, quedan pocos ya....
Gran recuerdo para un genio del humor coincido con Centrojas como homenaje deberíamos volver a usar el león imborrable en el corazón riverplatense .
Tengo un nudo en la garganta.
Otro más, después del de El Flaco.
Gracias por el León.
Gracias por alegrar mi infancia.
Gracias por todo Maestro.
Esto me hace pensar con tristeza en los miles y miles de riverplatenses que se han ido durante este año-ley de la vida- sin poder llegar ver a River de nuevo en primera
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