martes, 27 de abril de 2010

"LOS PARTIDOS SE GANAN EN LA CANCHA"


Alguna vez leí por ahí una semblanza de Titi Di Carlo, ex Presidente de River, sobre el Escribano Julián William Kent, otro ex Presidente. “Kent era un hombre extraordinario, un Riverplatense a carta cabal, honesto cien por cien. Pero no tenía, tal vez, la envergadura necesaria que requiere un Presidente de River. William iba a la AFA con el reglamento bajo el brazo, mientras que los otros iban con el revolver en la cintura y el cuchillo entre los dientes”.
Cuando llegó el momento de definir el Metropolitano del 69, el clima en Núñez era como el de la previa del carnaval. No era para menos. El equipo que dirigía Ángel Labruna estaba muy cerca de cortar una racha de 12 años sin títulos. Venía con el enorme envión anímico que significaba haber eliminado a Boca en semifinales, y encima, el rival en la final era el “débil” Chacarita Juniors.
Los revisionistas de la historia cuentan que en la semana previa al cotejo definitorio, no fueron pocos los llamados de altos directivos del conjunto funebrero hacia la cúpula de River con un ofrecimiento non sancto, y para nada heroico. “Les damos el partido a cambio de quedarnos con toda la recaudación”.
Todavía sin salir del asombro y dudando sobre si era o no una oferta veraz, los testigos dicen que toda discusión fue abortada en seco por el propio Presidente Kent, enarbolando como argumento una frase salida desde el fondo mismo del romanticismo del contendiente leal. “Muchachos, los partidos se ganan en la cancha”. En realidad, ninguno de los reunidos en aquella mesa se hizo demasiado problema por la decisión de Kent. Porque para ellos, como para todo el mundo River, esa final ante Chacarita se ganaba con la camiseta.
Entonces, sin ningún tipo de arreglo previo, la pelota con sus imprevisibles caprichos, escribió ese domingo 6 de julio una historia muy distinta a la imaginada. 64.441 personas pagaron entrada en el Cilíndro de Avellaneda dejando en boleterías 27.680.400 pesos de recaudación. Con el juego 1-1 por tantos de Horacio Neumann y Juan Carlos Trebucq, el árbitro Roberto Barreiro expulsa por un foul violento el volante de River Eduardo Dreyer. Es el principio del fin. Comandados por la brillante técnica de Ángel Marcos y la polenta de Neuman y Frassoldatti, Chacarita se hace un festín en el complemento y termina goleando 4-1.
En la angustia de un nuevo vestuario perdedor, El escribano Kent volvió a repetir ante los micrófonos aquello de que “los partidos se ganan en la cancha”. Dicen que Jorge Recio, volante central del millonario contestó por lo bajo a modo de reproche “si, pero el fútbol es para los vivos”.
El ofrecimiento desechado quedó retumbando en la cabeza de los testigos por largo tiempo. Chacarita se llevó la mitad de la renta de esa multitudinaria tarde de Avellaneda, pero ganó para sí una jornada de gloria que ya supera los 40 años de vida. Los partidos se ganan en la cancha, dijo Kent. Y ese día, en la cancha, Chacarita fue el mejor.

sábado, 24 de abril de 2010

NUNCA ES TRISTE LA VERDAD

Estudiantes (La Plata) 1 - 0 River Plate
Torneo Clausura 2010 - 16ª fecha.
Centenario Quilmes (local Estudiantes) - 24/04/10.


ESTUDIANTES: Orión; Angeleri, Cellay, Desábato y Ré; Pérez, Braña, Verón y Sosa; Boselli y Fernández. Posteriormente Núñez, Benítez y Sánchez. DT: Alejandro Sabella.
RIVER PLATE: Ojeda (4); Ferrari (4), Ferrero (4), Quiroga (4) y Villagra (4); Affranchino (5), Almeyda (6), Pereyra (4) y M. Díaz (4); Ortega (5) y Villalva (3). Luego Cabral (4) y Buonanotte (4). DT: Ángel Cappa.
GOLES: Facundo Quiroga -en contra- (EST) 21 pt.
ÁRBITRO: Néstor Pitana (muy mal)
MAN OF THE MATCH: Rodrigo Braña (Estudiantes)
ROJAS: Daniel Villalva (River Plate) y Gustavo Cabral (River Plate)
RESULTADO MORAL: Estudiantes 1 - River Plate 0.

En tiempos mejores, fixture en mano, solíamos hacer la arbitraria especulación de los puntos que uno tenía seguros y los que se podían complicar en una hipotética carrera al título. Salvando las distancias de los momentos, el paralelismo sirve a la inversa para saber que si había un partido del calendario en el que eramos boleta seguro, era este ante Estudiantes.
Mano a mano y puesto por puesto, los 11 de Estudiantes son mas que los 11 de River. Hay entre ambos equipos abismos de entendimiento y confianza. Y a pesar de que aprendimos que la lógica en el fútbol no tiene mucha relevancia, siempre supimos que la revitalizante actuación de la semana pasada no era escusa suficiente como para pensar que se le podía ganar a este Estudiantes tan sólido y aplomado.
De todos modos, los primeros 20 alentaron una pequeña quimera de paridad, pero fue necesario apenas un accidente (el gol en contra de Quiroga) para que la ilusión se rompa como una pompa de jabón. Enredados en el vértigo soberbio de la presión Pincha en el mediocampo, aparecieron las imprecisiones y las eternas dudas. Y mientras Ortega se carajeaba con Desábado por vaya a saber uno que puterío barato, River apenas alcanzó a tartamudear algún mínimo argumento para el empate, al cual Estudiantes hizo oídos sordos.
Ellos son los campeones de América. Nosotros pelearemos el descenso. Ellos tienen un Club ordenado. Nosotros lo tuvimos a Aguilar. Ellos tienen a Verón en plenitud. Nosotros a Ortega y Gallardo en decadencia. Ellos tienen un proyecto consolidado. Nosotros apenas lo estamos buscando. Ellos tienen fuerza, técnica, velocidad, concentración, variantes. Nosotros no. Ellos tienen un plantel de primera. Nosotros tenemos... esto. Quién haya inventado eso de que comparar es odioso dio en la tecla. Pero a veces es necesario mirar la abundancia de los otros para descubrir la pobreza propia. Esa es nuestra verdad. Si quieren podemos decir que no es triste. Pero seguro, lo que no tiene (al menos hasta Junio) es remedio.

