viernes, 29 de octubre de 2010

QUEJAS DE BANDONEÓN


Permitámonos por un momento viajar a cualquier noche del 40. A la calle Corrientes, al Once, al Abasto, crucemos el umbral del Tibidabo, y acodémonos en un rincón para ver a ese gordo de fabuloso smoking sentarse en una banqueta y desangrar las notas de su bandoneón, fueye con el que arrugaba sentimientos, como el ronronear de una animal triste. Aníbal Troilo vivía y pensaba la realidad como un enorme y prolongado tango. Decía: “El tono de la gente triste es el Re menor. Re, Fa. La, es el acorde de los pobres, porque tiene color gris. La gente que sufre, esa está toda en Re menor”.
Permitámonos también en este viaje imaginario volar a ese barrio de Núñez de los años 40, donde todo era tan nuevo que algunas cosas todavía no tenían nombre. A esa herradura de cemento joven, y acomodarnos al lado del mismo gordo enfundado ahora de elegante sport, para alentar esa casaca vestida por un grupo de artistas del balón, que horas antes habían bailado largo y tendido sus tangos en la noche porteña.
El mito de Pichuco se construyó desde abajo, como los mismos cimientos del Monumental, inaugurado en los años en que comenzaba a ganarse un nombre con su orquesta en el circuito de clubes y firulos donde el tango era Rey. River fue siempre parte esencial en su existencia. Era el socio Nº 814. Hubo un tiempo en que Aníbal no se perdía un partido de la banda, pero la añoranza de esos años locos de La Máquina, y la muerte de Paquito, su asistente y compañero fiel de las tardes de tribuna, lo sumieron en una nostalgia que lo fue alejando de las canchas para siempre.
Troilo hacía hablar al bandoneón. Un prodigio técnico y un inspirado compositor de piezas tangueras destinadas a la inmortalidad. Sur, Responso, Quejas de bandoneón, Discepolín, La última curda. Sus duplas con Cátulo Castillo, Lucio Demare o Roberto Grela son inolvidables. Bajo su ala protectora surgieron soberbios intérpretes de la música ciudadana como Francisco Florentino, Alberto Marino, Floreal Ruíz, Edmundo Rivero, Roberto Goyeneche. Vivió sus días gloria con una humildad que fue ejemplo. Era refinado. Era generoso. Lo acompañaron siempre Zita, el amor de su vida (Troilo con pollera, como la definió Horacio Ferrer); Su fueye alado; Sus mil y una copas de alcohol, y la secreta esperanza de reencontrarse con River en cualquier esquina de la vida. Justo la nueva esperanza desatada en 1975, lo estaba entusiasmando para cantar volver, cuando la muerte lo encontró mal parado y bien bebido ese triste 18 de mayo del 75. Un tango lloró su pena junto a su lápida, y una simbólica bandera roja y blanca quedó a media asta para toda la eternidad.
Había nacido en el Abasto en 1914, aunque su crianza se desarrolló en el barrio de Palermo. Tal vez desde esa cercanía geográfica con el viejo reducto de Alvear y Tagle haya que rastrear su enorme afición por el fútbol y por River Plate en particular. Era amigo de los cracks de la época. Bernabé, Moreno, Adolfo, Labruna, Pipo Rossi eran seguidores de su orquesta se presente donde se presente. Esa que brilló por décadas y que hizo del sonido de su bandoneon un símbolo de Buenos Aires tan grande como el obelisco.
Amo a su ciudad, a su música y a su River. Regaló el talento que Dios le dio. Fue un Porteño de ley, melancólico, bohemio, amiguero. Antes de morir deslizó aquella frase que es ya uno de sus slogans mas famosos: “Yo nunca me voy a ir, ¿Cómo me voy a ir?, si siempre estoy volviendo”. Cumplió. Pichuco nunca se fue. Vuelve seguido en cada recuerdo en forma de tango.

