jueves, 18 de marzo de 2010

LOCALES EN EL DUCÓ


Una canción de Soda Stereo llamada Té para tres clama con simpleza una verdad difícil de contrastar: “No hay nada mejor que casa”. Cuando llegó el momento de cerrar el Monumental para remodelarlo con vistas al Mundial de 1978, River se topó con una situación sin precedentes en su historia. Nunca antes –y nunca después- estuvo tanto tiempo sin jugar en su lugar en el mundo. Vivió de prestado en Parque Patricios, fue concubino de su bohemia y sus mitos, hasta casi se acostumbró al Ducó y sus alambres pegados a la cal y sus tribunas sin pista de atletismo. Por allá se lo recuerda como inquilino prestigioso y cumplidor. Hoy, de tanto en tanto vuelve de visita al barrio que le dio cobijo en la reforma, para de paso, rememorar viejas historias con mas euforias que desconsuelos.
Las otras opciones: Se barajaron muchas candidatas, y varias fueron descartadas hasta arribar a Patricios. La opción A –por ubicación e historia favorable- era el José Amalfitani, pero de antemano se sabía que no, por una sencilla razón: También estaba en reforma. El plan B incluía el estadio de Ferro en Caballito (finalmente elegido por Vélez para su localía alternativa), el Gasómetro de Avenida La Plata (ya vetusto y a los pocos años desmantelado), y el Palacio Ducó (lejano de Núñez, pero con las condiciones exigidas). Alguien en Comisión Directiva mencionó el nombre de La Bombonera, pero la alternativa no fue tenida en cuenta. Tampoco se consideró la posibilidad de alguno de los estadios de Avellaneda.
La despedida de casa: El último partido de River en el viejo Monumental fue el 12 de diciembre de 1976 ante Atlanta por la fecha final de la primera fase del Nacional. Luego el organigrama marcaba que los choques eliminatorios debían jugarse en terreno neutral. River ganó esa tarde 2-0 con goles de Luque y Más, quien esa tarde gritó su último gol en el césped de Núñez.
El primer partido: Ante Temperley. 6-2 el 20 de febrero del 77 por la primera fecha del Metro. Fue una fiesta bajo la lluvia. Esa tarde debutó el Negro Ortiz y el equipo se paseó al compás de los quiebres de su cintura. También debutó Héctor Pitarch, y ambos se anotaron en la red. Los otros tantos fueron obra de Víctor Marchetti (2) y Daniel Passarella (2). Descontaron Richard Forlán y Bello Meza para el Gasolero.
La mayor goleada: River no engranó en el Nacional del 77, pero sin embargo protagonizó algunas goleadas estrepitosas. La mayor fue el 6-0 a Gimnasia de Jujuy, ocurrido el 11 de diciembre bajo el sol del Ducó. En aquel tiempo la mayoría de los equipos del interior daban muchas ventajas. Aquella fue una de las pocas tardes inspiradas en River de Hugo Coscia, autor de dos tantos. Passarella convirtió dos penales, y el sexteto fue completado por Luque y Pancho Ferraro, en contra de su valla.
La vuelta olímpica: Seguramente habrá sido extraño festejar de local fuera del Liberti. Pero la euforia desatada no tuvo que envidiarle nada a cualquier otra celebración. El Ducó se llenó por una masa exultante de millonarios envalentonados por la victoria 2-1 en la Bombonera de la jornada anterior. Fue el 13 de noviembre ante Ferro Carril Oeste por la ¡¡¡46º!!! del Metropolitano. Hubo tensión hasta que a los 18 del primer tiempo, Marchetti de cabeza señaló el primero. El resto fue una fiesta que culminó 4-2.
Locales del local: Durante todos los setenta, Huracán fue un rival temible. Herencia del equipazo del 73 y del no menos equipazo del 76. Fue local del Globo en el Ducó dos veces. Le ganó los dos partidos. 2-1 por el Metro del 77 -clave, con dos goles de Luque- y 3-2 por el Metro del 78, tantos de Alonso, González y Marchetti.
La Copa Libertadores: El sinsabor acostumbrado de la Copa, también se vivió en Patricios. Rápida eliminación en 1977 en la fase de grupos compartida con Boca, Peñarol y Defensor Sporting de Uruguay, con 2 empates y una victoria (2-1 sobre el carbonero). Se recuerda un increíble empate 1-1 ante Defensor Sporting, con dos penales fallados por River en los pies de JJ y Ortiz. En la Copa del 78. River solo jugó dos cotejos en el Ducó y venció en ambos: 2-0 a El Nacional y 4-0 a Liga Deportiva Universitaria de Quito, ambos de Ecuador.
Las derrotas: River perdió realmente poco en el estadio del Quemero. 4 partidos en total. Dos de esas caídas (1-2 y 2-3) fueron ante la bestia negra de ese año, Vélez Sarsfield, conjunto que también derrotó al Millonario en los dos cotejos jugados como visitante en Ferro. Los otros traspiés fueron ante Racing Club en el Nacional del 77 y ante Independiente en el Metropolitano del 78, 1-2 en ambas ocasiones.
El retorno a Casa: El primer partido oficial en el Nuevo Monumental se jugó la noche del miércoles 26 de julio. 0-0 ante Independiente por la primera fase de la Copa Libertadores. Fue una vuelta extraña, porque mientras se jugaba en Núñez por la Copa, en el Metropolitano se usaba Huracán. 2 meses después del retorno se jugó el segundo partido (25 de septiembre de 1978) ante All Boys. Fue 4-0. El primer gol oficial en el nuevo Liberti lo convirtió Osvaldo Morandini, zaguero albo, en contra de su valla.
El último juego: Fue el 18 de septiembre del 78, un lunes a la noche con tribunas semivacías y un supremo desinterés justificado por la opaca campaña. River le ganó 3-0 a Rosario Central con goles de Rubén Horacio Galletti y dos jóvenes que se las traían, Héctor Sosa y Ramón Ángel Díaz. En la previa, la directiva de Huracán fue reconocida con una plaqueta de agradecimiento a los servicios prestados.
Los superclásicos: En los 70’s, los River – Boca en cancha neutral eran bastante usuales, ya sea por cuestiones de calendario o de seguridad. Pero este caso de neutralidad es diferente. River fue local de Boca dos veces en el Ducó. Ambos fueron empates. 1-1 por el Metro del 77 (tantos de Pedro González y Carlos Veglio). Y 0-0 por la Copa, una noche de miércoles con el Millonario ya eliminado.
Números: River estuvo sin jugar en el Monumental 591 días. En total, en el estadio de Huracán jugó 49 partidos. Ganó 28, empató 17, perdió 4. Salió una vez campeón. Convirtió 105 goles y le hicieron 41. Víctor Rodolfo Marchetti, con 20 tantos, fue el Millonario que mas anotó durante la estadía en Patricios.