jueves, 22 de abril de 2010

ESTEBAN CAMBIASSO

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Ya van casi 14 años de carrera y todavía nadie ha podido responder taxativamente una pregunta relativamente sencilla: ¿De que juega Esteban Cambiasso?. ¿De cinco?, ¿De doble cinco?, ¿Por las bandas?, ¿De enganche?. Y si… todo es posible, pero también todo es relativo. En realidad, Cuchu Cambiasso ha sido siempre un muy buen ni fu ni fa, valorado por lo versátil de su juego y la contracción de sus características al molde del equipo que lo contrate. Y eso, en el fútbol moderno, no es poco decir.
Esteban Cambiasso nació el 18 de Agosto de 1980 en Villa del Parque, Capital Federal. Cuando llegó a River Plate para jugar el Apertura de 2001, era apenas un pibe de 21 años, pero con una trayectoria totalmente inusual para un juvenil de su edad. Germinado en las mágicas canteras del Club Parque y formado en las inferiores de Argentinos Juniors, el Cuchu en su corta carrera ya había sido comprado por el Real Madrid y convocado para actuar en su filial, había sido hombre de Selecciones Nacionales Juveniles, y contaba con tres años de experiencia en la primera de Independiente de Avellaneda.
El River de Cambiasso fue uno de los últimos grandes equipos que el Millonario puede presumir. De mitad para arriba jugaban Coudet, Ledesma, Zapata, Cambiasso, Ortega, D’Alessandro, Cardetti, y luego apareció Cavenaghi. Peleó palmo a palmo el Apertura 2001 con Racing y obtuvo, seis meses mas tarde el Clausura 2002, de la mano de Ramón Díaz. El Cambiasso que usó la banda no se pareció en nada al que hoy vemos en Italia. Ramón le dio absoluta libertad creativa y lo eximió de responsabilidades en la contención, favoreciendo de este modo, una de las mayores virtudes reconocidas de su juego: La llamativa facilidad para llegar al gol, ya sea anticipando de cabeza, aprovechando un rebote o apareciendo por sorpresa acompañando el ataque.
Debutó un extraño domingo por la tarde ante Gremio de Porto Alegre por Copa Sudamericana. Esa tarde hizo el primero de sus 14 goles en River. Además, sumó 9 en el Apertura 01, 3 en el Clausura 02 y 1 en la Libertadores 02, con el valor agregado de haber marcado 2 veces ante Boca, el segundo de ellos, en La Bombonera bajo la lluvia, en la inolvidable tarde de la vaselina de Rojas. Su último cotejo fue en el Gigante de Arroyito en un 3-2 ante Central, la noche de las cabezas teñidas, como parte del festejo del Clausura obtenido ante Argentinos una semana antes.
Real Madrid se lo llevó a mitad del 2002, e inauguró su segunda etapa en Europa. Y aquel elegante y distinguido pichón de Redondo, se volvió un jugador mas pragmático, se apegó a los esquemas, se amoldó a las ataduras de los sistemas tácticos. Prefirió la obediencia a la rebeldía y su talento le cedió paso a la subordinación. No le fue para nada mal. Ganó una Liga, una Supercopa y una Intercontinental con el Merengue, y 4 Scudettos, 2 Copas Italia y 3 Supercopas con Inter de Milán.
Como Sansón, con sus pelos perdió la fuerza. Se convirtió al fin de cuentas en un muy buen futbolista (calvo) de puesto indefinido. En el camino se fue quitando el traje de crack, que acompañó en sus inicios al pibe de principescos rizos rubios que supo ser. Seguramente, en algún lugar profundo de su personalidad, Cambiasso debe añorar aquella breve experiencia en Núñez, lugar donde el talento que lo habita encontró tantas libertades como nunca más en su carrera.