martes, 26 de octubre de 2010

CARLOS PEUCELLE

Carlos Peucelle no tenía pelos en la lengua y le esquivaba a la diplomacia a la hora de la declaración. Siendo aún jugador alguna vez le había dicho a un periodista que la de entrenador, era una profesión de mentirosos. Don Barullo siempre supo que cuando lo fuera debía tener una respuesta a la altura del retruque. Eran tiempos aquellos en que cada asistente del equipo saltaba a la cancha con una letra que lo identificaba del resto. Así el entrenador llevaba a E (todavía no existía el término director técnico), el masajista la M, el kinesiologo la K, y así. Sorpresa causó en todos cuando Peucelle entró al Monumental en su rol de técnico millonario con una M cocida en el pecho. Le preguntaron: "Señor Peucelle ¿Porqué la M?". La respuesta estuvo a la altura de su coherencia: "Amigo, yo no se masajear. Es la M de mentiroso".
Hoy en día, encontrar tipos como Peucelle tiene la categoría de hallazgo arqueológico. Su docencia, su mensaje llano, su actitud altruista, su simpleza son patrimonio de otros tiempos menos egoístas y caretas. Perteneció al fútbol romántico de albores de siglo. En potreros interminables cultivó ese don de filósofo barrial con el cual sembró su leyenda. Sabio del juego, visionario lúcido. Su chispa iluminó el nacimiento de La Máquina al poner a Pedernera en la función de armador, y solo por eso, River le debe la vida. Armaba jugadas, diagramaba estrategias, ayudaba con táctica al talento, pero nunca perdió de vista que lo fundamental del juego y del espectaculo era la capacidad del futbolista. En realidad Peucelle siempre pensó con la lógica de los entrenadores, incluso cuando era jugador y los tildaba de mentirosos.
Don Barullo fue técnico de River en la temporada de 1946. Ese año dejó su cargo de orientador de las inferiores para ocupar la bacante dejada por Renato Cesarini, emigrado a Europa para dirigir a Juventus. Tuvo la responsabilidad de reparar los desperfectos de "su" máquina, averiada un poco por la partida de Moreno a México (retornado a mitad de ese año) y por el desgaste en su relación con la dirigencia. Terminó tercero en la temporada, pero lejos de un gran San Lorenzo de Almagro comandado por Rinaldo Martino y René Pontini. Peucelle no estaba muy a gusto con esa responsabilidad, quería volver a formar al jugador desde abajo. Lo hizo saber y a principios de 1947 fue reemplazado por José María Minella.
River pagó 10.000 pesos por su pase en 1931 y en ese momento fue una locura. Con el tiempo fue esa una de las locuras mas sensatas de la historia del Club. Peucelle tenía su casita en Adrogué. Todos los días se tomaba el tren hasta Constitución. Luego bajaba al subte linea C hasta Retiro. De allí nuevamente tren hasta Estación Belgrano y finalmente el 42 hasta el Monumental. Pulía como si fuera un padre las imperfecciones técnicas de los juveniles y hasta prestaba su sabiduría de vida, si alguno de ellos rompía la barrera de la vergüenza al pedirle un consejo sobre guita, minas o lo que fuera. Al caer la noche, desandaba el mismo camino, mezclado con la turba laburante en el retorno a casa. De tanto en tanto, algún vejete lo reconocía detrás de un diario, y el saludo era como si fueran dos amigos luego de un tiempo sin verse.
A veces pienso que esta bueno que tipos como Peucelle no hayan tenido que soportar esta época de grises charlatanes y falsos predicadores. Jamás Barullo hubiera tolerado someter su laburo a la picadora de carne de un resultado que asegure continuidad en el banquillo. Salvaguardado está en un rincón al que pocos acceden. Docente no es el que explica. Docente es el que enseña. Tal vez él no lo sabía, pero su M no era de mentiroso. Era M de maestro.

domingo, 24 de octubre de 2010

UN EQUIPO SIN ÁNGEL

River Plate 1 - 1 Racing Club
Torneo Apertura 2010 - 12ª fecha.
Estadio Monumental - 23/10/10.


RIVER PLATE: Carrizo (6); Ferrari (4), Maidana (6), Román (5) y Arano (3); Rojas (4), Ballón (5), Lamela (5) y Ortega (3); Pavone (6) y Funes Mori (6). Posteriormente Buonanotte (6), Ferrero (6) y Cirigliano. DT: Ángel Cappa.
RACING CLUB: De Olivera; Cáceres, Aveldaño, Martínez y Cahais; Toranzo, Jacob, Fernández y Moreno; Bieler y Hauche. Luego Luguercio, Castroman y Litch. DT: Miguel Ángel Russo.
GOLES: Giovanni Moreno (RAC) 34 pt. Diego Buonanotte (RP) 1 st.
ARBITRO: Patricio Loustau -bien-
MAN OF THE MATCH: Giovanni Moreno (Racing Club).
RESULTADO MORAL: River Plate 1 - Racing Club 1.

A los 40 minutos del primero, con River ya abajo en el score por el precioso tanto de Giovanni Moreno, ocurrió algo que ningún hincha millonario podrá pasar por alto y que es el símbolo de estos tiempos convulcionados. Una ovación se desbordó por las tribunas del Monumental dedicada a Alexis Ferrero. Hay que hacer mucha fuerza para recordar un reconocimiento tan estremecedor para un jugador así. Ferrero, ese tosco paladín de la entrega y el temperamento de este equipo, habrá experimentado el momento mas sublime de su carrera, y nosotros, muy nerviosos y -acaso- hartos, apostamos en ese gesto, una de las cartas menos recomendables: La de la bronca.
No hay dobles mensajes en el título de este post. River, con Cappa, no tiene ángel (o sea, aquello que por talento, garra, espíritu o fortuna, hace que un equipo salte de la ordinariez de un empate de local a una victoria que descomprima angustias atragantadas), y eso surge a la vista desde cualquier flanco. Así y todo, no existe ningún análisis que se emprenda y que no termine en las responsabilidades -cada vez mas indisimulables- del entrenador riverplatense como errático comandante de este barco. Dicen que cuando el carro anda, los melones se acomodan, pero ante tanto volantazo sin sentido (salidas y entradas en el equipo de Ortega, Buonanotte, Caruso, Affranchino, Pereyra, Lamela, Mauro Díaz, etc; Ravietas alocadas, espasmos verborrágicos y silencios inflijidos), lo mas probable es que el cargamento se dañe y se pierda antes de llegar a destino. Poco de su River apuntala esperanzas. No salvaguarda el cero con su defensa. No contiene ni genera lo suficiente para hacer pata ancha en el medio, y no golpea directo al mentón con su ofensiva. El pueblo no es tonto y se da cuenta. No hay rumbo concreto si el capitán está confundido. Asusta pensar cuanto tiempo tardará en orientarse.
Enredado en sus propias confusiones, ante Racing -y como en los últimos 6 partidos- River solo otorgó una parva de empujes vanos y pases que casi llegan a destino. Tuvo sus oportunidades claras. Cortó clavos en varias contras. Dejó literalmente la vida por la victoria, pero desafortunadamente, en el fútbol "apenas" hay que ser mejor que el adversario para lograrla. Y hace un rato bastante largo que River no lo es mejor que quién está enfrente.
En estas semanas decisivas que se avecinan oiremos de todo. Cantos de sirena, agoreros mediáticos, oportunistas de ocasión, mensajes de paz y de guerra. Con los nervios de punta, el mundo River clama por resultados que traigan aire. Clama por algunas ideas concretas que despejen el panorama. Clama porque Don Ángel sepa la magnitud del lío que tiene entre manos, y que encuentre entre tanta confusión, el camino que nos permitan salir de este literal paso a paso en la tabla de puntajes, que ya se ha tornado en tedioso e insufrible, como un reloj de arena mojada.

