Torneo Clausura 2011 - 9ª fecha.
Estadio Monumental - 09/04/11.
RIVER PLATE: Carrizo (7); Ferrero (5), Maidana (5) y Román (6); Ferrari (6), Acevedo (5), Almeyda (9), J.M. Díaz (5), Buonanotte (5) y Lamela (6); Pavone (7). Posteriormente Caruso, Lanzini y Bordagaray. DT: Juan José López.
BANFIELD: Bologna; Barraza, Dos Santos, Bustamante y Tagliafico; Quinteros, Bustos, Delfino y Gómez; Achucarro y Ferreyra. Luego Ladino, G. Méndez y Romero. DT: Sebastián Méndez.
GOLES: Mariano Pavone (RP) 24 st.
ARBITRO: Pablo Lunati -mal-.
MAN OF THE MATCH: Matías Almeyda (River Plate).
ROJAS: Marcelo Bustamante (Banfield).
RESULTADO MORAL: River Plate 1 - Banfield 0.
El fuego sagrado, inmortal es. Generaciones de hinchas lo disfrutaron y lo contaron a sus hijos como la herencia más preciada. De niños lo descubrimos, de adolescentes se nos hizo pasión, de grandes lo mostramos con alto orgullo. Varios innombrables ayudaron a apagarlo y su ausencia se extraña horrores. Pero no en vano dicen que donde hubo fuego cenizas quedan, y de tanto en tanto una leve brisa sopla por Núñez y aviva esa llama que desde hace rato creemos extinta. Y entonces River vuelve a su esencia, a su estilo inimitable y superior. A ganarle al que sea por baile o de prepo. Para dejar a un equipo voluntarioso solo en la punta y para que su pueblo se pierda en la noche del sábado con la ilusión de pelear por algo más que zafar de todo.
Es el fuego que lleva Almeyda en las tripas y en el corazón, para vestir esa camiseta como el hincha exige. El que tiene Lamela en su porte y en su estilo, para tirar caños y pisarla de pié a pié al minuto de juego o en el descuento, aunque le rayen las tibias a puro planchazo. El de Carrizo para atajar la que tiene que atajar. Y el de Pavone para soportar el constante maltrato e igual estar lo suficientemente frío en la hora señalada del gol.
Ante Banfield, River otorgó lo de siempre en sus últimos juegos. No fue mucho, pero sí lo necesario. Actitud inquebrantable por la causa, defensa aguantadora, ataque intermitente pero oportuno, atajadas colosales, goles electrizantes, rival mediopelo, respaldo conmovedor. Habrá que buscar arduamente en la estadística para encontrar las últimas tres victorias seguidas y el último liderazgo en soledad. Todo se logró siguiendo una receta no tan generosa, pero cuya efectividad nos exime de cualquier tipo de queja.
A los 24 del segundo tiempo. Almeyda toreo en soledad a medio equipo de Banfield, los aplastó con el vigor de su físico privilegiado y la vergüenza deportiva de alguien que está verdaderamente comprometido con su camiseta. Robó y asistió a Pavone para el gol del triunfo. Todavía lo recuerdo y me conmueve. Almeyda le da tres vueltas a tanto pibe sin humildad, creído que el fútbol es un par de goles, un festejo a la cámara y una frondosa cuenta en euros en Suiza. El pelado no solo jugó un partido perfecto, jugó un partido emocionante, jugó para quedar en la historia. Darle esa cinta de capitán y el título de ídolo y referente es -ante todo- un estricto acto de justicia.
Estadio Monumental - 09/04/11.
RIVER PLATE: Carrizo (7); Ferrero (5), Maidana (5) y Román (6); Ferrari (6), Acevedo (5), Almeyda (9), J.M. Díaz (5), Buonanotte (5) y Lamela (6); Pavone (7). Posteriormente Caruso, Lanzini y Bordagaray. DT: Juan José López.
BANFIELD: Bologna; Barraza, Dos Santos, Bustamante y Tagliafico; Quinteros, Bustos, Delfino y Gómez; Achucarro y Ferreyra. Luego Ladino, G. Méndez y Romero. DT: Sebastián Méndez.
GOLES: Mariano Pavone (RP) 24 st.
ARBITRO: Pablo Lunati -mal-.
MAN OF THE MATCH: Matías Almeyda (River Plate).
ROJAS: Marcelo Bustamante (Banfield).
RESULTADO MORAL: River Plate 1 - Banfield 0.
El fuego sagrado, inmortal es. Generaciones de hinchas lo disfrutaron y lo contaron a sus hijos como la herencia más preciada. De niños lo descubrimos, de adolescentes se nos hizo pasión, de grandes lo mostramos con alto orgullo. Varios innombrables ayudaron a apagarlo y su ausencia se extraña horrores. Pero no en vano dicen que donde hubo fuego cenizas quedan, y de tanto en tanto una leve brisa sopla por Núñez y aviva esa llama que desde hace rato creemos extinta. Y entonces River vuelve a su esencia, a su estilo inimitable y superior. A ganarle al que sea por baile o de prepo. Para dejar a un equipo voluntarioso solo en la punta y para que su pueblo se pierda en la noche del sábado con la ilusión de pelear por algo más que zafar de todo.