martes, 20 de abril de 2010

HUGO ORLANDO GATTI

River Plate 1964 – 1968 - 90 partidos – 0 títulos.
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Para muchos un genio vanguardista. Para otros tantos un payaso afortunado. A Gatti siempre le calentaron tres pepinos las reglas que controlaban la “formalidad” del juego. Redobló la apuesta en pos del espectáculo y su ego indisimulable. Para hacerlo había que tener personalidad y talento. Y a Gatti eso le sobraba. ¿Qué tiene de malo en jugar para la gente, pues?. Tal vez lo mejor de su carrera haya sido su compromiso por innovar, salirse del camino, transgredir, regalar una sonrisa que justifique una tarde de domingo, pensar que el fútbol debe ser un juego divertido mas allá de la fría estadística de la victoria o la derrota.
Hugo Orlando Gatti rompió muchos moldes intocables. Representó un estilo, una ideología de vida. Jugaba con las medias bajas, era desfachatado y carismático. Gesticulaba a la tribuna, vendía humo. Se ponía la vincha, se teñía el pelo, jugaba con bronceador, su buzo era de color rosa, tenía sponsor propio, inventaba su show y era un partido dentro de un partido. Pero además era un gran arquero, de una formidable ubicación, buenisimo de reflejos y un enorme don natural para acoplarse al sentido colectivo de un equipo. Tal vez la mayoría no prefiera en la valla de sus equipos a porteros como Gatti, pero cuando el loco estaba inspirado, era imposible no rendirse a sus pies.
Nació en Carlos Tejedor, provincia de Buenos Aires, el 19 de agosto de 1944. Dicen que se enamoró del arco una vez que vió en Santa Rosa, La Pampa, atajar a Amadeo Carrizo. Atlanta lo hizo debutar en primera en 1962, y dos años mas tarde lo vendió a River en una cifra que pocos comprendieron.
El primer partido de Gatti en el arco de River fue en la cancha de Chacarita, ante el Funebrero el 26 de abril del 64, el mismo día en que debutó Pinino Más. Apenas jugó 4 partidos oficiales en su primer año y otros tantos amistosos. Pero a partir del 65, su presencia se volvió mas asidua entre los once, al compás de algunos buenos partidos y de los problemas físicos de un Amadeo Carrizo bordeando los 40. Con continuidad fue protagonista de atajadas fenomenales y de burradas inconcebibles. Jugaba los clásicos en la Bombonera, porque su estilo absorbía en positivo las cargadas y provocaciones que los jugadores xeneizes le imponían a Amadeo hasta apichonarlo. El 10 de noviembre del 68 le regaló un gol a Vélez en el Amalfitani. A la fecha siguiente, Labruna lo cambió por Gironacci y no volvió a jugar en River nunca más.
Era bueno en los penales. Se agazapaba y se hacía chiquito en el centro del arco, confiando en su famosa intuición, que muchas veces le pagó. En River contuvo 4. A Curia de Vélez, a Olmedo de Chacarita, a Muggione de Platense y a Guzmán de San Martín de Tucumán. Es junto a Fillol el máximo atajador de la historia con 25. El Beto Alonso lo sufrió particularmente, deteniéndole 2. El primero defendiendo a Gimnasia, por el Nacional del 72, en una goleada millonaria 5-2 en Núñez. Y el otro en el 75, cuidando los palos de Unión, en un partido que el tatengüe ganó 1-0 siendo local en la cancha de Vélez.
Demas está decir que un día llegó a Boca y fue ídolo. Ese estilo revoltoso, desprejuiciado, y pintoresco, que en River causaba tanta irritación, en la vereda de enfrente calzó como anillo al dedo. Jugó hasta los 40 y solo dejó porque una tarde en un entretiempo, Pastoriza lo sacó haciéndole ver que el tiempo pasa para todos, incluso para él.
Es imposible desconocer la identificación de Gatti con los primos de la Ribera. De todas formas el loco nunca renegó de su pasado en el millonario. Nunca tuvo motivos.
Solo por eso, este blog no deja de enorgullerse de que tan monstruosa figura del fútbol nacional, haya defendido alguna vez nuestros colores. Tambien es un distintivo que los tres goleros mas icónicos del país defendieran alguna vez nuestra valla. Aunque en la comparación con Amadeo y el Pato, Gatti pierda como en la guerra.

domingo, 18 de abril de 2010

MUY PARECIDO A RIVER PLATE

River Plate 2 – 1 Godoy Cruz Antonio Tomba
Torneo Clausura 2010. - 14º fecha.
Estadio Monumental – 17/04/10.


RIVER PLATE: Vega (5); Ferrari (8), Ferrero (6), Quiroga (6) y Villagra (5); Barrado (4), Almeyda (8), Pereyra (7) y Gallardo (4); Ortega (7) y Canales (5). Posteriormente Buonanotte (5), Affranchino (6) y Ojeda. DT: Ángel Cappa.
GODOY CRUZ: Ibáñez; Sigali, Curbello, Martínez y García; C. Sánchez, Olmedo, Rojas y Ramírez; Higuaín y Carranza. Luego Vega, Chávez y Salinas. DT: Omar Asad.
GOLES: Federico Higuaín (GC) 32 pt. Ariel Ortega (RP) 28 st, Paulo Ferrari (RP) 29 st.
MAN OF THE MATCH: Matías Almeyda (River Plate)
ARBITRO: Pablo Lunati (mal)
RESULTADO MORAL: River Plate 3 – Godoy Cruz 1.

Podrá ser una burbuja en el tiempo o el anuncio del advenimiento de un tiempo de mucha más felicidad. Que sea lo que sea. Pero paga tanta pena junta un sábado a la noche como este, que halle la madrugada dominguera al revoleo de una remera, que se extinga al grito feliz de un pueblo con ansias de desahogo, en la convicción férrea de un corazón que late. Pese a todo late.
Una noche de buenas noticias, tantas juntas que invitan a la desconfianza. El retorno al triunfo luego de cinco fechas, el corte de la racha sin goles, la vuelta de Buonanotte, los puntos que aligeran la presión del promedio. Pero ninguna de estas buenas nuevas se compara con la real gran noticia de este juego ante Godoy Cruz: La del retorno del equipo millonario a la pureza de su estilo, a la esencia misma de su grandeza. Al hambre por ganar y el deseo de avasallar al oponente.
Claro que hubo desacoples burdos y temores familiares, y podrá ser este solo un espejismo en el mismo camino de siempre; Pero este sábado –y como hacía mucho tiempo no pasaba- el River actual y el River de siempre se parecieron bastante. Ante el conjunto líder del torneo y con la cuchilla del pesimismo apoyada en la yugular, quedó bien en claro en la cancha cual de los dos era el equipo grande.
Este triunfo no es de Cappa y su tiki tiki, ni de Cappa y su discurso florido. Es el triunfo de un enorme optimismo producto de Cappa. El optimismo es contagioso, y si estamos en positivo el equipo lo capta al instante, y así Ferrari podrá pasar 3 millones de veces al ataque, o Almeyda podrá correr hasta lograr que uno se emocione de orgullo. Así empujaremos las largas zancadas de ese tucumano Pereyra, al que todavía no quiero comparar con la bruja Berti, o mimaremos sin reproches los restos ilustres de Ariel y Marcelo. Nada mas que el optimismo puede hacer que River, solo en el primer tiempo, patee mas al arco que en el resto de la temporada, o que doblegue claramente al equipo puntero y sensación del campeonato con un score que (tal vez) quedó corto.
Ahora abundarán loas triunfalistas, cantos de sirena, exclamaciones de fans cappistas, y leñas del árbol caído. El consejo es la precaución y el realismo ante una historia que viene muy cruzada y que será difícil de dar vuelta. Pero si este es el punto de partida de una nueva etapa, el primer paso es el correcto: El de la busqueda de River por volver a sus fuentes.