miércoles, 20 de octubre de 2010

EL DORADO COLOMBIANO


Durante siglos, el mito de El Dorado nubló el raciocinio de innumerables conquistadores que entregaron horas de sueño al hallazgo de una supuesta fastuosa ciudad, perdida en algún punto del Amazonas entre Colombia, Guyana, Venezuela y Brasil. Un lugar donde de oro eran las piedras de las calles y las paredes de sus casas, dorada su orfebrería mas rústica y sus artilugios delicados. Una magnifica urbe escondida tras una cascada indómita y la exuberante vegetación, sosiego de decenas de orgullosos generales hambrientos de codicia, aquellos que machetearon verdes espesuras, forjaron caminos inhóspitos, tajearon la amazonia esperanzados en descubrir entre el follaje, las lenguas resplandecientes de las vetas de oro puro. Lo único que descubrieron fue una muerte ruin, acompañados solamente por el húmedo verdor y el cantar de los guacamayos.
Pero El Dorado no fue solo un mito de la época colombina, sino que se transformó también en el pomposo rótulo de un ciclo que abrió una huella lacerante en la historia del fútbol argentino. El éxodo colombiano. Serían otros hombres (Sin armaduras pero igualmente ambiciosos) los que corporizarían aquella ficción de llegar a tierras vírgenes y disponer de sus tesoros.
En 1948, palanqueada por Adolfo Pedernera y varios jugadores de River, los futbolistas profesionales de Argentina montaron una huelga en reclamo de mejoras en las condiciones contractuales, el establecimiento de un haber mínimo y el reconocimiento oficial para el gremio que los nucleaba. Los dirigentes no cedieron en su postura y concluyeron el torneo presentando elementos juveniles. Cuando la paz se firmó flotaba en el aire la sensación de que algo se había roto para siempre.
Al mismo tiempo, la FIFA, decretaba la desafiliación de la Asociación Colombiana de Fútbol, como castigo por jactarse en iguales proporciones de su potencial monetario y su flojera de papeles. La Dimayor fue considerada una Liga Pirata, y en esa ley, los dueños de los clubes (tipos aposentados en la fortuna frutera y cafetera del país) emprendieron su propia Liga de las estrellas que poseía para los interesados reglas muy claras: Los futbolistas podían enrolarse en sus clubes sin el pase correspondiente de su club. Como contrapartida, el jugador quedaba privado de actuar en cualquier institución afiliada a la FIFA, reduciendo su campo de acción al territorio colombiano o a países vecinos, donde un equipo podía realizar giras. Esta medida se veía recompensada por la paga de grandes sueldos y primas, que Argentina jamás podría equiparar.
Fue Millonarios de Bogotá quién hizo punta en esta empresa. Dicen que su presidente y su entrenador tomaron un vuelo a Buenos Aires y preguntaron aquí quién era el mejor futbolista del país. A los pocos días volvieron a su tierra acompañados por Adolfo Pedernera. Comenzaba oficialmente el dorado colombiano que encontró en River Plate un fabuloso proveedor de materia prima. Adolfo convenció a Pipo Rossi para sumarse al elenco capitalino. Mas tarde llegarían Hugo Reyes (campeón con River en 1947), Antonio Báez (suplente de Moreno en tiempos de la maquina) y Alfredo Di Stéfano. Ellos junto a otros compatriotas como Julio Cozzi, Reinaldo Mourín, Felipe Strembel, conformaron el “Ballet Azul”, la legendaria escuadra de Millonarios que ganó los campeonatos del 49, 51, 52 y 53, con records aún sin batir, y que alcanzó el tope de su rendimiento cuando sorprendieron a Real Madrid en mismísimo gramado del Estadio Chamartín.
En Argentina, el boom de El dorado colombiano había sido casi ignorado hasta que un acontecimiento le otorgó a los nuestro la real magnitud del fenómeno. En el verano de 1953, la ciudad de Caracas organizó la “Copa del Mundo de Clubes”. River, que era el campeón del país y venia de una exitosa gira por Europa el verano anterior, fue bochornosamente goleado por Millonarios por 5-1. No fue ese un partido mas para Pipo y para Adolfo, figuras máximas del partido. Tampoco lo fue para Alfredo Di Stéfano, autor de dos tantos que no gritó.
Grandes figuras de nuestro fútbol como René Pontoni, José Manuel Moreno, Amadeo Carrizo, Antonio Sastre, o Rodolfo Micheli se enrolaron en el tentador frenesí de un fútbol semilegal, oneroso y poco exigente para figuras de categoría superior. La historia marca que la Dimayor se volvió tan profesional, legal, ordinaria y amiga de la FIFA como todas los torneos del mundo. A mediados de los cincuenta, la saeta se fue a España donde se volvería inmortal, y Adolfo Pedernera y Pipo Rossi optaron por retornar al país para anunciar el retiro de sus magnificas carreras. Y así, como quien no quiere la cosa, el dorado colombiano se fue esfumando en el tiempo, tal como el mito de la ciudad dorada, trenzada con las miles de historias que los libros nos enseñaron en sus narraciones.

