miércoles, 20 de octubre de 2010

EL DORADO COLOMBIANO


Durante siglos, el mito de El Dorado nubló el raciocinio de innumerables conquistadores que entregaron horas de sueño al hallazgo de una supuesta fastuosa ciudad, perdida en algún punto del Amazonas entre Colombia, Guyana, Venezuela y Brasil. Un lugar donde de oro eran las piedras de las calles y las paredes de sus casas, dorada su orfebrería mas rústica y sus artilugios delicados. Una magnifica urbe escondida tras una cascada indómita y la exuberante vegetación, sosiego de decenas de orgullosos generales hambrientos de codicia, aquellos que machetearon verdes espesuras, forjaron caminos inhóspitos, tajearon la amazonia esperanzados en descubrir entre el follaje, las lenguas resplandecientes de las vetas de oro puro. Lo único que descubrieron fue una muerte ruin, acompañados solamente por el húmedo verdor y el cantar de los guacamayos.
Pero El Dorado no fue solo un mito de la época colombina, sino que se transformó también en el pomposo rótulo de un ciclo que abrió una huella lacerante en la historia del fútbol argentino. El éxodo colombiano. Serían otros hombres (Sin armaduras pero igualmente ambiciosos) los que corporizarían aquella ficción de llegar a tierras vírgenes y disponer de sus tesoros.
En 1948, palanqueada por Adolfo Pedernera y varios jugadores de River, los futbolistas profesionales de Argentina montaron una huelga en reclamo de mejoras en las condiciones contractuales, el establecimiento de un haber mínimo y el reconocimiento oficial para el gremio que los nucleaba. Los dirigentes no cedieron en su postura y concluyeron el torneo presentando elementos juveniles. Cuando la paz se firmó flotaba en el aire la sensación de que algo se había roto para siempre.
Al mismo tiempo, la FIFA, decretaba la desafiliación de la Asociación Colombiana de Fútbol, como castigo por jactarse en iguales proporciones de su potencial monetario y su flojera de papeles. La Dimayor fue considerada una Liga Pirata, y en esa ley, los dueños de los clubes (tipos aposentados en la fortuna frutera y cafetera del país) emprendieron su propia Liga de las estrellas que poseía para los interesados reglas muy claras: Los futbolistas podían enrolarse en sus clubes sin el pase correspondiente de su club. Como contrapartida, el jugador quedaba privado de actuar en cualquier institución afiliada a la FIFA, reduciendo su campo de acción al territorio colombiano o a países vecinos, donde un equipo podía realizar giras. Esta medida se veía recompensada por la paga de grandes sueldos y primas, que Argentina jamás podría equiparar.
Fue Millonarios de Bogotá quién hizo punta en esta empresa. Dicen que su presidente y su entrenador tomaron un vuelo a Buenos Aires y preguntaron aquí quién era el mejor futbolista del país. A los pocos días volvieron a su tierra acompañados por Adolfo Pedernera. Comenzaba oficialmente el dorado colombiano que encontró en River Plate un fabuloso proveedor de materia prima. Adolfo convenció a Pipo Rossi para sumarse al elenco capitalino. Mas tarde llegarían Hugo Reyes (campeón con River en 1947), Antonio Báez (suplente de Moreno en tiempos de la maquina) y Alfredo Di Stéfano. Ellos junto a otros compatriotas como Julio Cozzi, Reinaldo Mourín, Felipe Strembel, conformaron el “Ballet Azul”, la legendaria escuadra de Millonarios que ganó los campeonatos del 49, 51, 52 y 53, con records aún sin batir, y que alcanzó el tope de su rendimiento cuando sorprendieron a Real Madrid en mismísimo gramado del Estadio Chamartín.
En Argentina, el boom de El dorado colombiano había sido casi ignorado hasta que un acontecimiento le otorgó a los nuestro la real magnitud del fenómeno. En el verano de 1953, la ciudad de Caracas organizó la “Copa del Mundo de Clubes”. River, que era el campeón del país y venia de una exitosa gira por Europa el verano anterior, fue bochornosamente goleado por Millonarios por 5-1. No fue ese un partido mas para Pipo y para Adolfo, figuras máximas del partido. Tampoco lo fue para Alfredo Di Stéfano, autor de dos tantos que no gritó.
Grandes figuras de nuestro fútbol como René Pontoni, José Manuel Moreno, Amadeo Carrizo, Antonio Sastre, o Rodolfo Micheli se enrolaron en el tentador frenesí de un fútbol semilegal, oneroso y poco exigente para figuras de categoría superior. La historia marca que la Dimayor se volvió tan profesional, legal, ordinaria y amiga de la FIFA como todas los torneos del mundo. A mediados de los cincuenta, la saeta se fue a España donde se volvería inmortal, y Adolfo Pedernera y Pipo Rossi optaron por retornar al país para anunciar el retiro de sus magnificas carreras. Y así, como quien no quiere la cosa, el dorado colombiano se fue esfumando en el tiempo, tal como el mito de la ciudad dorada, trenzada con las miles de historias que los libros nos enseñaron en sus narraciones.

4 comentarios:

Marcelo desde Mendoza dijo...

Muy linda nota Adrian en la actualidad los hinchas de Millonarios sienten que son parte del Millonario de Argentina y tiene devoción por nuestro club . Se sienten hinchas e identificados por los grandes jugadores que vistieron la casaca azul a final del 40 y el 50. Tuve la suerte de tener contacto con algunos de ellos y así te lo hacen sentir .

Centrojas dijo...

Gran Post.

Cuando sucede lo de la huelga y las estrellas se empezaron a ir Cereijo funcionario del gobierno del general impidio que los jugadores de Racing tambien se fueran reteniendoles el pasaporte, de esta manera Racing fue el unico equipo que no sufrio la sangria y gracias a eso gano el primero de sus titulos de la era profesional que despues se convertiria en tricampeonato.
el ballet azul es el segundo mejor equipo de la historia despues de la maquina

Anónimo dijo...

Dalmassito , tu línea editorial me ha , no digo sorprendido pero , hecho sentir que qué bueno que no soy el "único" que tiene presente lo que la "grandeza" también conlleva , en sus resquicios existe la ambición , la codicia , la explotación del Poder , las reivindicaciones justas , la exquisitez técnica y estética , más un largo etcétera y que no es así nomás que "todo tiempo pasado fue mejor" y que la grandeza no es un ideal inmaculado


LUJO y PUEBLO , interesante aporte de Centrojas




abrazo , Jorge


pD : algo de justicia poética tiene nuestro presente , ya no somos millonarios más que en hinchada

VascoH dijo...

Que jugadores que tenía!! Pipo Rossi y Alfredo Di Stefano estaban buscando club, tras la huelga de jugadores que habia en el pais