jueves, 15 de abril de 2010

MAS QUE SUERTE


Tiene cultura, tiene inteligencia, tiene calle, tiene potrero, tiene personalidad, tiene una linea de vida y por ella va derechito y sin explicar porque. Describir entonces porque en el Mundo River, la llegada de Ángel Cappa no cayó del todo redonda, forma parte de una larga lista de prejuicios, desconfianzas y preferencias que hemos sabido (justificadamente o no) cultivar en este tiempo.
Ángel Cappa posee un discurso, River Plate posee un discurso. Ambos se parecen mucho y, si los opuestos se atraen, porqué los parecidos no podrían hacerlo. El problema de estos días es que el River que sale a la cancha no es el del discurso de la historia. A recuperar esto viene Cappa, y a ganarse una tribuna que lo mirará inquisidora, Se le exigirán puntos e identidad, y no existe aparentemente ni la mas mínima intención de regalarle un afecto que no merezca.
Hasta el surgimiento del Huracán del "Tiki Tiki", la carrera de este bahiense de 63 años no tenía mayores antecedentes que el de su colaboración en los proyectos de Jorge Valdano en Tenerife y Real Madrid de España y un constante deambular por el mundo predicando siempre la misma idea de respeto por el juego, los jugadores y la historia. En la Quema, Cappa logró algo que nunca había podido: Llevar a la práctica sus teorías irreprochables. Su Huracán fue una tormenta de verano, pero... ¡Que tormenta!. En pocos meses de trabajo, convirtió a un equipo discreto (salvo Bolatti, Defederico y Pastore) en los responsables de hacer creer que el fútbol espectáculo de ganar, golear y gustar, todavía era posible. No fueron campeones -basicamente- por un lamentable arbitraje final de Gabriel Brazenas. El Globo del Clausura 2009 fue una revolución. Si en River logra eso, su ciclo podrá considerarse exitoso.
Cappa siempre fue muy hábil para ubicar las palabras en un contexto de ilusión e idealismo. Sentado ante la prensa, tiró varias frases con las que es imposible no identificarse. Dijo: "Estar en River es un anhelo escondido, es una responsabilidad emocionante. River no solo es grande porque ganó mucho, sino por un estilo que hizo escuela a nivel sudamericano y mundial. Estilo que comparto y al que le seré fiel".
Que así sea.

martes, 13 de abril de 2010

POR SIEMPRE JEFE


Todavía resuenan los párrafos conmovidos que Victor Hugo le dedicó aquella tarde de su retiro ante Racing en 2003. Es imposible no emocionarse. "La última Jefe... Se es Jefe si es generoso, se es Jefe si se es querido y no temido, se es Jefe si se banca la mano cuando viene mal, se es Jefe si se esta ayudando a los mas pibes, se es Jefe si se lo puede ser en cualquier cancha y ante cualquier situación...". Las noticias mas tristes siempre se entenderán mejor por los silencios que provocan y no por las palabras que susciten. Es por eso que escribir una crónica de este tipo signifique más un ejercicio obligatorio que una descarga de sentimientos.
Leonardo Astrada debutó el 12 de octubre del año pasado en una derrota 1-3 ante Independiente. Sabíamos nosotros y sabía él que se estaba inmolando por la causa. La historia riverplatense, esa que ayudó a edificar y que tantas veces lo engalanó como héroe, hoy lo recordará como un mártir más de una realidad que sigue sin modificarse. Astrada llegó para ponerle el pecho a la adversidad y ese gesto de grandeza vivirá por siempre en la memoria de todos los riverplatenses, incluso de los que lo insultaron a voz en cuello en los últimos partidos.
Le pasó de todo en estos cinco meses. El doping de Archubi, la irresponsabilidad de Fabbiani, las dificultades de Ortega, el accidente de Buonanotte, los refuerzos mediocres, el fantasma del descenso, la presión de la tribuna, la herencia de Aguilar, etc, etc. Fue haciendo equilibrismo en una soga con tal de conseguir puntos, sorteando siempre un nuevo problema a estrenar y varias veces tomando decisiones equivocadas, que jamás fueron disimuladas por la pobreza franciscana de este plantel.
Probó –tal vez en exceso- con nombres y sistemas en la búsqueda del equipo. No lo encontró, y no por poseer poca capacidad, sino porque en este despistado River, el equipo no existe desde hace rato. Tras un 2009 cerrado con expectativa, las cosas empezaron a desbarrancarse lentamente con el comienzo del Clausura 2010. Tras la dura caída ante Boca en La Bombonera la historia de precipitó a un final prematuro y anunciado. No lo salvó ni la red de su pasado glorioso, ni sus esperanzas de cambio a partir de junio.
Está claro que el River de Astrada jugó siempre muy mal, y es su responsabilidad no poder hacer nada para detener la espiral negativa. Su salida era una fruta que se caía de madura, justificada por la vorágine resultadista en que vivimos. Pero que (entre gallos y medianoche) lo hayan despedido como a los traidores genera una congoja muy especial porque una gloria de River no merece ser tratada así. Es este el primer poroto negativo de la administración Passarella.
Estas líneas son un reconocimiento para alguien que escuchó el grito de auxilio de River y dejó todo para socorrerlo. Podría no haberlo hecho argumentando cualquier banalidad. Con mas Astradas en el Club, tal vez esta realidad que vivimos se hubiera evitado. Pero es un signo de estos tiempos, que los verdaderos hombres que se juegan por River, deban irse por la puerta de atrás.
Merecías, querido Jefe Leonardo Astrada, otra despedida. Tal vez otro domingo de Buenos Aires a pleno de sol, o un cerrado aplauso de pié, sin entridencias pero persistente, tal como fue su caracteristica toda su carrera. Perdido detrás de un enjambre de periodistas hábidos de basura, ya lo he perdido de vista. Y sin embargo, se queda en las retinas y en el corazón de este humilde hincha, para siempre.