domingo, 17 de octubre de 2010

TOMATE UN VINO Y OLVIDATE

Godoy Cruz Antonio Tomba 2 - 2 River Plate
Torneo Apertura 2010 - 11ª fecha.
Estadio Malvinas Argentinas (Mendoza) - 17/10/10.


GODOY CRUZ ANTONIO TOMBA: Torrico; Curbello, Sigali y García; C. Sánchez, Olmedo, Villar, Rojas y Ramírez; Salinas y Castillo. Posteriormente Carranza, N. Sánchez y Núñez. DT: Omar Asad.
RIVER PLATE: Carrizo (5); Ferrari (4), Maidana (6), Román (6) y Arano (4); Affranchino (4), Acevedo (5), Pereyra (4) y Lamela (4); Caruso (4) y Pavone (7); Luego Ortega (4), Ballón y Funes Mori. DT: Ángel Cappa.
GOLES: Leonardo Sigali (RP) -en contra- 41 pt. David Ramírez (GC) 7 st. Mariano Pavone (RP) 18 st. Cesar Carranza (GC) 33 st.
ARBITRO: Federico Beligoy (mal).
MAN OF THE MATCH: David Ramírez (Godoy Cruz)
RESULTADO MORAL: Godoy Cruz Antonio Tomba 2 - River Plate 2.

Si fuiste al Malvinas a ponerle el pecho a las balas, si te sentaste frente al tele con desconfianza del destino, si te estrujaste de los nervios con la oreja en la radio. Tomate un vino y olvidate. Si te quedaste ronco a insulto limpio, si pateaste alguna silla, si cruzaste los dedos en vano, si te vas a dormir con una luna inolvidable. Hoy, tomate un vino y olvidate. Si tu equipo hace lo que puede, si tu técnico se va siempre a las puteadas, si te meten goles de contra ganando 1-0, si el árbitro es un no vidente,si haces mil y una cuentas y ninguna te da. Por hoy haceme caso, esta noche (en Mendoza o el país, y en el día de la madre), tomate un vino y olvidate.
Para "este" River y ante "este" Godoy Cruz, nunca será malo un punto en Mendoza. Pero el contexto que nos rodea y el trámite del partido exigen otras miradas más que la puramente numérica. El Tomba es todo lo que River no es. O sea, un conjunto seguro de sí, con sus engranajes aceitados y claras sus ideas. Ante esto el millonario batalló tapando con cierta solvencia sus agujeros tácticos en el primer tiempo. En el complemento, el partido se rompió y -como suele pasar- River regaló su arco con tal de ir en busca del rival. Casi lo gana. Pero también casi lo pierde. Podrá ser cierto aquello de que el fútbol se define en las áreas, pero el nudo de los partidos se ata y se desata en el mediocampo. Y allí la banda ofrece generosas ventajas. Porque no tiene chispa, imaginación, ideas creativas (con Lamela, Ortega, Buonanotte, Lanzini, juegue quien juegue), y porque a la hora del aguante, cualquier refrío lo deja de cama (en Mendoza Acevedo y Ballón no pudieron hacer ni medio pelado Almeyda).
17 puntos, 5 sin ganar, 4 empates seguidos. All Boys y Olimpo que ganan. Alarmas que se prenden. Así las cosas, cuesta encontrar algo positivo de esta visita a Cuyo que escape del esfuerzo titánico de Mariano Pavone por generar peligro en donde no lo hay. Algunos dirán que se descontó un punto a Gimnasia, Tigre y Huracán en la pelea de la otra tabla, pero el gusto en la boca es demasiado amargo como para taparlo con una pastilla tan insignificante.
Saber que River ha sido históricamente uno de los equipos mas beneficiados por el arbitraje argentino, no impide sentirse "violado" por labores como la de Federico Beligoy. Apenas arrancado el complemento, Lamela fue al piso a buscar una pelota y Jorge Curbello, en un ataque de uruguayitis extrema, lo marcó de muslo a pantorrilla con una plancha de violenta mala leche. Era roja pero para Beligoy solo fue una amarilla de compromiso. En la hora del partido, Funes Mori picó entre los centrales, la bajó con el pecho y metió un golazo que era la victoria. Solamente el juez vio mano del delantero al momento del control del pase. Nadie aquí justificará la violencia, pero a veces es difícil mantenerse sobrio ante tamaño despojo.
En un panorama cada vez mas negro y tapados de problemas como estamos, no se exige favoritismo, sino justicia. ¿Será mucho pedir?.

