lunes, 21 de junio de 2010

EL FRANKESTEIN DE BELL VILLE


Las líneas que leerán a continuación están infectadas por un fundamentalismo de barricada y fácilmente refutable, brotado de ideas románticas, ortodoxas e infundadas. Se ruega no tomar en serio algunas aseveraciones de este texto. No son una declaración de principios, ni siquiera son una toma de postura ante la cosa. Nada mas es un juego de impresiones poco convincentes de una curiosidad que hace equilibrio entre lo tierno y lo patético.
Pero si no lo saben, deberán conocer que existe en el mundo, más precisamente en la provincia de Córdoba, más específicamente en la ciudad de Bell Ville, un River muy particular. Un River incompleto. Un lobo con la piel de cordero. Un River vestido de clown de subterraneo. Un River portador de nombre y vacío de esencia. Un River que –en el plausible nombre de la amistad y el consenso- eligió en su fundación los colores prohibidos para pintar su insignia. Sabrán ustedes perdonarlos, yo no puedo.
El Club Atlético y Biblioteca River Plate nació en Bell Ville el 23 de marzo de 1923. Lo levantaron a la vida una decena de muchachos que, lanzados a la aventura del picado, soñaron con la trascendencia para siempre de un lugar, de un nombre, y de una idea seguramente relacionada con la amistad y la pertenencia. River y Boca ya movilizaban corazones en esos tiempos y fue en un viejo almacen bellvillense cuando el grupo de soñadores decidió meter la pata con una idea no apta para susceptibles: Mezclar lo que no se mezcla.
La iniciativa fue sencilla: En un sorteo, el primer nombre elegido denominaría a la entidad, el segundo le pondría los colores. Y en la tómbola el ganador (como siempre) fue River Plate. Así que juntando el agua y el aceite, lo dulce y lo saldado, nació este divertido Frankestein cordobés. Un River Plate que viste la camiseta de Boca, y no es chiste. Desde hace 87 años, domingo tras domingo, cada salida a los precarios campos de la Liga Bellvillense sigue convocando preguntas difíciles de responder. ¿Cómo puede llamarse River y vestirse así?. ¿Cómo alentar a River con esa camiseta?, ¿Lo siguen mas los hinchas de River o los de Boca?, ¿Cómo será para su tribuna gritar “pintado azul y oro, como mi corazón”?.
River Plate de Bell Ville es un pequeño club de pueblo. Vive sobreviviendo, y en su repaso de tiempos de esplendor, se les va la tarde a los pocos y viejos fieles del truquito y el vermouth. Su sede hace esquina en las calle Mitre y Corrientes, allí donde es difícil no ver ese cartel azul y amarillo que lo anuncia sin vergüenzas. El fútbol, las bochas y alguna que otra cuarteteada le dan vida a un espíritu que languidece con cada año que pasa y con cada pibe que prefiere ir a jugar a la play. Tienen una pequeña cancha de alambrados oxidados y virgen de césped y tribunas donde juega sus partidos en la B de la Liga de Bell Ville. Posee además un entusiasta reducto bochófilo que es su orgullo, denominado “José Donato Ghio” en honor a uno de los personajes más célebres de la ciudad, campeón mundial de Bochas en el año 1967
En el sureste de Córdoba está Bell Ville. Tiene 33 mil habitantes, vive de lo que ofrece el campo y alguna que otra industria. Su nombre no es poca cosa para el deporte del país. De allí surgió la invención de la pelota sin tiento. De sus canteras apareció la notable figura del “Matador” Mario Alberto Kempes. También es la cucha de este perro verde que aquí presentamos, y del que nos despediremos diciendo (con la mejor y más sincera buena onda) que también la ciencia –en el nombre de la humanidad y el progreso- fue capaz de las más notables aberraciones.

3 comentarios:

Marcelo desde Mendoza dijo...

Que increíble historia Adrian ... es la simbiosis de Bosta y River unidos en un mismo club jajaja .
Me hace acordar a otra historia parecida del Atlético Villa Gesell , dónde viví varios años y que tenía a unos de los socios fundadores fanático de River que no pudo evitar que otros fundadores presionaran para que la camiseta de ese club sea azul y amarilla .

Matias dijo...

Dalmassito, eso es algo bastante habitual en algunos lugares del interior. Amigos que se juntany forman un club, no pudiendo ponerse de acuerdo en el nombre y los colores, por los diferentes sentimientos entre ellos, fundadores.
Un ejemplo muy conocido fue Huracán de Corrientes, aquel que le prestaba su cancha a Mandiyú cuando jugaba en primera. Misma metodología que el caso que contás: sorteo. Ganó Huracán, y el club tomó su nombre. Perdió San Lorenzo, y entonces la camiseta del globo correntino no tenía globo sino bastones azules y rojos…
Personalmente, un esperpento. Una linda y simpática idea, que unía a amigos que querían fundar un club… Pero los pibes podrían haber tenido algo de inventiva… No me gustaría jugar en un club que se llame River, pero poniéndome la camiseta de Boca. Y a mis amigos bosteros estoy seguro que tampoco les gustaría lo contrario…

Facu Franco dijo...

Holaaa amigos de River lujo y Pueblo les comentamos que el blog "El Lugar de River" volviò abrir sus puertas..y los invitamos al posteo de reinauguraciòn del blog, estaremos muy en contacto atentamente.

FacuFranco.

El Lugar de River.