domingo, 11 de abril de 2010

SIN GOLES NO HAY PARAÍSO

Atlético Tucumán 0 - 0 River Plate
Torneo Clausura 2010 - 14ª fecha.
Monumental José Fierro - 11/04/10.


ATLÉTICO TUCUMÁN: Ischuk; Bressan, Páez, Azconzabal y Barone; Drocco, Granero, Vargas y Pereyra; Escobar y Gigliotti. Posteriormente Rodríguez, Musto y Montiglio. DT: Mario Gómez.
RIVER PLATE: Vega (6); Ferrero (5), Sánchez (5) y Quiroga (6); Affranchino (5), Almeyda (5), Cirigliano (6), Abelairas (5) y M. Díaz (5); Ortega (5) y Bou (4). Luego Antonio y Villalva. DT: Leonardo Astrada.
GOLES: No hubo.
ARBITRO: Saúl Laverni (bien)
MAN OF THE MATCH: Facundo Quiroga (River Plate)
RESULTADO MORAL: Atlético Tucumán 1 - River Plate 1.

Hay que hacer un poquito de fuerza para acordarse que fue un centro medido del uruguayo Juan Manuel Díaz al primer palo para la cabeza de Gustavo Canales. Fue el último gol. Ocurrió el 14 de marzo a eso de las siete de la tarde, para decretar la victoria 2-0 sobre Huracán. Hoy, 27 días después de aquel suceso extraordinario, la cantidad de puntos apenas ha variado (eran 12, hoy son 13), las dudas se multiplicaron como una plaga, y el casillero de los goles a favor sigue tan inmóvil como lo dejamos, aquella tarde ante la quema.
Puede ser esta igualdad ante el Decano Tucumano una muestra veraz del sitio que ocupa River en el mapa del fútbol nacional. Una paridad absoluta e incuestionable entre un conjunto que seguramente jugará la B Nacional la temporada que viene, y otro que deberá ajustar varias cuentas con Dios si es que no desea sufrir en la lucha por el rebajamiento. Esa es hoy la medida del cuadro de Astrada. La de un equipo del ascenso. Un conjunto vacío de confianza, superpoblado de limitaciones de todo tipo, cansado de implorar vanamente que, por una vez, la moneda de la fortuna le de un guiño favorable.
Y si bien el problema de River es integral, la inoperancia ofensiva hoy llega a límites irriantes. En el hervidero del José Fierro, el millonario dispuso de los espacios para la contra y dilapidó tres claras chances de gol que no se daban desde aquel mano a mano de Funes Mori ante García en la Bombonera. Cuando a los 42 del complemento Mauro Díaz envió afuera un cabezazo dentro del área chica, la reacción del hincha debe haber disparado sensaciones aptas para la tragedia como para la comedia.
¿Pudo haber ganado River en Tucumán?. Si, si el gol no se hubiera empecinado otra vez en no salir. ¿Pudo haber perdido River?. Por supuesto, si Atlético no nos empardara y superara en urgencias e ineficacias. Plantado con relativa firmeza esta vez, la banda mostró entrega absoluta en todos (hasta Abelairas corrió) y un interesante tándem central entre Matías Almeyda y el debutante Ezequiel Cirigliano, un chico con cositas de Mascherano, el mejor Ahumada y el propio Pelado. Argumentos poco convincentes tanto para vulnerar la virginidad de nuestras redes enemigas, como para hacernos creer que el camino elegido para la esperanza es el correcto.
Una esperanza que crece en la misma proporción con la que aumenta nuestro pobre montón de puntos en el Clausura.