jueves, 14 de octubre de 2010

FERNANDO BELLUSCHI


Es curioso pensar que uno de los buenos refuerzos de River en todo este último tiempo, siempre tuvo marcado antes de su arribo a Núñez, un destino futuro con la camiseta de Boca. Curioso es también, que los mejores recuerdos que se tengan de su paso por la banda, hayan sido algunas actuaciones ante el xeneize en el superclásico.
Fernando Belluschi a secas, nació el 10 de septiembre de 1983 en un pueblito de 3000 habitantes llamado Los Quirquinchos, a poco mas de 100 kilómetros de Rosario, Santa Fe. Como le ocurre a buena parte de los chicos de esa zona que juegan bien al fútbol, fue absorbido rápidamente por las divisiones inferiores de Newell’s Old Boys, equipo con el que debutó en primera y con el que ganó el Campeonato Apertura 2004, con Gallego como DT y Ortega de compañero. Macri le había comprado a Eduardo López la mitad de los derechos de venta del volante y de Ezequiel Garay, pero a principios del Apertura 2006, José María Aguilar se apareció por Rosario con 5 millones de dólares y Belluschi se puso la banda roja.
Debutó la noche del 6 de agosto en un 2-0 ante Lanús en el sur. Bueno jugador tirando a muy bueno. Siempre fue una tarea complicada definir su estilo de juego, difícil de encasillarlo en un puesto fijo. Versátil y técnico, volante mixto que se movía con ductilidad por la banda derecha, o podía ayudar con prestancia en la creación de fútbol. Se sacrificaba para recuperar el balón y llegaba seguido al gol, acompañando a los delanteros o rematando desde afuera del área. Eso, mas cierto carisma y un peinado estrafalario, lo hicieron calzar rápido en el paladar de la gente.
Belluschi jugó un año y medio en River. Su estilo de todoterreno fino, lucio mejor que nunca en dos recordados éxitos contra Boca (el 3-1 de 2006 y el 2-0 de 2007). Anotó en total 13 goles, 3 de ellos se los hizo a Sebastián Peratta en un memorable 5-0 al Vélez de Lavolpe. Le tocó una época de urgencias deportivas, marcada a fuego además, por los primeros coletazos de la guerra de barras y los desastres económicos de la era Aguilar. Un combo de porcentajes de pases de jugadores del plantel -en el que estaba el suyo- cayó en las manos del empresario/ mafioso israelí Phinas Zahavi y este lo negoció rápido con Olimpiakos de Grecia, donde fue a jugar a partir del verano de 2008.
Cuando se desarrollaba la pretemporada del año 2007 y plantado ante los micrófonos que cubrían una actualidad millonaria, Daniel Passarella –entonces entrenador de River- le colgó ¿sin intención? una mochila que en verdad no le correspondía. “Belluschi vale 40 palos verdes”, dijo. Venía de hacer magníficos partidos en el apertura 2006, y que finalmente, son los que forman parte de lo mejor de su producción con la banda roja. Pero el nunca estuvo estatura de líder, y tampoco quiso serlo alguna vez.
Fue campeón en Grecia y hoy actúa en Portugal defendiendo la camiseta del Porto FC donde es compañero nuevamente de Radamel Falcao. Sigue siendo fiel a su estilo de buen ladero rendidor. Los lusitanos tasaron la cláusula de rescisión de su pase en 30 palos euros hasta que finalice su contrato en 2013. La exagerada tasación del Kaiser, con el tiempo se cumplía

lunes, 11 de octubre de 2010

MOSTRANDO LA HILACHA

River Plate 0 - 0 Gimnasia (La Plata)
Torneo Apertura 2010 - 10ª Fecha.
Estadio Monumental - 11/10/10.


RIVER PLATE: Carrizo (6); Ferrari (4), Maidana (6), Román (6) y Arano (4); M. Díaz (4), Acevedo (5), Lamela (7) y Ortega (4); Funes Mori (5) y Pavone (6). Posteriormente Buonanotte (5), Affranchino (4) y Caruso. DT: Ángel Cappa.
GIMNASIA (LA PLATA): Sessa; Pierroud, Fontanello, Masuero e Iriarte; Encina, Rinaudo, Aued y Casco; Neira y Córdoba. Luego Castro, Landa y Graff. DT: Pablo Morant.
GOLES: No hubo
ÁRBITRO: Rafael Furchi -bien-
MAN OF THE MATCH: Gastón Sessa (Gimnasia La Plata)
RESULTADO MORAL: River Plate 3 - Gimnasia 1.