6 comentarios:

Enrique dijo...

Gran posteo! muy ilustrativo.

Recuerdo un partido que hicimos de locales en el Ducó contra Gimnasia a principios de los '90s que ganamos 1 a 0 sobre el final del partido ( creo que fue el torneo que ganó el Newell's de Bielsa y que lo perdimos el día del retiro del Pato cuando tuvo una actuación impresionante). Bueno ese día en el Ducó pasó de todo, a la salida nos esperaban los de Huracán, safamos de esa y luego los de San Lorenzo nos rompieron a piedrazos todo el colectivo...

dalmassito dijo...

Je. Yo a ese partido lo escuche por radio en el patio de mi casa. Diferente, no.

Ganamos con gol de Silvani. Creo que la cancha estaba alquilada a los testigos de Jehová.

Buen aporte Negro.

Gustavo Cardone dijo...

Qué completo, qué lujo este material!
Estuve en Huracán el día del debut de Ramón Díaz y en un 1 a 1 contra Newells con los suplentes, ya que el equipo estaba realizando la gira por Europa. Esa tarde nos hizo el gol... el Tolo Gallego!
Saludos
Gustavo

Centrojas dijo...

River hizo de local en cancha de Boca antes de lo que cuenta el posteo, en los dvds con la historia de River que salieron hace un par de años muestran un gol que hicimos en esa cancha y es muy raro ver la tribuna local de esa porqueria poblada de gente del millo.

gran post

Marcelo desde Mendoza dijo...

Es un lujo tener un periodista tan detallista como Adrian ...y comentaristas tan aplicados y con tantas vivencias . Mis recuerdos del DUCO eran no muy lindo ..yo vivía más cerca de esa cancha que del Monumental pero sinceramente debe haber sido la cancha más fiera de las que he visitado. Los horribles y oscuros accesos , las escaleras empinadas de las subidas y ni que hablar los enormes escalores que te agotaban al subir los primeros diez . La deficiente ilunimación de la cancha (en ese momento ) tanto del campo de juego como de las salidas y aledaños del estadio ( muy bien reflejadas en el peliculón el secreto de sus ojos ) , el horrible estado del campo de juego casi siempre duro con pozos por todos lados y con las áreas chicas casi simepre destruída ..En Resumen para mí y pese al campeonato del 77 fue una enorme y pesada carga tener que ir a ese estadio de mierda .

dalmassito dijo...

Que elocuencia Marcelo. Le vamos a iniciar juicio a Babintong por todo aquello. jaja.

Bienvenido nuevamente.

Se te estaba extañando ya.