viernes, 9 de abril de 2010

CAMPAÑA 1947


En la India, la titánica revolución pacifista del Mahatma Ghandi tiene su recompensa. Llega a su fin el período colonialista del imperio británico. Pero el sueño no es completo. Al mismo tiempo nace el estado de Pakistán y la unión religiosa regional pasa a ser una quimera. Una ola desenfrenada de avistajes funda el fenómeno OVNI a nivel mundial. El caso mas paradigmático ocurre en la localidad de Roswell, en el estadio Norteamericano de Nuevo México, donde una supuesta flotilla de platos voladores se precipita al suelo y los cuerpos de alienigenas son recuperados por científicos de la NASA para su estudio. Qui lo sa. También en Estados Unidos, un piloto de avión llamado Check Yeager rompe la barrera del sonido al volar su aeronave a 1078 km por hora. En Argentina, el Gobierno Peronista plasma en ley uno de sus principales logros: El sufragio femenino. En un hospital de Ámsterdam nace un futbolista como no habrá igual. Johan Cruyff. En su casa de Miami Beach muere Al Capone, uno de los criminales mas famosos de la historia. Se lo lleva la sífilis, enfermedad que contrajo en su largo período de reclusión en la cárcel de Alcatraz.
River encara en 1947 el primer año de la era post- máquina. Pedernera se ha ido a jugar a Atlanta y su reemplazante es el joven Alfredo Di Stéfano. Muñoz se lesiona y en su lugar ingresa Hugo Reyes. Ángel Labruna se enferma de hepatitis y se pierde media temporada, pero cuando retorna, lo hace con todo: 16 goles en 18 cotejos. Sin Adolfo, River pierde en liderazgo y conducción pero gana en explosión y desequilibrio. Di Stéfano anota 27 de los 90 goles de la temporada y River es campeón aventajando claramente a Boca por 6 puntos.
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CAMPEONATO AFA 1947
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1- Lanús 5-1 - Ramos, Loustau, Coll, Reyes, Rossi / Reynoso.
2- Platense 5-1 - F. Rodríguez (2), Di Stéfano (2), Loustau / Gallina.
3- Boca Juniors 0-2 / Boyé, Ricagni.
4- San Lorenzo 2-2 - Di Stéfano, Loustau / Martino, Pontoni.
5- Chacarita Jrs. 1-1 - Reyes / De Luca.
6- Newell's O.B. 4-1 - Moreno (2), Di Stéfano, Arnaldo (ec) / Medina.
7- Vélez Sarsfield 3-0 - Moreno, Di Stéfano, Loustau.
8- Banfield 3-0 - Moreno (2), F. Rodríguez.
9- Estudiantes (LP) 2-1 - Moreno, F. Rodríguez / Pellegrina.
10- Racing Club 2-0 - Reyes, Loustau.
11- Huracán 3-2 - Loustau, Di Stéfano, F. Rodríguez / Simes, Gallina.
12- Independiente 0-1 / Fernández.
13- Tigre 5-1 - Di Stéfano (3), Moreno, Loustau / Giorgetti.
14- R. Central 3-3 - Di Stéfano (2), Labruna / Pérez (2), Hohberg.
15- Atlanta 8-0 - Labruna (2), Reyes (2), Di Stéfano, Rossi, Moreno, Loustau.
16- Lanús 3-0 - Ramos, Di Stéfano, Labruna.
17- Platense 4-2 - Labruna (2), Di Stéfano, Quevedo (ec) / Vernazza, Cadaval.
18- Boca Juniors 2-1 - Reyes, Labruna / Ricagni.
19- San Lorenzo 3-1 - Di Stéfano (2), Labruna / Pontoni.
20- Chacarita Jrs. 4-2 - Di Stéfano (2), Labruna, Loustau / Pessarini, Campana.
21- Newell's O.B. 2-1 - Labruna, Di Stéfano / Verdejo.
22- Vélez Sarsfield 1-1 - Loustau / Bottini.
23- Banfield 6-2 - Labruna (3), Di Stéfano, Reyes, Rossi / Silvera, Albella.
24- Estudiantes (LP) 3-1 - Ramos (2), Di Stéfano / Arbios.
25- Racing Club 4-2 - Di Stéfano (2), Labruna, Loustau / Bravo (2).
26- Huracán 2-3 - Di Stéfano, Moreno / Salvini, Yácono (ec), Ramírez.
27- Independiente 3-2 - Di Stéfano, Moreno, Reyes / Fernández (2).
28- Tigre 2-3 - Loustau, Labruna / Giorgetti, Arcos, López.
29- R. Central 4-0 - Di Stéfano, Loustau, Labruna, Martínez.
30- Atlanta 1-0 (*) - Di Stéfano.
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(*) El partido se suspendió en el segundo tiempo por agresión a Alfredo Di Stéfano. El Tribunal de Disciplina le dió los puntos a River Plate.
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FORMACIÓN BASE: Héctor Grissetti; Ricardo Vaghi y Luis Antonio Ferreyra -Eduardo Rodríguez-; Norberto Yácono, Néstor Raúl Rossi y José Ramos; Hugo Reyes, José Manuel Moreno, Alfredo Di Stéfano, Ángel Labruna -Francisco Rodríguez- y Félix Loustau.
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GOLEADORES: Alfredo Di Stéfano 27- Ángel Amadeo Labruna 16- Félix Loustau 13- José Manuel Moreno 10- Hugo Reyes 8- Francisco Rodríguez 5- José Ramos 4- Néstor Raúl Rossi 3- Roberto Coll 1- Joaquín Pedro Martínez 1- José María Arnaldo (Newell’s Old Boys -EC-) 1- Reinaldo Quevedo (Platense -EC-) 1.

jueves, 8 de abril de 2010

ENSAYANDO EL PADRE NUESTRO

River Plate 0 - 1 Newell's Old Boys
Torneo Clausura 2010 - 13ª fecha.
Estadio Monumental - 07/04/10.