Certezas que deja esta tardecita de lunes a la que le faltaron dos puntos para ser perfecta:
- River mereció ganar (y ampliamente).
- Se puede jugar mal aún creando 10 ocasiones de gol.
- El peor pesar de este River, es su propia urgencia.
El empate desencanta. contagia mala onda. Pincha ilusiones. Hubiera sido imposible imaginar un marco mejor para un despegue definitivo. Hacer rendir con una victoria el punto contrabandeado ante Banfield. despegarse 3 puntos de un rival directo, el Monumental repleto. Y sin embargo, masticamos la bronca. Por el cero, por el juego, por la gente, por la sumatoria en la tabla que se hace cada vez mas lenta.
El juego ante el Lobo no tuvo muchos misterios. Palo tres veces, Sessa otras tantas, cambios incomprensibles, intentos atolondrados, puntadas finales que se erran, contragolpes que por poco se lamentan. Hubo 20 minutos de partido (desde los 10 a los 30 del primer tiempo) donde el millo sintonizó la misma frecuencia. Preciso en lo colectivo y desequilibrante en lo individual, motorizado por el talento de Lamela y la polenta de los dos de arriba, River debió usufructuar mejor su lapso de inspiración. Los palos, la impericia y el portero rival, dijeron que no. Luego Gimnasia volvió mas guerrero para jugar el complemento y, aunque hubo buenas posibilidades, ya no fue tan fácil crear las situaciones para ese gol que se negó a llegar.
Baja la tarde feriada de este lunes. Veo a Cappa disponiendose a ensayar su florida justificación que cada vez me suena mas a zaraza que a otra cosa. Sabrá Don Ángel que quiso hacer cuando sacó a Lamela en el entretiempo?, Que cosas habrá imaginado en Mauro Díaz para inventarlo de volante derecho?. Contemplarán sus convicciones quitar un defensor, sobre todo si el rival (como GELP hoy) no ataca?. Las fechas pasan y su River tiene una identidad amorfa. El envión febril del arranque se ha detenido en un espeso banco de niebla. Nadie hasta aquí osará discutir su propuesta, pero mientras la impaciencia aumenta y los nervios se crispan, deberá (Ángel) y deberemos (nosotros) entender rápido que la AFA le da puntos a los que ganan los partidos, y no a los que lo merecen.
A principios de temporada River compró un traje. Atento al gran baile en que se ha metido, lucio con garbo y charm en las primeras fechas. El paso de los partidos, el uso, el desgaste, el ajetreo, lo han desalineado y su estampa de alta costura parece reducirse a un vago recuerdo. Ya no se lo ve impecable, hay hilachas en sus costuras. Ya no despierta suspiros con su swing, solo gestos preocupados por un futuro demasiado incierto. Se impone una urgente visita al sastre, antes que a esa palabra haya que anteponerle "de".

jueves, 7 de octubre de 2010

CAMPAÑA 1951


El 22 de Agosto una multitud aclama en la 9 de Julio por la formula presidencial Perón – Evita. Ella quiere que si, pero él quiere y sabe que no. Días mas tarde, por radio, Eva Duarte renuncia al alto honor. Su aspiración a la Vicepresidencia es demasiado para las fuerzas que rodeaban al General, y además, la muerte ya la acecha. Un paisano de Balcarce llamado Juan Manuel Fangio, a bordo de su Alfa Romeo, gana su primer campeonato del mundo de F1. Las Coreas del Norte y del Sur derraman la sangre de sus pueblos azuzados por las convicciones del imperialismo y el comunismo. Yatasto, tal vez el pura sangre argentino mas famoso de la historia, gana 22 de las 24 carreras en que compite, incluido el GP Nacional y el Carlos Pellegrini. En Estados Unidos, la Columbia hace sus primeros experimentos de TV a Color. Aquí, en Argentina se realizan las primeras transmisiones en vivo de la caja mágica, incluido un partido de fútbol: River 1 – San Lorenzo 1.
Para la campaña de 1951, River invierte en dos figuras que serán vitales en los años venideros. Alfredo Pérez y Santiago Vernazza. Este último reemplaza a Juan Carlos Muñóz, trocado con Platense. Vernazza responde rápido y en base a goles (21 en total) se gana la gente. Hay dos victorias sobre Boca 1-0 y 3-0, pero el título se escapa por poco a manos de Racing y Banfield, quienes deben jugar dos finales para definir el campeón. A fin de año, River se va de gira al viejo continente. El 23 de diciembre, bajo la nieve, derrota a Real Madrid 4-3 en el estadio Chamartín.
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CAMPEONATO AFA 1951
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1- Lanús 1-1 - Loustau / Martínez.
2- Newell's O.B. 0-2 / Focchi, Ortigüela.
3- Racing Club 2-0 - Vernazza, Pizzutti.
4- Estudiantes (LP) 1-2 - Pirone (ec) / Infante, Giosa.
5- Quilmes 3-1 - De Zorzi, Vernazza, Pizzutti / Santiago.
6- Ferro C.O. 0-0.
7- Huracán 5-1 - Pizzutti (2), Vernazza, Labruna y Gómez / L. Gómez.
8- Chacarita Jrs. 4-3 - Labruna (2), Vernazza (2) / Ricagni, De Luca, Esquide.
9- Banfield 1-5 - Gómez / Albella (3), Sanchez Laje, Huarte.
10- Independiente 0-4 / Romay (2), Lacasia, Navarro.
11- Platense 1-1 - Labruna / O. Coll.
12- Gimnasia (LP) 3-0 - Vernazza (2), Zárate.
13- Boca Jrs. 1-0 - Labruna.
14- Vélez Sarsfield 3-3 - Vernazza, Labruna, Ruíz (ec) / Menéndez, Huss, Costa.
15- San Lorenzo 0-0.
16- Atlanta 1-1 - Gómez / Guzmán.
17- Lanús 2-1 - Labruna, Gómez / Martínez.
18- Newell's O.B. 5-1 - Labruna (2), Gómez (2), Loustau / Otta.
19- Racing Club 3-5 - Vernazza (2), Gómez / Blanco (2), Ameal, García, Perez (ec).
20- Estudiantes (LP) 4-1 - Gómez (2), Loustau, Labruna / Pelegrina.
21- Quilmes 2-2 - Gómez (2) / Paraja (2).
22- Ferro C.O. 2-1 - Labruna, Loustau / Salvucci.
23- Huracán 4-2 - Gómez (3), Vernazza / López, Filgueiras.
24- Chacarita Jrs. 1-0 - Vernazza.
25- Banfield 0-0.
26- Independiente 4-1 - Vernazza (3), Pizzutti / Omarini.
27- Platense 1-1 - Vernazza / O. Coll.
28- Gimnasia (LP) 4-0 - De Zorzi (3), Smargiassi (ec).
29- Boca Jrs. 3-0 - Vernazza (2), Gómez.
30- Vélez Sarsfield 1-1 - Labruna / Zubeldía.
31- San Lorenzo 1-1 - Vernazza / Maravilla.
32- Atlanta 6-1 - Vernazza (4), Pizzutti (2) / Cigna.

