Torneo Clausura 2010 - 3ª fecha.
Estadio Libertadores de América - 27/02/11.
INDEPENDIENTE: Navarro; Matheu, Tuzzio y Velázquez; Cabrera, Battión, Fredes, Mareque, Defederico y Rodríguez; Silvera. Posteriormente Pellerano, Gracián y Núñez. DT: Antonio Mohamed.
RIVER PLATE: Chichizola (6); Ferrero (6), Maidana (6) y Román (6); Ferrari (5) Acevedo, (5) Almeyda (7), J.M. Díaz (6), Lanzini (6) y Lamela (6); Pavone (7). Luego Bordagaray, Buonanotte y Cirigliano. DT: Juan José López.
GOLES: Mariano Pavone (RP) 43 st.
ARBITRO: Saúl Laverni (bien).
MAN OF THE MATCH: Mariano Pavone (River Plate)
RESULTADO MORAL: Independiente 1 - River Plate 2.
44 en los relojes. Desde hace ya mucho rato el punto se acepta gustoso, pero alguna fibra íntima todavía confía en un premio a la perseverancia. Entonces tras él va Pavone y su bandera conmovedora. Podría haber obviado el pique y retrocedido a posiciones defensivas. Pero fue con una esperanza dificil de comprender. En el camino alguien lo debía cuerpear, alguien lo debía anticipar, alguien lo debía cubrir. De pronto -como un guiño divino al tezón entregado- Pavone y la pelota quedaron a un metro de la valla. En su Tres Sargentos natal habrá soñado mil veces con una situación similar. Toque y estallido. Toque y delirio. Toque y victoria.
Un capital interesante viaja a Núñez con la victoria. En primer lugar, por el peso propio de una victoria en terreno hostil y ante un rival que se preparó especialmente para voltearnos. Y también por las formas de llegar a la misma. River parece haber encontrado la manera de compenzar su dificultad para llenar el ojo con una personalidad que se hace evidente en varios lados y que le permite al equipo jugar los partidos como quiere y no como proponga el rival. Los tres de atras no ganaran ningun concurso de pulcritud, pero hacen su trabajo con mucha seriedad y escazos errores. Almeyda y Acevedo equilibran con esmero la balanza cuando las subidas de Ferrari y Díaz liberan huecos a cubrir. Lamela y Lanzini todavía chispean esporádicamente, pero cuando lo hacen, dañan e ilusionan. Pavone es un tema aparte. Podrá perder (como ante Independiente) cien goles, pero siempre tendrá fuerza para una más. Y ese plus en invalorable.
River fue más que Independiente. Lo fue todo el partido, aún soportanto algunas llegadas con peligro del rojo. Lo era en el primer tiempo cuando un yerro flagrante (uno más, y dale que va) del lineman Esquivel, truncó un golazo de Ferrari tras una exquicita combinacion de Erik y el uruguayo Díaz. Lo era tambien sobre el final de la noche, cuando las revoluciónes comezaban a bajar y sin embargo Pavone decidió ir a buscar la última.
Como hacía bastante rato, el pueblo millonario bajó las escalinatas cantando su alegría desde lo alto de la popu de las vías. Por ahora solo es eso, una alegría. La luchas es para que la misma se transforme en esperanza.