RIVER PLATE: Vega (5); Ferrero (5), Sánchez (4) y Quiroga (5); Affranchino (4), Almeyda (5), Abelairas (3) y M. Díaz (5); Ortega (5), Canales (3) y Villalva (4). Posteriormente Funes Mori (4), Antonio y Ludueña. DT: Leonardo Astrada.
NEWELL'S OLD BOYS: Peratta; Alayes, Insaurralde y Schiavi; C. Díaz, Mateo, Bernardi, Estigarribia y Formica; Achucarro y Núñez. Posteriormente Sperdutti, Boghossian y Dening. DT: Roberto Sensini.
GOLES: Jorge Achucarro (NOB) 6 pt.
MAN OF THE MATCH: Mauro Formica (Newell's Old Boys)
ARBITRO: Gabriel Favale (bien)
RESULTADO MORAL: River Plate 1 - Newell's Old Boys 1.

Dicen que el fútbol no es más que un estado de ánimo. Que hoy no nos fluyan las palabras para esbozar explicaciones coherentes de lo que nos pasa, es todo un signo. River es un cuadro depresivo, y por ende, se expresa depresivamente en el terreno de juego, y por carácter transitivo, deprime a todo aquel que está pendiente de su historia. Tal vez haya que encontrar allí los argumentos de esta nueva caída ante Newell's Old Boys. River entra a la cancha maniatado de pesimismo y abrumado por sus propias dudas. Entra moralmente derrotado. Y cuando eso pasa, perdés seguro.
Dicen que a la suerte hay que ayudarla. Pero a veces una pequeña manito de la fortuna ayuda a evitar tremendos zafarranchos. Tanto como el juego de grande, la actitud ganadora, las alegrías, la decencia y el dinero, la suerte también se ha apartado de Núñez. Arrancando el complemento, Jorge Achucarro -el raudo y tenaz ariete rosarino- entró al área millonaria con balón dominado. Su remate rebotó en las rodillas de un Alexis Ferrero con menos reacción que una tortuga reumática. Entonces, el esférico retornó hacia el punta paraguayo, que casi cayendo, tiró un nuevo guadañazo como quién arroja una plegaria al cielo. Si la hubiera agarrado de lleno, la pelota estaría botando aún en el puente Ángel Labruna. Pero no. Su pífia describió un globo perfecto que cayó mansamente en la red por encima de Daniel Vega. Sal. Mas que sal, el salar de Uyuni.
Dicen que el que las hace las paga. El River que venimos soportanto está pagando la condena de sus culpas (Aguilar HDPLCDTM). Ante Newell's vuelve Ortega y el retorno del ídolo da nuevos bríos. Ariel regala un par de garabatos geniales y -solo con eso- River es más en el primer tiempo. El mazazo de ese tanto desafortunado y la fatiga de las piernas y de la mente del Burrito resuelven el trámite. Los rosarinos controlan las acciones apoyados en la seguridad de sus tres obeliscos de la zaga y en el fútbol virtuoso de Mauro Formica. River podría haber jugado hasta el viernes a la tarde sin vulnerar a Peratta.
Los millonarios hemos atravesado en estos largos (larguísimos) meses una variada gama de sensaciones indeseables. Angustia, ira, fastidio, hartazgo, bronca, decepción. Tal vez sea éste el momento de recurrir a la resignación. A esperar el final del Clausura y a implorar que en junio, con los refuerzos, vuelvan las añoradas alegrías. Habrá que hacer dos campañas de 30 puntos, por lo menos. Nada imposible, pero por las dudas, hay que ir ensayando el Padre Nuestro.

lunes, 5 de abril de 2010

MAS NEGRO QUE BLANCO

Lanús 1 - 0 River Plate
Torneo Clausura 2010 - 12ª fecha.
Estadio Ciudad de Lanús - 04/04/10.


LANÚS: Marchesin; Arce, Hoyos, Viera y Velázquez; Aguirre, Pellettieri, Pizarro y Blanco; L. Díaz y Salcedo. Posteriormente Ledesma, Lagos y Fritzler. DT: Luís Zubeldía.
RIVER PLATE: Vega (5); Ferrari (4), Ferrero (4), Cabral (4) y JM. Díaz (3); Affranchino (4), Almeyda (4), Abelairas (3) y Pereyra (4); Rosales (3) y Funes Mori (4). Luego Villalva (3), Rojas (3) y Canales. DT: Leonardo Astrada.
GOLES: Sebastián Blanco (Lanús) 41 pt.
MAN OF THE MATCH: Sebastián Blanco (Lanús)
ARBITRO: Pablo Lunati (mal).
RESULTADO MORAL: Lanús 2 - River Plate 0.