FORMACIÓN BASE: Amadeo Carrizo; Alfredo Pérez y Lidoro Soria (Jerónimo Parra); Norberto Yácono, Julio Luis Venini y Héctor Ferrari; Santiago Vernazza, Juan José Pizzutti (Emilio De Zorzi), Walter Gómez, Ángel Labruna y Félix Loustau (Roberto Zárate).

GOLEADORES: Santiago Julio Vernazza 21- Walter Gómez 17 - Ángel Amadeo Labruna 12- Juan José Pizutti 7- Alberto Emilio De Zorzi 4- Félix Loustau 4- Roberto Zárate 1- Rodolfo Antonio Pirone (Estudiantes La Plata -EC-) 1- Ruíz (Vélez Sarsfield -EC-) 1- Rodolfo Smargiassi (Gimnasia La Plata -EC-) 1.

martes, 5 de octubre de 2010

HECTOR DE BOURGOING

River Plate 1957-1958 - 43 partidos – 21 goles – 1 título.
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Muchas cosas en común tienen en la historia de River Plate, los nombres de Alfredo Di Stéfano, Renato Cesarini y Enrique Omar Sívori. Pero si a estos apellidos ilustres le sumamos el de Héctor de Bourgoing, el espectro comparativo se estrecha demasiado. Estos 4 nombres con antecedentes riverplatenses, se emparentan en la particularidad de que a lo largo de sus carreras fueron jugadores de dos Selecciones Nacionales.
Héctor Adolfo De Bourgoing (dígase Deburguá) había nacido en la ciudad de Posadas, Misiones, el 23 de junio de 1934. Tenía apenas 19 años cuando llegó a Buenos Aires para jugar en la primera de Tigre. Los rumores de sus corridas por la banda derecha y su buena técnica con el balón jugando para Guaraní Antonio Franco, habían excedido largamente las fronteras de la patria de la tierra colorada y se hacían eco en el cuadro de Victoria, que depositó en él una apuesta a futuro. En Tigre, De Bourgoing sobresalió inmediatamente, un poco porque al Matador no le sobraba nada y otro tanto porque su estilo de juego polifuncional (también podía jugar de volante por derecha) era bien visto por Guillermo Stábile, DT nacional, quién no dudó en convocarlo para un juego amistoso ante Uruguay en el Parque Artigas de la ciudad de Paysandú. Su debut con la casaca Argentina se dio el 10 de octubre de 1956. Ingresó en el complemento reemplazando a Corbatta. Jugaría 4 partidos más.
River Plate le echó el ojo para reforzar el equipo que encararía la temporada de 1957. No la tuvo fácil el misionero porque debió cargar con la responsabilidad de hacer olvidar los goles de Santiago Vernazza, vendido ese verano al Palermo de Italia. De Bourgoing no poseía el poder de fuego de “guito”, pero se fue haciendo rápido su espacio en una estructura de equipo que ese año alcanzó la cúspide de su funcionamiento.
Debutó con la banda roja el 5 de marzo del 57 en un empate en Rosario ante Central. 7 días mas tarde convertiría el primero de sus 21 goles en Núñez, en una goleada a 5-2 a Lanús. Se complementaba bien con Prado y Menéndez y su aporte goleador -13 tantos en su primer año- lo erigieron en titular indiscutido. 1958 fue un año de grises. De Bourgoing siguió siendo un elemento clave dentro del equipo, pero River ya evidenciaba la decadencia que caería sobre sí meses mas tarde, terminando lejos de Racing en el torneo local y eliminado rápido de la Copa Suecia.
Pero claro, la historia de Héctor De Bourgoing no sería particular si no fuese por ese ítem marcado en el inicio del post. Su presente deportivo y su descendiencia marcada, tentaron al Niza francés, a incorporarlo a principios de 1959. Allí fue sin saber que comenzaba un recorrido que lo afincaría definitivamente en la tierra de sus antepasados. Calzó inmediatamente en el estilo de vida galo y en un fútbol despojado de todo tipo de urgencias. Sus números son irreprochables. En Niza jugó hasta 1963, lo hizo en 114 partidos metiendo 65 goles. Fue traspasado al Girondines de Bourdeos donde actuó hasta 1968 con 143 cotejos y 68 tantos. Su carrera se cerró en el Matra Racing de París. Allí estuvo solo una temporada con 18 partidos y 6 conquistas. Su destaque fue tal que los dirigentes de la FFF lo tentaron –y convencieron- para nacionalizarse y defender la casaca “blue”.
Su experiencia en la Selección francesa fue mas bien escueta. Solo dos partidos amistosos (enfrentamientos ante Italia y Polonia en el Parque de los Príncipes) le valieron a De Bourgoing la chance de cumplir el sueño de jugar la Copa del Mundo de Inglaterra. Debutó el 15 de junio del 66, en Wembley ante Uruguay. 7 años después de su partida, es muy difícil sospechar que cosas habrán pasado por la cabeza de este misionero cuando a los 17 del primer tiempo derrotó de penal al golero Ladislao Mazurkiewickz decretando el parcial 1-0.
Cuando le llegó la hora del retiro, siguió trabajando en las divisiones inferiores del Bourdeos, club y ciudad al que le unió un particular afecto. Falleció allí a los 58 años, el 24 de enero de 1993.