Es el fuego que lleva Almeyda en las tripas y en el corazón, para vestir esa camiseta como el hincha exige. El que tiene Lamela en su porte y en su estilo, para tirar caños y pisarla de pié a pié al minuto de juego o en el descuento, aunque le rayen las tibias a puro planchazo. El de Carrizo para atajar la que tiene que atajar. Y el de Pavone para soportar el constante maltrato e igual estar lo suficientemente frío en la hora señalada del gol.
Ante Banfield, River otorgó lo de siempre en sus últimos juegos. No fue mucho, pero sí lo necesario. Actitud inquebrantable por la causa, defensa aguantadora, ataque intermitente pero oportuno, atajadas colosales, goles electrizantes, rival mediopelo, respaldo conmovedor. Habrá que buscar arduamente en la estadística para encontrar las últimas tres victorias seguidas y el último liderazgo en soledad. Todo se logró siguiendo una receta no tan generosa, pero cuya efectividad nos exime de cualquier tipo de queja.
A los 24 del segundo tiempo. Almeyda toreo en soledad a medio equipo de Banfield, los aplastó con el vigor de su físico privilegiado y la vergüenza deportiva de alguien que está verdaderamente comprometido con su camiseta. Robó y asistió a Pavone para el gol del triunfo. Todavía lo recuerdo y me conmueve. Almeyda le da tres vueltas a tanto pibe sin humildad, creído que el fútbol es un par de goles, un festejo a la cámara y una frondosa cuenta en euros en Suiza. El pelado no solo jugó un partido perfecto, jugó un partido emocionante, jugó para quedar en la historia. Darle esa cinta de capitán y el título de ídolo y referente es -ante todo- un estricto acto de justicia.
Creo que a esta altura los partidos de River para mi terminan despues de leer tu nota. Loco emociona lo que escribis, la forma y el contenido. Te sigo hace mucho y aunque busque imitarte se que es imposible a tal punto que ya me resigne.
ResponderEliminarGracias de verdad por difundirte, porque por lo menos a mi me pone feliz leer este blog, nos llena de River y River para muchos no solo es lo mas grande que hay, es todo.
Siempre tan exagerado vos!!!.
ResponderEliminarEl blog somos todos. Quien escribe. Quienes comentan. Quienes pasan y miran y no dicen nada.
Gracias
Que grande Adrián coincido con Nicolás en que el partido termina cuando vemos tu nota y resumís todo el sentimiento que llevamos adentro . Respecto al partido el plus adicional lo ponen Almeyda , Carrizo y Pavone que sin duda son los pilares del equipo agregaría a Lamela que es el toque de distinción . Estamos a 13 o 14 puntos del objetivo con 30 puntos totales en disputa .
ResponderEliminarSegunda parte de la historia de La Maquina: http://idolosriverplatenses.blogspot.com/2011/04/grandes-formaciones-la-maquina-2-parte.html
ResponderEliminarSomos un equipo que desde el fervor cuyo corazon esta en el pecho del pelado nadie nos va a poder pasar por encima, el pelado contagia adentro y hacia afuera, ya vendran tiempos mejores donde podremos volver a soltar las palomas (como dice mi amigo clinton), si el domingo que viene le ganamos al lobo como podremos ponerle paños frios a la ilusion de todo el pueblo millonario?
ResponderEliminarExcelente post, nadie mejor que Dalmassito para expresar lo que se vive en este momento.
ResponderEliminarMe parece que River está haciendo los deberes, que en esta misma parte del fixture en el Apertura (con Cappa en el banco) no los había hecho, y costaba salir de la zona de promoción, no se si recuerdan toda esa sucesión de empates en partidos chivos pero perfectamente ganables, y que terminó con la derrota con All Boys y la salida del DT
Yo sigo mirando la tabla de abajo, no voy a estar tranquilo hasta tanto no estemos 5 o 6 ptos. arriba de Tigre (o Arsenal o el Rojo). Cuando consigamos eso, capaz quien te dice miro para arriba y me encuentro con algo grato
Hay que seguir apoyando el equipo pero siendo conscientes de donde venimos (un par de años de desastres) y hacia donde queremos ir (reconstruir la identidad), así podemos volver a las épocas de soltar las palomas y liberar la fantasía, como decimos con Centrojas
Tal cual, George. Pienso exactamente lo mismo. Primero lo importante. La carrera ahora es con Tigre.
ResponderEliminarNo me fío ni de la punta de la tabla (honestamente creo que no estamos para campeones), ni de All Boys y Olimpo, que dividen distinto y nos pueden dar un dolor de cabeza.
abrazo