Se llama Sebastián Blanco. Tiene vientipocos y es, en el medio del barullo autómata que caracteriza la mediocridad de nuestro fútbol, una excepción a la regla. Es lo más parecido a Gallardo que surgió en el último tiempo. Posee el pié sensible, avanza en patineta, hace con maestría lo fácil del juego y, de vez en cuando, también lo imposible. Juega con una sonrisa -sencillamente- porque juega como a él le gusta. Blanco tiene el estilo River impreso en la frente. Tiempo atrás, hubiese sido imposible que figuras como él no se pongan la banda roja alguna vez. Pero... que va. Hoy parece que todo lo que sea lujoso, efectivo, agradable y superador, pasa de Núñez lo mas lejos posible.
Aparte de esto, hay algunas consideraciones sobre las desventuras millonarias que nos sacan de quicio. River tiene hoy 3 "titulares": Vega, Ferrari y Ferrero. Lo son solo porque no hay otros a quien poner. El sistema de juego es 4-4-2, o 4-3-1-2, o 4-5-1 o lo que sea. Lo cierto es que ninguno funciona. Rojas pintó como una revelación, pero lo marearon tanto con múltiples funciones que hoy es uno más en el bardo. Hace 7 días Abelairas no fue concentrado y ante Lanús fue titular. Mauro Díaz, de aceptable complemento ante Argentinos, en el Sur jugó en la reserva. Ariel Ortega, que está desafectado desde la 2ª fecha, el jueves parece que vuelve como si nada. A Funes Mori, Pereyra, Villalva y Affranchino les están quemando lentamente sus carreras apagando incendios que no cometieron. Ahora sabemos bien porqué Estudiantes sonreía cuando abrochó sin muchos reparos el negocio con Juan Manuel Díaz. Lo de Cabral es muy difícil de explicar sin insultos. Lo de Rosales tampoco. Ante todo esto, solo cabe una pregunta. ¿Que estamos haciendo, querido Jefe?
Y cuando parecía que ya mas abajo no se podía cavar en esta fosa interminable, River va y se despacha con un juego ante Lanús sinceramente lamentable. Agustín Marchesín habrá pasado una de las noches mas tranquilas de su carrera. River fue todo el partido un equipo muy largo y muy ancho, y en los piletones de entre líneas, Lanús actuó con libre albedrío al ritmo del talento de Blanco y el buen pié de todos sus jugadores. El 1-0 fue una mentira grande como una casa. En el complemento Lanús se replegó para cubrirse mejor de los ataques millonarios, pero no fue necesario. River, ni siquiera, amagó con una piña.
Ahhh!!!. Y a pesar de que con nuestra actualidad, la actitud llorona suene descabellada. Estaría bueno que -si no es mucha molestia- alguna vez nos cobren un penal.

jueves, 1 de abril de 2010

JIM LOPES

Si alguna vez una productora cinematográfica, apareciera con la idea de filmar la historia de un entrenador de River Plate, el candidato número uno para ser el protagonista –sin dudas- es Alejandro Galán. Un porteño regordete y esquemático, al que un buen día se le antojó hacerse llamar Jim Lópes.
Nacido el 6 de julio de 1912 en Parque Patricios, Alejandro Galán apostó todo para desempeñarse en el deporte que lo había apasionado desde niño. El boxeo. Su producción pugilística se ha esfumado tras el velo de los años y la austeridad de la estadística amateur. Algo es seguro: Galán era bastante mediocre con los puños. Tal vez esa fue la recriminación de su padre que originó un distanciamiento entre ambos. Tal fue el encono que Alejandro Galán tomo dos decisiones trascendentes en su vida. Viajar a Brasil para seguir allí siendo boxeador; Y cambiar su nombre, rebautizándose como Jim Lópes. Corría el año 1928
Pero a finales de los años 30, la política del Estado Novo implantada por Getulio Vargas decidió suspender los espectáculos de box en todo su territorio brasileño, dejando al bueno de Jim en Pampa y la vía otra vez. Tomó una nueva decisión fundamental. Se metió en la Educación Física y encontró trabajo como preparador en varios cuadros de la periferia paulista.
Jim López era un personaje algo parco y apático. Le decían el brujo. Su estilo era resultadista y conservador. Jugaba un 4-4-2 amarrete y no le importaba mucho el espectáculo del que era parte y la historia del club que orientaba. También era muy observador y detallista, características que le fueron fundamentales para tomar otra decisión crucial. Aceptar el cargo de DT cuando un entrenador renunció. “No entendía nada de fútbol, aprendió mirando” dijeron algunos dirigidos suyos. Teniendo en cuenta eso, la carrera que edificó fue sorprendente.
Llegó a River en 1960, tras un periplo extenso en cuadros brasileños de poca monta y su estreno argentino en Independiente. Vino para hacerse cargo del lugar que José María Minella había ocupado por 13 años. Encabezó un proceso con el recambio generacional como estandarte. Ya no estaban mas Labruna, Vernazza, Prado, Alfredo Pérez, Vairo. En cambio, le trajeron figuras importantes como José Varacka, el peruano Juan Joya, y otros nombres nuevos como Pederzoli, Schneider, Paulinho, Etchegaray y Doval. Su estilo rígido y disciplinado contrastaba notablemente con el “laizzes faire” promulgado por Pepe, y eso se notó claramente. Levantó muchas expectativas pero terminó fracasando estrepitosamente. En su corto tiempo en Núñez, Jim Lópes no pegó onda con nadie. Ni con los dirigentes que lo miraban con desconfianza, ni con el plantel que no concordaba con los planteos y con ciertos métodos de entrenamiento, ni con la gente, que a la tercer derrota le cortó todo tipo de apoyo.
Los números de Jim Lópes son muy pobres. Luego de una aceptable gira previa por Perú, oficialmente condujo a River en 12 partidos del torneo local. Ganó 3 (Gimnasia, Atlanta y San Lorenzo), empató 4 (Boca, Central, Vélez y Lanús) y perdió 5 (Chacarita, Estudiantes, Independiente, Newells y Racing). Convirtió 13 goles y le hicieron 16. En medio de un clima de tensión y desencanto, renunció a su cargo el 31 de julio del 60, cuando Racing derrotó a River en el Monumental 2-1. Lo reemplazó José Ramos, con quién el equipo remontaría hasta llegar al subcampeonato.
La campaña de Lópes es prolífica. Oriento a equipos como São Paulo, Palmeiras, Portuguesa, Corinthians, e Independiente. Tras River, Jim López llegó a dirigir la Selección Argentina en dos oportunidades y a varios equipos más de la Primera del Fútbol Argentino. Quienes hace no mucho tiempo se mataban de risa con Orestes Katoroz, pueden encontrar en Alejandro Galán un lejano antepasado menos dicharachero y –a la luz de los antecedentes- mucho mas existoso. Murió el 20 de enero de 1979.