domingo, 3 de octubre de 2010

BARATISIMO

Banfield 2 - 2 River Plate
Torneo Apertura 2010 - 9ª fecha.
Estadio Florencio Sola - 03/10/10.


BANFIELD: Bologna; Ladino, Dos Santos, López y Bustamante; Quinteros, Rosada, Romero y Erviti; Ramírez y Zelaya. Posteriormente Delfino, Pío y Barrales. DT: Julio Cesar Falcioni.
RIVER PLATE: Carrizo (5); Ferrari (4), Maidana (4), Román (5) y Arano (4); Pereyra (4), Acevedo (4), Lamela (4) y Ortega (4); Funes Mori (4) y Pavone (6). Luego M. Díaz, Caruso y Buonanotte. DT: Ángel Cappa.
GOLES: Rubén Ramírez (BAN) 4 pt. Ariel Ortega (RP) -penal- 17 st. Víctor López (BAN) 22 st. Adalberto Román (RP) 42 st.
ARBITRO: Sergio Pezzotta (regular).
MAN OF THE MATCH: Walter Erviti (Banfield)
RESULTADO MORAL: Banfield 2 - River Plate 1.

Hay veces en las que un gol cambia todos los puntos de vista. Otras veces, como esta, cambia muy poco, salvo, que querramos que cambie. A los 42 del segundo tiempo, y con las alarmas de incendio ya encendidas, un centro de Mariano Pavone encontró en su camino un impecable cabezazo del paraguayo Román. La pelota salió baja y velóz, apenas patinó en su rebote contra el césped húmedo y se metió, rotunda, en el segundo palo de Bologna. El grito del 2-2 salió del alma destruyendo diques de angustia. Es que a veces el alivio y el placer suelen confundirse.
Pero ese gol agónico y este empate para nada despreciable en una cancha inhóspita no lograrán cambiar los pareceres de esta -nueva- actuación demasiado pobre. Solo en los terrenos de los buenos azares y de una dudosa recompensa al intentar pese a todo, puede explicarse coherentemente porque River no se fue del Florencio Sola con una mueca agria. En un pleito donde la personalidad pesaba mucho, Banfield, con ese esquema aceitado de presión y vigor físico, prepoteó al millonario desde el comienzo mismo del partido. Lo obligó a desacoples en la zaga y a no hacer pié nunca en el mediocampo. Perdonado de goles hechos, River comprendió rápido que el juego pasaba por la potencia de Pavone, y fue un centro del delantero el que propició este punto por el que pagamos muy barato. Así y todo, la poca autoridad que mostró la banda para jugar un partido de temperamento (como contra Vélez, como contra Newell's), es alarmante.
Carrizo regaló el primer gol, pero se redimió con el penal y con dos o tres tapadas que hubieran definido el juego. Maidana jugó su peor partido desde que llegó a River. Da la sensación que se entiende mejor con Ferrero que con Román. El paraguayo es veloz y tiene garra, pero lo mueven mucho en el cuerpo a cuerpo y a la hora de la pelota parada siempre da ventajas de estatura. Pavone sacó chapa de insustituible y no es necesario que convierta goles para serlo. No debe ser fácil estar en el lugar de Acevedo y soportar el peso de la figura que tiene que reemplazar, imposible hacer comparaciones. Ferrari -bien tapado- y Arano -hasta aquí, un jugadorcito- suman muy poco en la ofensiva y cada ves restan mas a la hora de marcar.
También estaría bueno saber que pasa por la cabeza de Cappa en estos momentos. Embarrado en protestas inconducentes, Don Ángel debería procurar perder menos las casillas y encontrar un norte definitivo para esta aventura. Adivino ver cierto desconcierto en su trabajo de inculcarle al equipo un estilo que nos permita jugar como queremos y no como podemos. Si las primeras fechas mostraron un sendero de optimismo, estas últimas han vuelto a sembrar dudas sobre lo que se hace y como se hace para llegar al objetivo. Ojo, no estamos mal, para nada. 15 puntos es bastante a esta altura. Solo que, con actuaciones como esta ante Banfield, el techo del equipo parece estar mucho mas cerca de lo que pretenderíamos.