miércoles, 25 de abril de 2012

CABALLERO DE LA FINA ESTAMPA

River Plate 1935/49 - 323 partidos - 0 goles - 6 títulos.

Cuando se hizo cargo de las divisiones formativas de River Plate, tras su retiro como futbolista profesional, el sabio Barullo Peucelle fue bastante gráfico para explicar lo que pretendía. Llamó al grupo de jóvenes que jugaban en la defensa, los reunió en torno a él en el círculo central del campo de entrenamiento, sacó de un sobre cerrado una fotografía y levantándola a la altura de su cabeza y dijo: “Señores, esto es lo que yo quiero de ustedes”. Lo que la fotografía contenía era una imagen de Ricardo Vaghi parando un balón con el pecho. Corría 1942. Vaghí tenía 26 años y ya era un referente ineludible.
   Ricardo Vaghi era un señor. Tenía pinta de señor. Se comportaba como un señor. Jugaba como un señor. Tanto lo era que hasta no era muy habitué de las largas noches de parranda de un grupo de futbolístas tan expertos en la cancha como en la pista de baile. Esa figura altiva, plena de recato y de autoridad, fue una marca distintiva en aquellos equipos riverplatenses que encontraban velozmente el elogio casi siempre por el espectáculo y no por la solidez defensiva. Pero aún en épocas esplendorosas, Vaghi siempre fue un pilar. Pulió su estilo actuando a campo abierto, donde no solo la fortaleza física, sino también el don del timming, era lo único que garantizaba la supervivencia ante delanteros estelares.  Se volvió experto en cubrir las espaldas de volantes que iban siempre y volvían cada tanto, y todo lo hacía con un touch señorial que fue la marca distintiva de toda su carrera.
   Nacido en 1916, y criado a pleno picado en los barrosos potreros del Parque Centenario, cuesta creer que una figura tan adherida a la esencia riverplatense, haya iniciado su camino del fútbol portando la insignia prohibida. “Allá en Boca jugaba poco y nunca me dieron bola, hasta que un día me canse y me fui”, dijo alguna vez. A los 15 años se enroló en Almagro y al año siguiente, gracias al ojo perspicaz de un anónimo socio millonario, el flaquito Vaghi apareció por primera vez en el portón del estadio de Alvear y Tagle para fichar por River.
   Una lesión del zaguero titular Teófilo Juárez, propicio que el Húngaro Emérico Hirschl lo estrenara en Primera el domingo 4 de agosto de 1935. Con 19 años, Vaghi jamás pudo borrar la chochera de ese día por jugar al lado del divo Bernabé Ferreyra, pese a que el humilde Platense haya arruinado la tarde perfecta ganando por 2-0. Fue el primero de 323 partidos con la banda roja, los primeros en forma alternada, y desde 1938 de manera casi ininterrumpida. Supo armar con otros backs inolvidables como el “zurdo” Eduardo Rodríguez o Luis Antonio Ferreyra formidables duplas custodias de la retaguardia de La Máquina, aguantando a pié firme las aventuras de un equipo preparado para el show.
   Ricardo Vaghi fue tal vez el mejor defensor de su tiempo y uno de los grandes olvidados a la hora de las convocatorias para la Selección Nacional, que en esos tiempos era conducida como un feudo por Don Guillermo Stábile, un hombre al que buena parte del plantel millonario le profesaba una alta antipatía, y que prefería la confianza que le otorgaba José Salomón –un buen zaguero del Racing Club que dirigía- a los pergaminos ampliamente reconocidos y elogiados de Vaghi. Quedará como una anécdota en su trayectoria que jamás haya jugado partidos alguno con la casaca Argentina. Una carrera coronada con 6 vueltas olímpicas y la presencia perpetua por una década y media en el cuadro titular millonario.
   El 24 de noviembre de 1949 La banda le ganó a Ferro Carril Oeste 1-0 en el Gasómetro de Avenida La Plata. No fue aquella una tarde felíz para el mundo River. Vaghi trabó firme una pelota y el delantero verdolaga, en la inercia de la carrera, cayó encima de su rodilla rompiéndole los ligamentos y meniscos. Salió de la cancha caminando a duras penas, pero buscando conservar ese porte que lo hizo un caballero distinguido de las canchas. Muy íntimamente sabía que esa era la última vez que se había abotonado en el pecho la casaca de sus amores.

4 comentarios:

roberto dijo...

Gracias por recordarlo , un gran jugador olvidado entre las grandes glorias. No sabia lo de Stabile , pero igual en esa epoca habia jugadores para hacer 4 selecciones.

Marcelo desde Mendoza dijo...

Muy lindo Post Adrian como siempre . Que linda camiseta (camisa) que era la de esos años y que increíble que nunca pudiera hacer un gol ...jajajaja . Un valuarte para los entendidos

EDUARDO J. dijo...

SE HA REPETIDO ESA "ANTIPATÍA" A ALGUNO DE LOS NUESTROS..MENOTTI LIMPIÓ AL NEGRO JJ CUANDO ERA EL MEJOR VOLANTE DERECHO DEL MUNDO..

sergio dijo...

Me encanta la camiseta/camisa.
Uno creció leyendo sobre "LA MAQUINA", y siempre se nombraban a los 5 delanteros, pero rara ves lo hacian con el equipo completo:BarriosVaghi y Ferreyra Yacono Rodolfi y Ramos,Muñoz Moreno Pedernera Labruna y Loustau.
Con respecto a lo de J.J, Menotti limo asperezas con Fillol,y Luque,pero que J.J no se presentó a aquella reunión de conciliación.
El conflicto venia de comienzos del 76, por una gira de la Seleccion, contrapuesta con la participación de River en la Copa Libertadores de aquel año.
El"negro" era mucho mas jugador que Ardiles, por lo menos en mi opinión.